La economía mexicana ha registrado un buen inicio de año. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) México tuvo un crecimiento del 1% en el primer trimestre de 2023, que si bien no llegó al 1.1 por ciento estimado el mes pasado, la economía nacional tuvo su mejor desempeño desde el segundo trimestre del 2022.
Sin embargo, no todos los sectores económicos se han recuperado al mismo ritmo. Durante los últimos 12 meses, las actividades terciarias (comercio y servicios) crecieron un 4.2%, las primarias (agropecuarias) un 2.9% y las secundarias (minería, manufactura, construcción, generación de energías, etc) un 2.4%.
A pesar de que las actividades primarias tuvieron un incremento del 2.9% respecto al mismo trimestre de 2022, hubo una caída del 2.8% en comparación con el trimestre inmediato anterior (cuarto trimestre de 2022). En cambio, entre enero y marzo de 2023, la actividad económica de México mostró un mayor dinamismo en el consumo que impulsó al sector terciario, así como una demanda resiliente por parte de Estados Unidos para mantener el ritmo en el secundario.
El sector terciario tuvo un crecimiento del 1.5% trimestral, sin cambios respecto a la estimación previa, que representó su mejor dato desde el último trimestre del 2020.
En cuanto a la economía doméstica, la inflación logró desacelerarse en la primera quincena de mayo para ubicarse en un 6.00% anual, luego de haber repuntado a un 6.27% en la segunda quincena de abril, según el INEGI. Esto significa que poco a poco los productos de la canasta básica que consumimos día a día poco a poco van volviéndose más accesibles.
Este descenso en la inflación anual, el nivel es el más bajo que ha tenido esta tasa desde la primera quincena de septiembre de 2021 y continúa cayendo a medida que se desvanecen los shocks temporales y gracias a los ajustes del Banco Central sobre las tasas de interés, un crecimiento más débil del gasto privado y el efecto de una política monetaria restrictiva.
El dato surge días después de que Banxico detuvo su ciclo de incrementos de la tasa de interés dejándola en un 11.25% con el objetivo de observar la evolución de los precios en los próximos meses.
Las buenas señales sobre el comportamiento de la inflación también se observaron en la subyacente, que elimina los precios más volátiles como los combustibles o alimentos básicos, cuyo componente se ubicó en un 7.45% anual en la primera quincena de mayo, desde un 7.59% observado al cierre de abril y siendo su nivel más bajo desde la segunda quincena de mayo del año pasado.
En cuanto al tipo de cambio, el peso mexicano se apreció un 1.07% frente al dólar en mayo, por lo que el tipo de cambio se ubicó en las 17.66 unidades.
Existen al menos tres factores que han fortalecido a la moneda mexicana al grado de convertirla en el llamado ‘súper peso’: el aumento en el flujo de dólares gracias a las remesas y la inflación, las políticas restrictivas implementadas por Banxico y la liquidez con la que cuenta la divisa. Entre 2022 y 2023, el peso mexicano se ha vuelto una de las monedas más apreciadas del mundo y ha ganado terreno frente al dólar.
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