Por Alan Castro Parra
Ya pasó una semana del discurso del Gobernador Alfonso Durazo donde invitó a sus colaboradores distraídos a olvidarse de sus legítimas aspiraciones personales, para concentrarse en sus responsables institucionales y que sean sus resultados la mejor carta de presentación.
No obstante, los mensajes del Doctor Durazo aún siguen resonando entre las paredes del Palacio de Gobierno, generando algunos movimientos y reacomodando grupos al interior de la administración estatal, incluso premiando lealtades y castigando supuestas deslealtades.
Célida López y Manu Cañez.- La cuerda
Sin duda el Gobernador marcó su línea, pero también tiró mensajes entre líneas, como la solicitud a su equipo de lealtad sin fisuras, pues aunque pareciera un mensaje claro lo que realmente se puede interpretar es que es que ha existido traiciones y pérdida de confianza.
Por supuesto que el Gobernador Durazo a estas alturas del partido sabe muy bien con quién cuenta y con quienes no, y aunque el mensaje fue para todas y todos los funcionarios de primer nivel, creo que llevaba dedicatoria para algunas secretarias y secretarios en especial.
Y es que es entendible el manotazo a la mesa del ejecutivo, no puedes echar a perder cuatro años de un proyecto transformador por ambiciones vulgares, si hasta el momento las cosas se han hecho correctamente es sumamente importante no distraerse rumbo a la recta final.
Está claro, Alfonso Durazo quieres ser el mejor gobernador en la historia de Sonora, pero no lo podrá ser si su equipo de trabajo no hace las cosas bien, ahi vemos el caso de los últimos dos gobernadores, quienes por ser permisivos y subordinar el poder, perdieron hasta su prestigio.
Lo dicho, dicho está… faltan tres meses para el cuarto informe de gobierno y el mandatario estatal ya marcó su línea de trabajo, el que no esté alineado que se vaya preparando para ser sustituido, aunque ha decir verdad, se dice que varios ya se encuentran en la mira.
Y mientras algunos se tambalean y equilibran en la cuerda floja, la cuerda siempre se rompe por lo más delgado, como al parecer sucedió el pasado jueves con la renuncia de Manu Cañez a la dirección del Instituto de Becas y Crédito Educativo, donde venía haciendo un excelente trabajo.
Por azares del destino tuve la oportunidad de ver las firmas del nombramiento como encargado de despacho del instituto del talentoso Abraham Sierra, quien llega a esa posición por supuesto que por sus capacidades, pero también por la confianza y sobre todo sus sólidas lealtades.
Por cierto se había mencionado a Abraham Sierra como posible Secretario Particular del Jefe del Ejecutivo, por supuesto que antes del arribo de Rogelio Piñeda, quien por cuestiones similares llegó hace más de dos semanas a esa posición: lealtad y confianza.
Hay que decirlo, solamente seis meses dentro del aparato estatal bastaron para que Rogelio Piñeda pudiera demostrar su capacidad y generar la los vínculos de confianza, dejando de lado cualquier posibilidad de improvisación, riesgo de travesura o una posible traición.
En esas misma tesitura podríamos ubicar a Paloma Terán, de quien ya hemos hablado en este espacio, que si algo ha venido a aportar al círculo cercano de Alfonso Durazo, es más allá de su aportación en la comunicación es su compromiso con el proyecto del gobernador.
Después del mensaje del gobernador Durazo queda claro que quien se mueva en estos momento por algún interés personal, pues simple y sencillamente no pertenece al establo del mandatario, así lo demostró recientemente el presidente municipal de Cajeme, Javier Lamarque.
¡Nadie podía saberlo!, luego de que durante el último año Lamarque Cano había declarado hasta que lo dieran por muerto a la gubernatura, tres Doritos después declaró que está más vivo que nunca para buscar la candidatura a la gubernatura de Sonora, burda y evidente estrategia.
Pero aunque los tiempos han cambiado e incluso se han adelantado, Javier Lamarque no debe de perder de vista una cuestión, todavía hay Gobernador, y sus declaraciones no abonaban al orden y sobre todo la unidad que busca establecer en el movimiento el gobernador.
Hablando de unidad en el movimiento, que oportuna reunión tuvo el comisionado nacional del PT en Sonora, Ramón Flores, ni más ni menos que con el gobernador Alfonso Durazo, disipando chismes, mitotes e intrigas, pero sí reafirmando su compromiso de seguir trabajando en equipo.
Sin duda son tiempos complicados y de gran incertidumbre en el movimiento a nivel estatal, la paranoia política está vigente y ya no sabes ni en quién confiar, no vaya a ser que pienses que estás muy bien y de pronto te enteres que te quieren endosar algunas traiciones al gobernador.
Froylán Gámez y Abraham Sierra.- La lealtad paga
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