Reforma de Pensiones en México: Los Desafíos del Nuevo Fondo para el Bienestar
El lunes pasado, la Cámara de Diputados dio luz verde a la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, una iniciativa presentada por los diputados morenistas Ignacio Mier Velazco y Angélica Ivonne Cisneros, que implica reformas a varias leyes, entre ellas la Ley del Seguro Social, la Ley del Infonavit, la Ley del ISSSTE y la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro.
Esta medida, parte del ambicioso paquete de reformas constitucionales propuesto por el presidente López Obrador en febrero, busca establecer un fondo para financiar las pensiones de los trabajadores. Sin embargo, el dictamen que ha sido enviado al Senado para su aprobación deja algunas incertidumbres sobre las reglas de operación, los beneficios y el destino a corto plazo de los recursos.
El objetivo principal del Fondo de Pensiones para el Bienestar es garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a una pensión digna. Sin embargo, las modificaciones a la ley no detallan cómo se utilizará el dinero para beneficiar a los trabajadores. Aunque la jubilación con el 100% del último salario está entre las 20 reformas constitucionales propuestas por López Obrador, aún no se ha discutido el posible monto que recibirán los pensionados con la nueva iniciativa.
En cuanto al financiamiento del fondo, la reforma establece que las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) deberán transferir al Fondo de Pensiones para el Bienestar los recursos de los trabajadores a partir de los 70 años que no hayan solicitado la devolución de los saldos de sus subcuentas de retiro, cesantía en edad avanzada y vivienda. Se espera recaudar alrededor de 40.000 millones de pesos por este medio. Además, el fondo se financiará con las incautaciones del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, los recursos del proceso de liquidación de Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, y las utilidades de entidades paraestatales como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Tren Maya.
El Fondo de Pensiones para el Bienestar complementará las pensiones de los trabajadores afiliados al IMSS y al ISSSTE que hayan comenzado a cotizar desde julio de 1997 y se jubilen a partir de los 65 años de edad bajo el sistema de las Afore.
Aunque la reforma aún debe ser aprobada por el Senado, se espera que suceda en una de las próximas sesiones ordinarias. La medida entraría en vigor un día después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, aunque el presidente ha expresado su deseo de que esto ocurra el 1 de mayo, el Día del Trabajo.
La defensa de la iniciativa por parte de López Obrador ha generado controversia, con críticas sobre el posible uso de los recursos y las reglas de operación del fondo. Los líderes parlamentarios del PRI y el PAN han anunciado su intención de recurrir a la Suprema Corte mediante una acción de inconstitucionalidad para tratar de frenar la creación del fondo de pensiones. Mientras tanto, los candidatos presidenciales han expresado opiniones diversas sobre el tema, destacando la necesidad de garantizar el respeto a los ahorros de los trabajadores y la transparencia en el manejo de los fondos.
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