Kazuo Umezu, legendario creador de manga japonés y una de las figuras más influyentes del género de terror, falleció a los 88 años, según confirmó un portavoz de su editorial. La muerte del autor ocurrió el 28 de octubre, y su estudio, UMEZZ, informó que el funeral se celebró en privado, rodeado de sus familiares y amigos más cercanos.
Desde el inicio de su carrera, Umezu destacó por su habilidad para mezclar lo sobrenatural, el suspenso y lo grotesco, convirtiéndose en el “dios del manga de terror”. Obras como Reptilia y El chico de ojos de gato no solo marcaron a generaciones de lectores, sino que crearon un nuevo estándar para el manga de horror. Con su estilo rompedor y sus historias cargadas de elementos macabros, Umezu cautivó tanto al público japonés como al internacional, estableciendo un estilo único en la narrativa gráfica.
Inspirado por las escalofriantes historias que escuchaba de niño, Umezu se alejó del manga infantil y se adentró en el Gekiga, un movimiento de manga de estilo cinematográfico y temas maduros. Este cambio lo llevó a crear Aula a la deriva, una de sus obras más emblemáticas, en la que un grupo de niños es transportado a un futuro sombrío y devastado. Esta historia, que consolidó su estatus de autor vanguardista, le valió el Premio Shogakukan en 1974 en la categoría general, uno de los mayores reconocimientos en el manga japonés.
En 2018, Umezu fue galardonado con el Premio Patrimonio del Festival de Angulema en Francia por su obra Yo soy Shingo. Tomo I, un reconocimiento que destacó su aportación al cómic mundial. Con su obra, Kazuo Umezu no solo dejó un legado en el manga de terror, sino que abrió las puertas a nuevas formas de narrar el horror y explorar el lado oscuro de la humanidad.
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