Un pueblo en Argentina emerge tras 45 años bajo el agua por la sequía

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Un pueblo en Argentina emerge tras 45 años bajo el agua por la sequía

Epecuén, una vez un próspero pueblo de 1.500 habitantes, se preparaba para su temporada de verano con actividades en su famosa laguna, fuente principal de ingresos para sus residentes. Sin embargo, una tarde de primavera, hace 37 años, el destino del pueblo cambió drásticamente. El 10 de noviembre de 1985, una intensa lluvia se sumó a las obras inconclusas en la regulación de canales, desatando una inundación devastadora en esta localidad del suroeste de la provincia de Buenos Aires.

El Lago Epecuén, diez veces más salado que el océano Atlántico y comparable con el Mar Muerto, sepultó por completo la Villa de Epecuén, cubriendo casas, la municipalidad e incluso el icónico edificio “El Matadero” diseñado por el arquitecto Francisco Salamone.

Todos los habitantes tuvieron que evacuar la ciudad, y la mayoría se estableció en Carhué, donde pasaron casi una década bajo el agua. Sin embargo, las ruinas emergieron como barcos encallados en la costa, atrayendo la atención de cineastas, youtubers e incluso bandas de música, como Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, liderada por el famoso Indio Solari.

Uno de los residentes más notables de Epecuén es Pablo Novak, quien a sus 92 años, se aferró a su hogar desde el momento en que el pueblo resurgió. Él es el último habitante permanente de Epecuén y ha vivido una vida longeva, revelando el secreto de su longevidad: tomar miel y caña en lugar de mate con agua.

Además de la tragedia, Epecuén también es famosa por las aguas de su laguna, que se rumorea que tienen poderes curativos. Los turistas acudían a la laguna para aliviar sus dolores, y un estudio científico confirmó que contenían una alta concentración de minerales, similares al Mar Muerto, capaz de aliviar enfermedades reumáticas y de la piel.

Hoy en día, las ruinas de Epecuén se han convertido en un atractivo turístico, con visitantes que buscan conocer la historia de esta ciudad sumergida y se sienten intrigados por la vida solitaria y longeva de Pablo Novak, el último habitante de este pueblo fantasma que ha perdurado en el tiempo.

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