En medio de la resaca electoral y los reacomodos partidistas que ha dejado el mapa político en Sonora, el Partido de la Revolución Democrática reaparece con una nueva dirigencia, una nueva legalidad y, sobre todo, una renovada intención de no desaparecer del escenario. Joel Ramírez, militante de cepa, fue elegido por unanimidad como presidente de la Dirección Ejecutiva Estatal del PRD, elección que marca el inicio de una etapa que busca ser distinta.
Ramírez no es un improvisado. Lleva más de dos décadas caminando entre las filas del sol azteca, desde las brigadas juveniles hasta las negociaciones legislativas. Hoy le toca encabezar un partido que ya no es nacional, que ha perdido estructura, pero que conserva algo fundamental: una historia política ligada a las causas sociales. Desde esa narrativa, dice, el PRD sonorense pretende reformarse, actualizarse y salir a buscar nuevamente a su gente en los municipios, donde asegura que aún hay tierra fértil para la izquierda.
La entrevista con Nuevo Sonora no es la crónica de un partido en agonía, sino el testimonio de alguien que cree en la posibilidad del resurgimiento. Sin negar los conflictos internos, Ramírez tiende la mano a los disidentes y asegura que la única ruta posible es la del trabajo en campo. La propuesta: reconstruir desde abajo, sin discursos vacíos, con presencia y estructura territorial. La meta, clara: no llegar tarde a 2027, ni en lo operativo ni en lo político.
El reto, sin embargo, no es menor. Convertido ya en partido local, el PRD deberá decidir si compite solo o busca alianzas, y con quién, en un panorama dominado por Morena y sus márgenes amplios. Ramírez habla sin rodeos de las figuras que suenan, de las posibilidades reales de ganar, y de lo que implica enfrentar la “joya de la corona” que será la gubernatura de Sonora. Dice que no hay fórmulas mágicas, pero sí claridad: volver a tocar las puertas de los ciudadanos con propuestas concretas y cercanía real.
Recientemente se llevó a cabo una sesión del consejo estatal del PRD, donde se eligió a la nueva dirigencia encabezada por ti, Joel.
Así es. Fue una reunión con los nuevos consejeros electos, quienes eligieron a la nueva Dirección Estatal. Es una nueva dirigencia porque, al habernos convertido en partido político estatal, la ley nos marcaba que debíamos renovar la estructura. Culminamos este proceso con la elección de tu servidor como presidente, acompañado por Mirna Leyva en la Secretaría General y cinco compañeros más que integran esta dirección.
Se cierra entonces un proceso jurídico que tenía congelado al PRD en Sonora. ¿Ya está completamente resuelto? ¿Qué sigue ahora?
Sí, está resuelto. Estábamos acatando una sentencia del Tribunal Electoral que desde hace seis meses nos ordenó reponer el procedimiento. Fueron tres etapas: la convocatoria, la elección de consejeros y finalmente la elección de esta dirección. Concluimos este domingo y ya notificamos al Instituto que cumplimos con lo ordenado.
¿Qué va a pasar con esa disidencia, con los perredistas o experredistas que impugnaban este proceso?
No, es que yo creo que todos estamos en el derecho de decir: “no me parecen las cosas que pasan en nuestro partido”. Se les va a invitar, se les va a llevar al partido a todos aquellos que estén dispuestos a trabajar por este. Ahorita lo que nos toca es eso: invitarlos y ponernos a trabajar para el bien del PRD.
¿Este conflicto tuvo algún costo político para el PRD? ¿No van tarde rumbo al 2027?
Recordemos que venimos de un PRD nacional que se inició con puros movimientos sociales. Creemos que tenemos que retomar esa base del movimiento social para empezar a caminar de nuevo, pero reformándola y adaptándola a lo que está ocurriendo actualmente. Consideramos que los buenos tiempos del partido nacional se dieron precisamente por eso: porque tomamos de la mano los problemas sociales y los acompañamos. Eso sigue siendo fundamental, pero hay que actualizarlo.
Por ejemplo, hoy no podemos pasar por alto la problemática real que se vive en el estado. Los compañeros gobernantes acaban de rendir sus informes, informes muy bonitos en el papel, pero la realidad es otra. Hace poco alguien me decía: “la delincuencia y la inseguridad en Sonora están por los cielos”. Ahí está el caso de Cajeme, que tristemente se posiciona a nivel nacional como una de las ciudades más inseguras del país.
Mucho se ha hablado de que el PRD debe reformarse. ¿Cómo ves el futuro del partido ahora que es estatal?
Venimos de un PRD nacional que surgió de movimientos sociales. Tenemos que retomar esa base, pero adaptarla a la realidad actual. En su momento, el PRD creció porque acompañaba los problemas sociales. Eso debemos retomarlo, pero actualizando nuestras formas. Hoy no podemos ignorar temas como la inseguridad. Cajeme, por ejemplo, es una de las ciudades más violentas del país.
Al ser partido estatal, ¿cuáles son las limitantes políticas y legales del PRD? ¿Pueden ir en alianza?
Sí, la ley no nos considera un partido de nuevo registro, sino uno que perdió el nacional y alcanzó el porcentaje necesario para conservar registro como estatal. Por eso sí podemos ir en alianza, si así lo decide nuestro consejo.
¿Solo para elecciones locales? ¿Las federales ya no entrarían en esa posibilidad?
Así es. Podemos ir en alianza solo en lo local.
En ese caso, pensando en la gubernatura de 2027, ¿cómo ves ese escenario? ¿El PRD irá solo o acompañado?
Estamos de puertas abiertas. Yo creo que es algo que tenemos que valorar: si vamos acompañados o no en este próximo proceso. Va a ser una elección atípica, porque la gubernatura durará tres años, ya que nos vamos a homologar con otros estados. Entonces, habrá que revisarlo con cuidado.
No podemos dejar de ver las figuras que están sonando. Hay movimientos, entiendo, que se están gestando, aunque no me gustaría adelantarme porque el proceso todavía no lo permite. Pero, por ejemplo, está la figura del alcalde de Hermosillo, Toño Astiazarán, que ha estado empujando con algunos compañeros de la sociedad organizada para encabezar esfuerzos. Eso se valorará en su momento, pero no podemos perder de vista esa posición de cara al 2027.
Movimiento Ciudadano y el PAN han mostrado distancia con el PRI. ¿Qué postura tiene el PRD frente a una posible alianza con el PRI en Sonora?
Es PRI está viviendo una crisis a nivel nacional, y en Sonora es más marcada porque tienen una figura de mucho peso en la representación plurinominal, como es el senador Manlio Fabio Beltrones. Yo creo que ellos tienen que pasar por su proceso, vivir su propia crisis o problemática para poder resolverla.
Nosotros no estamos en condiciones ni es nuestra facultad vetar partidos. Lo que nosotros vemos es que, si se puede construir una gran alianza para el 2027, que sea lo más amplia posible, bienvenidos todos. Si se pueden sumar la mayoría de los partidos, mejor. La sociedad estaría más organizada, y podríamos ir a un proceso muy interesante, muy bueno. Eso sí: encabezado por alguna figura que logre unir. Y tengo entendido que quien está trabajando ese tipo de gran alianza es precisamente el compañero local de Hermosillo.
Según encuestas, Morena lleva amplia ventaja frente a todos los partidos. ¿Crees que se le puede ganar en 2027?
Claro que sí. Morena, como cualquier partido en el poder, está viviendo un desgaste. La ciudadanía ya no se guía por discursos, sino por lo que ve en su realidad. Los informes de gobierno muchas veces no reflejan lo que realmente pasa. En Hermosillo, por ejemplo, hemos ganado dos veces con alianzas. Hay condiciones para repetirlo.
Ahora que mencionas a Hermosillo y Cajeme, ¿cómo ves esa posible contienda entre Toño Astiazarán y Javier Lamarque en 2027?
Suponiendo sin conceder que ellos sean los candidatos, creo que la ciudadanía debería comparar resultados. Los dos han tenido dos trienios para gobernar, y las diferencias están a la vista.
Ya como presidente estatal del PRD, ¿cuál es el plan de trabajo inmediato?
Recorrer el estado. Sonora es grande y hay que estar donde están los problemas. Desde Hermosillo no se puede ver todo. Nos toca reestructurarnos en lo municipal y ser una opción real en el próximo proceso electoral.
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