Por Jesús Donaldo Guirado
Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que hablar del sistema de agua potable en Navojoa era casi como describir un caos total. Las calles estaban llenas de fugas inesperadas y reparaciones urgentes que, muchas veces, apenas eran un parche temporal. La red de agua, que alguna vez funcionó bien, llevaba décadas abandonada, con tuberías tan viejas que en muchos casos superaban los 70 años sin un mantenimiento adecuado.
No obstante, la coyuntura actual parece fincar un nuevo paradigma. Lo que parecía ser una debacle inminente comienza a permear esperanza entre la ciudadanía. El viraje no fue producto del azar ni de la retórica vana, sino de una política pública que, pese a la estrechez presupuestaria, ha empezado a fecundar frutos.
El gobierno municipal, en sincronía con OOMAPASN y el respaldo del ejecutivo estatal, ha instaurado un plan de regeneración paulatina, pero firme, de la red de agua potable. Si bien no se trata de una solución expeditiva –pues desmontar y reemplazar una red vetusta no se logra de un día para otro–, los avances son perceptibles. De manera discrecional y con los ahorros propios del municipio, se está a un tris de adquirir maquinaria vital: retroexcavadoras, pipas, y equipo técnico que permitirán pasar de la reacción al planeamiento.
Esta vez, no se trata de mitigar por golpe y porrazo las consecuencias de años de omisión, sino de abordar el problema desde la raíz, con una visión toral y de largo aliento.
Pero el agua no es el único rubro donde Navojoa empieza a reconquistar su dignidad operativa. Los bomberos –aquellos egregios servidores que suelen quedar al margen de los reflectores políticos– también han visto revitalizado su equipamiento. A través de una estrategia de inversión constante, han comenzado a recuperar esa fuerza que los ha colocado, verbigracia, como campeones del “Bombero Master Challenge 2019” y como número uno en la Asociación Bomberos Pacífico Norte en julio de 2024, enfrentando y venciendo a delegaciones de ciudades colosales como Hermosillo, Cajeme y Nogales.
Incluso en suelo internacional, su valía es incontrovertible. En los Juegos Latinoamericanos de Policías y Bomberos 2024, celebrados en Cali, Colombia, el cuerpo de bomberos de Navojoa obtuvo segundo lugar por equipos y un insigne tercer lugar individual en la categoría “Súper Bombero”.
Estas gestas, más que galardones anecdóticos, son prueba fehaciente de que, cuando hay voluntad férrea y una administración comprometida –aunque imperfecta y sujeta al escrutinio público, como toda estructura democrática– se puede avanzar en medio de la vorágine.
Navojoa se encuentra, sin duda, en un punto álgido. Que esta conjunción de voluntades y acciones no sea efímera depende no solo de la grey política, sino también de una ciudadanía que no puede ceñirse a la queja, sino también apropiarse del deber de vigilar, cuestionar y, cuando sea menester, exigir.
Porque sólo así, con corresponsabilidad, se evita regresar al fango de la improvisación y se avanza hacia la cúspide de una administración pública más pulcra, más eficiente y, sobre todo, más humana.
Por cierto, con una inversión superior a los 5 millones de pesos de parte de la Secretaría de Bienestar del Gobierno del Estado, fueron anunciadas obras de rehabilitación en la infraestructura sanitaria para Navojoa, con dos proyectos vitales, como el cárcamo Nogalitos y el cárcamo Industrial.
El secretario Fernando Rojo de la Vega, visitó Navojoa para dar a conocer los proyectos que se pondrán en marcha a partir de este lunes, las cuales consideró que son obras que no se ven, pero sí se sienten. Se contemplan rehabilitaciones físicas, que van desde cercos, puerta vehiculares, hasta renovación de las instalaciones eléctricas, con subestaciones nuevas, pero además, el lograr renovar bombas, válvulas, jaulas y drenes, para que ambos cárcamos trabajen el 100 % de su capacidad.
Pero además, se anunció otro proyecto en Etchohuaquila, el cual consiste en la rehabilitación completa de la red hidráulica, con más de 300 tomas domiciliarias y un beneficio a mil personas. Rojo de la Vega describió que tras varios años de sequía, este tipo de obras son prioridad, con proyectos en los que los tres niveles de gobierno trabajan, principalmente en el Sur de Sonora.
Desde la cama, pero jamás inmóvil: la lección política de Carmelo Vázquez Valencia
En la vorágine política donde la mayoría aguarda los reflectores para accionar, hay personajes que —lejos de la estridencia mediática— encarnan la acción constante, incluso en la adversidad física. Tal es el caso de Carmelo Vázquez Valencia, coordinador distrital del Partido del Trabajo (PT) en el Distrito 07 de Sonora, quien, pese a sufrir una fractura de rodilla que requirió intervención quirúrgica, no ha cejado en su labor proselitista ni en su vocación de servicio.
Postrado en cama, ha fincado una dinámica política de solidaridad tangible: envíos de despensas, comidas completas con motivo del Día del Padre, así como la distribución de equipo médico en comarcas necesitadas. Una acción que, más que filantropía, configura una estrategia endógena de fortalecimiento del tejido social desde lo local.
Vázquez Valencia no opera en solitario. Lo respalda la musculatura política de Ramón Flores, comisionado político nacional del PT en Sonora, quien, en esta coyuntura, se muestra más férreo que nunca en su adhesión irrestricta al ideario de la Cuarta Transformación. Ambos construyen una mancuerna donde la juventud energética del primero y la sapiencia táctica del segundo producen una sinergia insoslayable.
Lo que para algunos podría ser un traspié, en Carmelo se vuelve impulso. Su proyección va en ascenso colosal, escalando con paso firme en una arena política donde pocos jóvenes logran tal penetración sin diluirse entre vendettas internas o el yugo del caciquismo local. Su nombre resuena en los corrillos políticos y comienza a permear en los espacios de toma de decisión, donde su constancia y pulcritud operativa resultan cada vez más perceptibles.
Carmelo es una persona que, gracias a su arduo trabajo, es un claro ejemplo de que para la política no hay edad y que un joven también puede con la chamba.
El regreso de la elegancia a Álamos: un festín para los sentidos
Samuel Borbón.- Que elegancia las de… Álamos
En una ciudad que ha sabido mantenerse como joya colonial del noroeste mexicano, la tradición y la modernidad han decidido darse la mano en un evento que promete marcar un antes y un después en la vida cultural de Álamos, Sonora. Con el propósito de fomentar el turismo y revitalizar la oferta artística y sensorial del municipio, este 27, 28 y 29 de junio se celebrará el Primer Festival Gastronómico Álamos 2025.
La llamada Ciudad de los Portales, que durante años brilló por su arquitectura virreinal y su atmósfera nostálgica, ahora se prepara para recuperar un matiz que parecía haber quedado en el pasado: el de la elegancia. Bajo la administración del alcalde Samuel Borbón, Álamos no solo se sacude el polvo del olvido institucional, sino que se levanta con nueva clase, albergando actividades que evocan sofisticación sin perder identidad.
Este festival no será un evento común. La propuesta trasciende la mera degustación culinaria: talleres, arte en hielo, música en vivo y una cena de gala serán parte del itinerario, generando una experiencia que entrelaza los sentidos con la cultura local. Y aunque la gastronomía será la protagonista, el telón de fondo lo compone un esfuerzo más amplio: reintegrar a todos los sectores de la población a la dinámica turística y cultural del municipio.
Durante mucho tiempo, Álamos fue sinónimo de festivales de corte tradicional o histórico, como el recordado Festival Alfonso Ortiz Tirado. Pero este nuevo proyecto le habla también a un público que busca experiencias contemporáneas, estéticas y de buen gusto. No es solo turismo: es turismo con distinción.
El impulso que Samuel Borbón está dando a este tipo de eventos no es casual ni menor. En tiempos donde muchos gobiernos municipales apenas logran sostener sus funciones básicas, Álamos apuesta por lo intangible: la cultura, la belleza, la experiencia. Y en ese acto de valentía institucional, también se redefine su imagen frente al mundo.
Con esta iniciativa, Álamos se reafirma como una ciudad capaz de reinventarse sin traicionar su esencia. Se trata de una declaración: la elegancia ha vuelto, y con ella, un futuro prometedor para el turismo cultural del sur de Sonora.
Porque al final, como decía Oscar Wilde, “el gusto por lo exquisito no se impone: se cultiva”. Y en Álamos, ese cultivo ya ha comenzado.
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