Miles de mujeres asistieron a la marcha y caravana en Hermosillo que se realizó por el 8 de marzo en marco del Día Internacional para exigir conceptos tan revolucionarios para tiempos pasados como “no me mates”, “quiero llegar a casa”, “quiero ser libre y no valiente” o “cobrar lo mismo que ellos por el mismo trabajo”.
La impresionante columna morada marchó alrededor de las 16:30 horas desde las escalinatas del Museo de la Unison y culminó en el Poder Judicial del Estado con pancartas y mensajes en contra del abuso y la violencia hacia las mujeres, otras con fotografías de víctimas de feminicidio y mujeres desaparecidas.
En la marcha, participaron integrantes de Colectiva Feministas del Desierto, Marea Verde Sonora, las Insolentes, Las de Abajo, Niñas Feministas MX, Tendedero de Agresores y de otras agrupaciones colectivas de la entidad. Así mismo, estuvieron presentes familiares y amigas de la activista Marisol Cuadras asesinada en Guaymas el pasado mes de noviembre de 2021. Estas manifestaciones se vivieron también por largo y ancho de la geografía estatal, nacional y de todo el mundo.
En nuestro país, las colectivas feministas han denunciado que en promedio 10 mujeres son asesinadas al día. De acuerdo con las estadísticas oficiales, durante 2021 se registraron 1,006 víctimas de feminicidios en México, es decir, en promedio 3 mujeres murieron a diario por violencia de género.
Estos hechos, reflejan la lamentable y creciente violencia machista en un país criticado por no atender la inseguridad que padecen las mujeres y por una elevada impunidad en la mayoría de estos delitos. Además, parece que existe una gran brecha de omisión entre las autoridades y las víctimas de estos casos.
El presidente López Obrador minimiza los actos y afirma que grupos conservadores se han infiltrado en el movimiento feminista y que las manifestaciones de este 8 de marzo tienen como propósito atacar a su gobierno; argumento que sirvió para justificar el cerco metálico instalado en el zócalo capitalino para resguardar Palacio Nacional.
El gobierno actual tiene una deuda pendiente con las mujeres, a quienes prometió igualdad, equidad y apoyo, pues desde que inició la administración, los programas que se han visto afectados por el recorte presupuestal fueron, precisamente, aquellos dirigidos a las mujeres.
Los refugios para aquellas que han sido violentadas han desaparecido, igual que las estancias infantiles en donde las madres trabajadoras podían dejar a sus hijos mientras laboran.
Lo último fue que el programa de escuelas de tiempo completo, en donde niños y jóvenes de las zonas más marginadas de México podían recibir un alimento y permanecer hasta las 5 o 6 de la tarde, fue eliminado la semana pasada por la Secretaría de Educación Pública.
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