Disculpe usted el lugar común, pero como dicta el adagio popular, no cabe duda que: “no es lo mismo ser borracho, que cantinero”. El 21 de junio del 2019, cuando todavía se veía muy lejana la posibilidad de que María Dolores del Río Sánchez se sumará al proyecto de la Cuarta Transformación.
La entonces diputada local de Movimiento Ciudadano, a través de un video en redes sociales hacía fuertes señalamientos a las autoridades estatales y federales por la inseguridad que se vivía en Sonora. Criticaba una reunión de seguridad de la otrora gobernadora Claudia Pavlovich y el ex secretario de seguridad nacional Alfonso Durazo, a quienes señalaba que habían sido rebasados por la delincuencia.
No pensaba en ese momento que unos años más tarde, compartiría con ambos personajes el mismo proyecto político. Al contrario, en ese entonces invitaba a los demás diputados del Congreso del Estado a llamar a cuentas al Secretario de Seguridad Pública y la propia fiscal Claudia Indira Contreras, para que explicaran cuál era la estrategia de seguridad.
Así mismo, hacía un exhorto para que el secretario de seguridad y protección ciudadana, Alfonso Durazo, priorizara su Estado, pues no bastaba con tomarse fotos y anunciar la llegada de más elementos de la guardia nacional a la entidad. “Lo que todos queremos es saber, ¿cuál es la estrategia para regresarle la paz a Sonora?”, remataba su mensaje, sin embargo, no esperaría que más de tres años después, esa misma pregunta le rebotaría en la cara como Secretaria de Seguridad Pública.
Pues más allá de los “abrazos y no balazos”, la estrategia de seguridad pública sigue siendo una incógnita, en definitiva, tampoco se ha regresado la tranquilidad en varias regiones del estado donde impera la violencia. Lo más curioso de aquellos mensajes políticos, es una respuesta que daba a un tuit, donde aseguraba de manera textual lo siguiente:
“La inseguridad y la ola de violencia va en aumento. Eso es innegable. Los que asumieron gobernar en estos tiempos tienen la obligación de responder, y si no pueden que no le entren.” ¿Seguirá pensando lo mismo?. “Si no pueden que no le entren”, ¿le diría lo mismo Dolores del 2019 a Dolores del 2023?, yo no lo creo. Como dicen por ahí: siempre hay un tuit.
Sabemos de la capacidad de María Dolores del Río Sánchez y más allá de posibles cambios, lo que esperamos son resultados, no solo por el bien de Dolores, sino de Sonora.
Sonora entre la percepción y la realidad, número fríos y ambiente caliente
Cerramos el año pasado en Sonora con un diciembre violento, en plenas fechas decembrinas cuando todo debería de haber sido paz y armonía, se desató una guerra sin cuartel en varios municipios del estado dejando lamentablemente saldo rojo.
Sin embargo, en la primera conferencia semanal del gobierno estatal, la fiscal Claudia Indira Contreras presentó una serie de estadísticas donde muestran algunos índices delictivos a la baja, datos duros que distan mucho del clima de inseguridad que se vive. Y es que cuando se habla de inseguridad, los números se vuelven cada vez más fríos para la ciudadanía, pues de poco sirve decir que se redujo del 2021 al 2022 un 10% en homicidios dolosos, cuando en plena luz del día es asesinado un vecino en un Oxxo.
Todavía, es peor escuchar a las autoridades argumentar que los delitos de alto impacto abonan a la percepción de inseguridad y que no necesariamente la percepción, es realidad. Entonces, ¿qué es lo real y qué es lo falso en el tema de seguridad pública? En el 2021 se asesinaron a 1930 personas en Sonora, en 2022 fueron 1739, el mes más violento precisamente fue diciembre, donde se tuvo el máximo histórico con 203 homicidios dolosos, en el resto del año no bajaron de 113 decesos por mes.
Siguiendo la estadística podemos decir que, en el estado, durante el año pasado se asesinaron en promedio cuatro personas diarias, pero como le digo, aunque el ambiente esté caliente los números son igual de fríos que esta temporada invernal. El tema del narcotráfico y la delincuencia organizada sigue siendo el talón de Aquiles del gobierno federal y uno de los grandes pendientes de la administración estatal, pues si bien solamente llevan un año, ha dejado mucho a desear en ese rubro.
Y esto en gran medida a las expectativas generadas por las propias autoridades estatales, pues con la experiencia en seguridad del gobernador, el apoyo de la federación y respaldo de las fuerzas armadas de México, pocos imaginaban este escenario.
La inseguridad en Sonora es el gran tema y sigue siendo el gran pendiente del gobierno del estado, obviamente es un tema sumamente complejo y prácticamente un monstruo de mil cabezas, sin embargo, nos seguimos preguntando, ¿cuál es la estrategia?.
Año nuevo en el Congreso, la oportunidad para reivindicarse
Prácticamente estamos justo a la mitad del camino de la actual legislatura del Congreso del Estado, cuyo recorrido se ha convertido en una montaña rusa entre la productividad, la subordinación, la incipiente oposición y hasta la impunidad ante la dañina corrupción.
Este nuevo año que pisamos, es una importante oportunidad para el Congreso del Estado para reivindicar no solamente como poder del Estado, sino con todas y todos los representados que eligieron a los 33 diputados que componen esta legislatura.
Cerramos el año pasado con la reestructuración de la deuda pública estatal y la aprobación de un crédito multianual para el Gobierno del Estado, creo que es oportuno comenzar el año haciendo valer de una vez por todas la austeridad republicana y la congruencia financiera.
Para este año podemos hablar de las agendas de cada bancada, el papel de oposición que seguramente adoptarán algunas fracciones, el rol de los aliados y hasta de la nueva mesa directiva, sin embargo, creo oportuno hacer una lista de propósitos de año nuevo.
Propósito número uno, hacer valer los mecanismos aprobados en esta legislatura para garantizar la discusión, debate y socialización de las iniciativas que se presenten o manden al Congreso, es decir, no dejar en letra muerta la ley del parlamento abierto.
Propósito número dos, en vez de endeudar al estado este próximo año, generar ahorros reduciendo el sueldo y todos los fondos a los que tienen acceso cada uno de los diputados, cuyo monto oscila entre el cuarto de millón de pesos mensuales.
Propósito número tres, dejar de presentar ocurrencias y ponerse a legislar a favor de la gente, cercano a las causas ciudadanas y acorde a las necesidades de un marco jurídico que genere desarrollo en el estado, en sus municipios y distritos.
Propósito número cuatro, además de legislar para la gente y no solo para los caballos, retomar su vocación como ente fiscalizador y vigilar la correcta aplicación de los recursos públicos, y sobre todo, no seguir siendo tapadera de la cloaca de la corrupción.
Propósito número cinco, no seguir violentando la libertad de expresión y amedrentando a periodistas a través del retiro de convenios de publicidad o difusión, ni condicionar ese contrato para que se hable bien de algún miembro de la legislatura.
En ese propósito también sugeriría revisar y depurar la lista de medios de comunicación contratados, sobre todo en aquellos medios falsos y aquellos que están condicionados a un moche, o bien simplemente generan un evidente conflicto de intereses.
Aunque pareciera que le estoy poniendo la vara muy alta a los diputados creo que son propósitos alcanzables, confío en que este año esta legislatura se abocará a trabajar en lo que le compete y dejará atrás temas políticos, aunque sea el inicio del año electoral.
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