El Fantasma del Militarismo y la Estatización en México | Sonora Star por Luis Fernando Heras Portillo

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El Fantasma del Militarismo y la Estatización en México | Sonora Star por Luis Fernando Heras Portillo

“El Fantasma del Militarismo y la Estatización en México”

Por: Luis Fernando Heras Portillo

Empresario. Comentarios….

 

¿Por qué es mala la militarización en una Democracia como México? Pues porque Impulsar la militarización puede ser perjudicial  por varias razones:

  1. Amenaza la separación de poderes: La militarización puede llevar a una mayor influencia y poder de las fuerzas armadas en la política y en las decisiones del gobierno, lo que puede socavar la separación de poderes y debilitar los controles y equilibrios necesarios en una democracia.
  2. Restringe las libertades civiles: La militarización a menudo implica un aumento en la presencia militar en la sociedad, lo que puede llevar a un aumento en la vigilancia y el control sobre los ciudadanos. Esto puede resultar en restricciones a las libertades civiles, como la libertad de expresión, la privacidad y el derecho a la protesta pacífica.
  3. Prioriza la seguridad sobre otros aspectos importantes: Al impulsar la militarización, se puede poner un mayor énfasis en la seguridad y la defensa, en detrimento de otros aspectos igualmente importantes en una democracia, como el desarrollo social, la educación, la salud y el bienestar de los ciudadanos.
  4. Aumenta el gasto militar sin transparencia y la militarización implica un aumento en el gasto militar, lo que puede desviar recursos importantes que podrían utilizarse en áreas como la atención médica, la educación y el desarrollo económico. Esto puede tener un impacto negativo en el bienestar general de la sociedad.
  5. Fomenta una cultura de violencia: La militarización puede fomentar una cultura de violencia y conflicto, en lugar de promover la resolución pacífica de los problemas. Esto puede tener repercusiones negativas en la convivencia y la cohesión social en una democracia.

Cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia, reconoció y gritaba la corrupción como el principal problema del país. A pesar de conformar un equipo de colaboradores honestos y capacitados, así lo entendimos los mexicanos; con el tiempo, especialmente a partir del segundo año de gobierno, tomó decisiones de quitarles toda la confianza, el poder y gran parte del presupuesto a instituciones clave del gobierno federal, como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la SEDATU, la Secretaría del Bienestar, a Gobiernos Estatales y municipales incluso de Morena,  a todos les quita el prespuesto y lo envía al ejército.

Este fenómeno, conocido como militarización, ha desconcertado a muchos. El presidente argumenta que esta medida busca evitar la corrupción, evidenciando una profunda desconfianza hacia sus propios colaboradores, incluyendo gobernadores y alcaldes de su propio partido, Morena, a quienes no les asigna fondos ni les otorga recursos por falta de confianza.

Esta actitud, aunque se presenta como un intento de erradicar la corrupción, deja a los mexicanos cuestionándose la interpretación: ¿son los militares incorruptibles mientras que los civiles, incluso aquellos de su propio partido, son considerados de dudosa honestidad o corruptos?

El presidente ha asignado billones de pesos al ejército, destacando una marcada preferencia por la militarización en detrimento de otras instituciones. Esta desconfianza generalizada hacia la iniciativa privada y la consecuente estatización, donde el gobierno asume roles que tradicionalmente realiza el sector privado, ha generado inquietudes en la sociedad y en la iniciativa privada.

El gobierno, bajo esta administración, ha incursionado en diversas áreas como farmacéutica, transporte y construcción, alejándose de contratos con grandes constructores privados y optando por la ejecución estatal. Esto ha llevado al gobierno a actuar como agricultor, ganadero, minero y en muchos otros roles, en una especie de gobierno estatista.

La preocupación crece, y la iniciativa privada expresa su inquietud por esta estatización impulsada por el presidente. Sorprende que estas acciones se realicen en el último tramo de su mandato, generando cuestionamientos sobre por qué no se implementaron en los primeros tres años, cuando tenía mayoría en la cámara y capacidad para realizar cambios constitucionales.

A medida que se acerca el final de su mandato, estas decisiones pueden representar un peligro para México, con ocurrencias y políticas que podrían tener consecuencias irreversibles. La sociedad observa con atención y preocupación, cuestionando la lógica detrás de estas acciones y cómo afectarán al país en el futuro.

Saludos, gracias por su atención.

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