De la mesa directiva a la mesa de negociaciones | Monitor por Alan Castro Parra

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De la mesa directiva a la mesa de negociaciones | Monitor por Alan Castro Parra

De la mesa directiva a la mesa de negociaciones

Se aproximan tiempos difíciles para el Poder Legislativo en Sonora, el próximo período ordinario de sesiones viene acompañado de la renovación de la mesa directiva del Congreso del Estado, la cual será presidida ni más ni menos que por Acción Nacional. Pero, ¿por qué el PAN presidirá este período y qué dice la ley al respecto?

Según el título cuarto de la ley orgánica del Poder Legislativo, el cual habla de la organización del Congreso del Estado y la integración de la mesa directiva, señala en su artículo 56 que quien la presida deberá reflejar la composición plural representada en el Congreso. Además, se deberán observar los principios de paridad y alternancia de género. Es decir, no deberá repetir partido, ni género.

El artículo 57 versa, que la propuesta de la mesa directiva deberá provenir de un acuerdo previo de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Político. Mientras que el artículo 58 dicta que el primer período ordinario del primer año de cada legislatura será presidido por una integrante del grupo parlamentario con mayor representación, y las subsecuentes presidencias recaerá en las otras fracciones.

En ese mismo artículo, reitera que el acuerdo para la rotación de la mesa directiva será propuesto por la CRICP ante el pleno, y en su conformación se privilegiará la paridad de género y la composición plural del congreso. Insisto, deberá ser otra fuerza política la que encabece la mesa directiva, pero sobre todo se deberá privilegiar la alternancia de género, es decir no repetir género en la presidencia.

Es así cómo podemos entender que, al inicio de la legislatura Morena a través de su diputado, Jacobo Mendoza, encabezó la mesa directiva el primer período de sesiones, para el siguiente período la bancada con más representación era el PRI con cuatro diputados, interpretando la ley y sobre todo respetando los acuerdo tomados en la CRICP, Natalia Rivera llegó a la presidencia.

Al término de este período, hubo una reorganización en el Congreso y si bien el Partido del Trabajo no contaba con la mayor representación después de Morena y el PRI, se acordó que el PT presidiría la mesa directiva, solo que había un pequeño problema, seguía genero hombre en la presidencia, por lo cual hubo una renegociación para que Diana Karina Barrera pudiera ser la presidenta.

Hoy se pudiera pensar que Acción Nacional es la bancada con mayor representación después de Morena, el PRI y el PT, pero no es así. Con la reconfiguración del Congreso, el PRI se quedó sin representación y la segunda fuerza dentro del recinto legislativo es ni más ni menos que Movimiento Ciudadano, lo cual nos reafirma que la llegada del PAN es un acuerdo, pero no una casualidad.

Para Morena y aliados les conviene que fracciones parlamentarias de oposición presidan los períodos de principios de año, pues no se ven temas torales como la revisión de la cuenta pública o la aprobación del presupuesto, así que cediendo este período cumplen con el acuerdo de pluralidad, aunque en las dos ocasiones que ha estado un partido oposición ha sido una oposición simulada.

En su momento, el PRI y ahora el PAN, han votado más como fracciones aliadas a la cuarta transformación que realmente como oposición, si realmente hubiera la voluntad de que el congreso fuera un contrapeso de gobierno se hubiera optado por darle a Movimiento Ciudadano la presidencia de la mesa directiva, al fin y al cabo, lo hubieran podido mayoritear cuantas veces fuera posible.

Bueno, hasta aquí se puede entender la llegada de Acción Nacional al frente de la mesa directiva, ahora faltaría definir quién de los tres diputados deberá presidir, y cualquiera pensaría de nueva cuenta que le toca a un hombre, en este caso el folklórico Armando Gutiérrez “El Bigotes”, pero nos equivocamos de nuevo, pues el sentido común en política es el sentido menos común.

Trascendió (viernes) que quien va a presidir la mesa directiva es la diputada Alejandra López Noriega, lo cual significaría una violación a la ley orgánica del Poder Legislativo por la cuestión de la paridad de género, pues sería el tercer período consecutivo que presidirá una mujer el Congreso del Estado, entiendo que es la legislatura de las mujeres, pero tampoco se debe aprovecharse del tema.

Es decir, las negociaciones políticas no se deben de cubrir con el velo de la lucha de mujeres que realmente trabajaron por abrir la brecha a más mujeres y quebrar el techo de cristal sobre todo en el congreso, pues ya sería el colmo que bajo de el pretexto de supuestas “acciones afirmativas” se quieran ocultar acuerdos en lo oscurito, como sucedió en la designación de la pasada mesa directiva.

No me mal entienda, no estoy en contra que una mujer llegue a la mesa directiva, lo que lamento es que los diputados que se encargan de hacer las leyes que rigen al Estado, no respeten ni siquiera su propia ley orgánica y utilicen a las mujeres para seguir simulando, pues la llegada de Alejandra López Noriega a la presidencia, desnuda un acuerdo con el gobierno que huele y apesta, a impunidad.

Pues si faltara agregar algo a la ecuación, hay que decir que Alejandra López Noriega, la pasada legislatura del Congreso del Estado manejó el presupuesto a su antojo al presidir la comisión de administración y beneficiarse con la complicidad de toda la legislatura, contando a directivos administrativos del propio Congreso, obteniendo un poder impresionante a expensas del PRI gobierno.

Tampoco hay que olvidar, que la diputada llegaría a presidir un poder en el estado con serias acusaciones de corrupción, exhibidas en el reportaje de la Estafa Legislativa, donde se ha expuesto todo un entramado de corrupción que hasta el momento las autoridades estatales y entes anticorrupción se han hecho ojo de hormiga, quizá porque siguen negociando su impunidad con estas cosas.

Los beneficios de presidir la mesa directiva para Acción Nacional son muchos, pues le da la oportunidad de sentarse a negociar con el gobernador Alfonso Durazo al presidente estatal del PAN Gildardo Real y a la propia diputada Alejandra López Noriega, no solo su impunidad, sino cualquier tema que le interese al ejecutivo que pase sin complicaciones por el legislativo, aunque pueden aprobar cualquier cosa.

Pues si bien no necesitan al PAN para impulsar cualquier iniciativa de ley o reforma constitucional, negociar con el potencial opositor electoral le permiten al gobernador ir planchando acuerdos para el futuro de su proyecto, neutralizar a la oposición y seguir gozando de estabilidad y gobernabilidad en el estado, pues Gildardo es capaz de vender a todos sus militantes en canal.

Para nadie es un secreto, que Gildardo Real está reacio de acatar un inminente acuerdo nacional de ir en alianza con el PRI y PRD, pues seguramente querrá hacer su propia negociación en lo estatal, y aunque realmente en votación no está en condiciones de exigir, su mejor carta para negociar se llama Toño Astiazarán y si no le sale el juego, su as bajo la manga sería un tal Luis Serrato. 

Se vienen tiempos difíciles en el congreso del estado, esperemos que este año preelectoral no solo se enfoque en cuestiones políticas dejando todavía más de lado lo que siempre ha sido lo más importante, realmente legislar para el estado y para la gente que les brindó su confianza y los sentó en la curules desde donde hoy disfrutan de onerosos salarios y privilegios a cargo del erario público. Es cuanto.

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