Preocupaciones y desafíos en el proceso de selección del candidato presidencial del Frente Amplio por México
El Frente Amplio por México se encuentra en un proceso de selección de su candidato presidencial, que ha generado preocupaciones tanto al interior como al exterior. El método utilizado amenaza la unión de la coalición al llevarse a cabo fuera de los tiempos electorales establecidos por la ley.
Así mismo, existen inquietudes sobre el control de las firmas, la participación ciudadana y el origen y gasto de los recursos utilizados, que pareciera, intenta imitar al proceso de elección de Morena, cuando menos en su naturaleza caótica.
El método consta de tres etapas. En la primera, los aspirantes se inscribirán ante la comisión de registros de cualquiera de los tres partidos de la alianza a partir del 4 de julio. Deberán obtener un respaldo mínimo de 150,000 firmas en una plataforma virtual. El proceso se realiza bajo el nombre del Frente Amplio por México para evitar sanciones del Instituto Nacional Electoral (INE), pero esto ha generado preocupación por posibles consecuencias graves para la alianza.
La segunda etapa, incluye un foro o debate en el que participarán aquellos aspirantes que hayan cumplido con el requisito de las firmas. No habrá interacción directa entre los participantes. Se realizarán estudios de opinión para seleccionar a los tres aspirantes con las mejores calificaciones, quienes pasarán a la tercera etapa. Estos finalistas se enfrentarán en cinco debates adicionales y se realizarán nuevos estudios de opinión. El 3 de septiembre, se celebrarán elecciones primarias en las que solo podrán participar aquellos registrados en la plataforma durante la primera etapa. El candidato mejor evaluado será seleccionado.
El proceso requiere un alto presupuesto, estimado en 4.8 millones de pesos, para obtener las firmas necesarias en la primera etapa. La alianza espera utilizar parte del dinero aprobado para 2023, aunque cada partido asumirá los gastos de sus aspirantes. Los candidatos provenientes de la sociedad civil deberán buscar fondos externos, lo que puede representar un obstáculo.
La participación ciudadana ha despertado sospechas. Cualquier persona que cumpla los requisitos puede postularse y los votantes deben registrarse en un padrón o firmar para apoyar a un aspirante. Algunos consideran esto una victoria de las organizaciones de la alianza, pero otros señalan obstáculos a la participación ciudadana debido a restricciones y controles impuestos por los partidos.
Existe temor de que el candidato sea elegido a dedo, basado en casos recientes de imposición de candidatos por parte del PRI y la posibilidad de que el PAN haga lo mismo. Las dificultades del método para quienes no tienen estructura partidista llevaron a la salida del senador Germán Martínez, quien abandonó la alianza para evitar violar la ley y estar sujeto a intereses empresariales o partidistas.
Entre los aspirantes a contender por el Frente Amplio por México se encuentran destacadas figuras políticas como Santiago Creel, Francisco Javier Cabeza de Vaca, Silvano Aureoles, Beatriz Paredes, Miguel Angel Mancera y Xóchitl Gálvez. En particular, Xóchitl Gálvez ha experimentado un crecimiento notable en las preferencias, ganando terreno en la opinión pública. Por otro lado, Lily Téllez, quien también buscaba la candidatura, anunció recientemente su dimisión de la contienda. Téllez expresó críticas hacia el método utilizado para elegir al candidato, lo que la llevó a tomar la decisión de retirarse del proceso.
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