Desde hace semanas me ha estado dando vueltas en la cabeza una interrogante, ¿sería factible garantizar la participación juvenil en las candidaturas de elección popular?, y sin duda podría justificar perfectamente por qué es necesario un relevo generacional en la política y sobre todo por qué hay que atender ese clamor ciudadano.
Sin embargo es evidente que esto tendría bastantes resistencias y las primeras vendrían de los mismos partidos políticos, pues lamentablemente se han convertido en una agencia de colocación que permite a diferentes grupos o actores políticos conservar algunos privilegios que tienen que ver con posiciones y sobre todo prerrogativas.
De hecho las cuotas juveniles desde hace mucho tiempos es una figura dentro de los estatutos de la mayoría de los partidos políticos, sin embargo al no ser un derecho por ley, es muy común que este tipo de acuerdos ni los mismos partidos los respeten, y cuando si los respetan mandan a los jóvenes a sacrificarse como carne de cañón.
Hace tiempo se habla de la cuota del 30% de las candidaturas juveniles en algunos partidos, lo cual era proporcional al porcentaje de la población que representan los jóvenes, luego se empezó a hablar del 1 de 3 que era prácticamente lo mismo, que una de cada tres candidaturas fueran para jovenes, de igual forma nunca se cumplio.
El avanzar a establecer en la ley electoral una cuota de postulación de candidaturas o bien, una legislación que garantice la presencia en cabildos, congresos o incluso alcaldías podría garantizar la llegada de jóvenes a estos puestos y con ellos, todo lo que conlleva una nueva visión de la política, sin embargo ya puedo escuchar los argumentos en contra.
Van a decir que los jovenes no estan preparados para gobernar, otros dirán que no tienen la experiencia para hacerlo, otros dirán que esto rociara a que los políticos pongan a familiares o amigos, pero sobre todo dirán que sí están de acuerdo pero que sean capaces de conseguirlo por sí solos, es decir todo lo que decían de la paridad de género.
Sin lugar a dudas el debate y la discusión es muy amplia y tendríamos que abordarla desde diferentes perspectivas, sin embargo es pertinente conocer cómo estamos en el estado en cuanto a las candidaturas juveniles, pues si bien hay un discurso político en torno a la apuesta a la juventud, cuando hablamos de candidaturas son puras palabras.
Según los datos del IEE Sonora este proceso electoral del 2023-2024 solamente el 12.72% de las candidaturas en el estado e fueron representadas por jóvenes de entre 18 a 29 años de edad, mientras que el resto fueron personas mayores de 30 años lo que equivale a el 88.74%, es decir que solo 1 de cada 10 candidatos fue un joven.
Nos dimos a la tarea de hacer el ejercicio de contabilizar cuántos candidatos y candidatas menores de 35 años de edad estarán participando, donde nos entramos con cifras muy interesantes, sobre todo en lo que corresponde a las presidencias municipales, ya que fueron 21 candidatos de 18 a 29 años y 27 candidatos de 30 a 35 años.
El partido que más apostó a los jóvenes a las presidencia de 18 a 35 años de edad fue MC con 12 candidatos, seguido por 9 de PS, con 6 le sigue el PRI y con la misma cantidad la coalición Sigamos Haciendo Historia, continuando con 5 por la alianza Fuerza y Corazón por Sonora, además de PAN con 3, PRD con 3, el Verde con 2 y el PES con 1.
Cuando hablamos de las candidaturas para las Diputaciones Locales por Mayoría Relativa tenemos 6 candidatos propietarios de 18 a 29 años de edad, y del rango de los 30 a 35 años tenemos 9 candidatos, es decir que de 18 a 35 años tenemos 15 candidatos en los 21 distritos locales, lo cual suponía mayor representación en el Congreso del Estado.
En este apartado hay que destacar que el Partido Sonorense es el que más candidatos postula con 5, seguidos por Fuerza y Corazón por Sonora con 4, MC con 3, la colación Sigamos Haciendo Historia con 2 candidatos, mientras que el PRI solamente tuvo 1 candidato a una diputación local. Ya con la alianza llegó a 5 candidaturas.
En el conteo final de candidatos y candidatas de 18 a 35 años de edad que participaron en esta elecciones fueron 63 jóvenes los que aparecieron en una boleta electoral, sin contemplar los jóvenes que iban como síndicos y regidores, así como candidatos suplentes tanto para las presidencias municipales y diputaciones locales (77 en total).
Si bien en este proceso las candidaturas juveniles no representaron ni el 15% de la oferta electoral, cuando hablamos de los que consiguieron llegar a una posición todavía la cifra se reduce más, pues solo se logró tres diputaciones locales y algunas presidencias municipales, aunque son municipios pequeños no mayores a 100 mil habitantes.
Veremos si esta propuesta, que sorpresivamente salió del PRI recientemente, puede tener eco y sobre todo que se retome como una agenda conjunta y una alianza generacional de todos los jóvenes, independientemente del partido o sector que pertenezcan, y que la apuesta a la juventud pase del ser mero discurso a ser una realidad.
El PAN, ¿una oposición vigente?
Como cada miércoles tuve la oportunidad de participar en la mesa de debate #AlTúporTú de Proyecto Puente junto a mis compañera Solangel Ochoa y el periodista Luis Alberto Medina, el tema de discusión fue que si Acción Nacional seguía siendo un partido de oposición vigente en estos tiempos.
Y creo que es pertinente compartir algunas de mis opiniones y por supuesto mi postura al respecto, pues parto de la idea que efectivamente el PAN sigue siendo una oposición vigente porque representa, para bien o para mal, la segunda fuerza política del país y la tercera a nivel estatal.
En este reciente proceso electoral el PAN obtuvo aproximadamente el 16% de la votación, ganando 71 diputaciones federales y 22 senadores de la república, además de la gubernatura de Guanajuato, sumando cuatro entidades gobernadas junto con Aguascalientes, Chihuahua y Querétaro.
Entonces sí, es una oposición vigente, pero considero que no necesariamente por lo que ha hecho bien Acción Nacional, sino por el voto natural “antisistema” o bien “antimorena” en este momento, es decir aquellos inconformes del gobierno que al no tener más opción han optado por votar por el PAN.
Y es que Acción Nacional no ha hecho nada para reinventarse como partido y lejos de presentarse como una opción viable a la ciudadanía, se ha robado incluso la bandera de movimientos de ciertos sectores de la sociedad para seguir vigente, como la defensa del INE o del Poder Judicial.
Es decir, si Acción Nacional sigue vigente es porque no hay otra opción que logre aglutinar todo el desgaste natural, político y social, del gobierno de Morena; sobre todo en la mayoría de un sector de la población, la clase media alta del país, lo cual quedó evidenciado en el proceso electoral reciente.
Reitero, el PAN sigue vigente no por él, y no por mucho.
Precisamente este proceso de renovación de la dirigencia nacional y dirigencias estatales de Acción Nacional, se perdió una oportunidad inmejorable para reinventarse de cara a la ciudadanía, pues ha entrado en una espiral de malas decisiones que la pintan como una oposición desdibujada,
Un PAN que desde el tsunami electoral del 2018 no ha levantado de la lona y no ha podido descifrar el juego de Morena, pero que en cambio Morena si ha descifrado muy bien y el propio ex presidente Andrés Manuel López Obrador ha descrito muy bien, una oposición moralmente derrotada.
Y no solamente por el estado de ánimo y la baja moral que se carga la oposición, sino porque realmente no existe autoridad moral para ser un verdadero contrapeso que señale errores o excesos del régimen, simple y sencillamente porque han calidad moral para hacerlo, no hay autocrítica.
A ver, cómo puede ser posible que el nuevo dirigente del PAN nacional, Jorge Romero, en un momento dado señale supuestos actos de corrupción en el gobierno de Morena, si el mismo está señalado como el actor intelectual del perseguido cartel inmobiliario de la Ciudad de México.
Pero no solo eso, aun siendo de derecha ha comenzado con el pie izquierdo, pues todavía no recibe su constancia como nuevo dirigente nacional y ya se había peleado con la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien no le quedó más que mofarse de él y mandarlo con la secretaria de gobernación.
COMMENTS