De la Política a los Rieles: La Inauguración del Tren Maya y sus Desafíos
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dio el banderazo de salida al tan esperado Tren Maya, marcando un hito en la infraestructura de transporte del país. La ceremonia de inauguración tuvo lugar en San Francisco de Campeche, donde el mandatario develó una placa conmemorativa para celebrar el tramo inicial de 473 kilómetros, que conecta Campeche con Cancún. Este proyecto, que abarcará más de 1,550 kilómetros en total, fue elogiado por López Obrador como una “obra magna” sin igual en el mundo actual.
La primera estación del Tren Maya, ubicada en San Francisco de Campeche, presenta una estética que rinde homenaje a la cultura maya. A pesar de algunos detalles logísticos pendientes, como la claridad en los accesos y la conexión con el centro histórico, el evento de inauguración fue celebrado por funcionarios gubernamentales, representantes de empresas como ICA, Alstom, Azvindi y Grupo Carso, y la gobernadora de Campeche, Layda Sansores.
López Obrador destacó el respaldo de la población para superar los obstáculos en la construcción del tren, minimizando las críticas medioambientales como “politiquería”. A pesar de más de 25 amparos activos y las preocupaciones sobre el impacto ambiental, el presidente afirmó que no hubo “problemas mayores” gracias al apoyo popular.
El Tren Maya, que iniciará operaciones para el público con dos horarios, se desplazará a 120 kilómetros por hora, conectando Campeche con el aeropuerto de Cancún en aproximadamente seis horas. Sin embargo, las críticas no han cesado, especialmente en relación con el costo de los boletos, que oscilan entre 1,166 y 1,862 pesos (68 a 108 dólares), sin descuentos para nacionales. López Obrador aseguró que los precios se mantendrán “siempre, aunque sea un poquito”, por debajo del costo del autobús para el mismo trayecto.
Antes de abordar el tren inaugural, el presidente adelantó que el proyecto está en su fase inicial y anunció las fechas futuras: la llegada a Palenque, Chiapas, el 30 de diciembre, y la conclusión del recorrido completo a finales de febrero de 2024.
A pesar de la inauguración, el proyecto no ha estado exento de controversias. Mientras que la primera etapa fue la menos problemática, otras secciones, como el polémico tramo 5 de Cancún a Tulum, han enfrentado dificultades debido a la complejidad del terreno, incluyendo la presencia de cenotes. El impacto ambiental ha generado una fuerte oposición, con más de 25 amparos activos en contra del proyecto.
La sociedad civil y diversas organizaciones han expresado su preocupación por la deforestación, la destrucción de manglares y el riesgo para especies en peligro. La página oficial del Tren Maya presenta una cuenta regresiva para el inicio de las operaciones, pero las críticas persisten y los opositores al proyecto cuestionan las prioridades del gobierno en medio de las dinámicas territoriales y sociales alteradas.
En medio de la inauguración del Tren Maya, se acerca el final del sexenio de López Obrador, y el panorama deja a la vista proyectos inconclusos. Además del tren, la refinería Dos Bocas y el aeropuerto Felipe Ángeles han sido inaugurados, pero la refinería no ha procesado petróleo y el aeropuerto parece infrautilizado.
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