- “He tenido la oportunidad de estar cerca de las personas, verlas de frente y entender cuál es la necesidad real que tienen. Esa cercanía, sumada a mi experiencia y conocimientos, me ha llevado a comprender más a fondo la importancia de esta labor”.
- “Quienes me conocen saben que soy una persona comprometida, y estaré aplicando todos mis conocimientos y formación, haciendo lo que me corresponde con responsabilidad y cercanía. Hay que identificar la boleta amarilla dorado, que es la correspondiente a los jueces. En el apartado de juez en materia familiar, aparecerá mi nombre con el número 47”.
Por Milton Guirado
Con 18 años de trayectoria dentro del Poder Judicial, Daniel Meza ha transitado cada etapa de su carrera con constancia y entrega. Egresado de la Universidad de Sonora, cuenta con una sólida preparación en derechos humanos, amparo y mediación. A lo largo de los años, ha cultivado no solo conocimientos técnicos, sino también una sensibilidad especial por la materia familiar, donde afirma estar listo para servir y juzgar con responsabilidad.
Para Daniel, aspirar a ser juez en materia familiar es mucho más que un paso profesional: es el resultado de una vocación clara. Desde sus primeros años como actuario hasta su actual función como secretario de acuerdos, ha aprendido a ver más allá de los expedientes. “Una cosa es lo que se dice en la demanda, pero otra es la necesidad real de las personas”, asegura.
Su camino inició como supervisor de mantenimiento y, poco a poco, fue ascendiendo mientras estudiaba Derecho. Con cada nuevo puesto, adquirió cercanía con las personas y sensibilidad hacia sus problemáticas. Fue en el juzgado familiar donde reafirmó su deseo de contribuir desde un espacio en el que se impacta directamente en la vida de las familias.
Como secretario de acuerdos, Daniel desempeña un rol clave en el funcionamiento judicial: analiza expedientes, elabora resoluciones y trabaja en conjunto con el juez. Su compromiso va más allá del horario oficial; muchas veces se queda hasta la noche, impulsado por la necesidad de resolver casos urgentes. “Es un trabajo demandante, pero lo hago con gusto”, afirma.
Uno de los mayores motores de Daniel es lograr que un conflicto aparentemente imposible se resuelva. Casos de pensión alimenticia o juicios detenidos por años han encontrado solución con su intervención. “Aunque no siempre conozco sus rostros, saber que ayudé a alguien me llena profundamente”, dice con emoción.
Para Daniel Meza, un buen juez debe ser empático, humano y sensible. Sabe que sus decisiones pueden no complacer a todos, pero cree firmemente que juzgar con humanidad puede cambiar la manera en que las personas perciben la justicia. “Aplicar la empatía te permite tomar decisiones con mayor comprensión y justicia”, señala.
Este 1 de junio, la ciudadanía podrá elegir a sus jueces a través de una boleta de color amarillo dorado, donde Daniel aparece como candidato número 47 en el apartado de juez en materia familiar. “Es una oportunidad de acercar al juzgador con la gente, de humanizar la figura del juez”, subraya.
¿Quién es Daniel Meza?
Soy una persona con 18 años de experiencia en el Poder Judicial. Estudié en la Universidad de Sonora y me he preparado en derechos humanos, amparo y mediación. Estoy listo para ser juez en materia familiar.
¿A qué cargo aspira y qué significa para usted?
Busco ser juez en materia familiar. Es una gran responsabilidad y también una oportunidad de servir desde mi vocación.
¿Qué lo motivó a dar este paso?
He crecido dentro del Poder Judicial y me he preparado para esto. Con la reforma, se abrió una oportunidad que estoy listo para aprovechar.
¿Cómo empezó en el Poder Judicial?
Inicié como supervisor de mantenimiento y fui avanzando mientras estudiaba Derecho. Pasé por varios puestos hasta llegar al juzgado familiar, donde descubrí que podía ayudar de verdad a la gente.
¿Cómo ha sido su evolución profesional?
He recorrido todos los niveles, desde trabajos administrativos hasta ser secretario de acuerdos. Esa trayectoria me ha dado experiencia y sensibilidad.
¿Qué hace un secretario de acuerdos?
Reviso los expedientes, elaboro acuerdos con el juez y doy seguimiento a los casos. Es un trabajo muy demandante, pero lo hago con gusto.
¿Qué valores considera esenciales en su labor?
Empatía, humanidad y sensibilidad. No siempre es fácil, pero trato de ponerme en el lugar de las personas.
¿Cómo se describiría en cinco palabras?
Humano, sensible, empático, accesible y sincero.
¿Por qué es importante la cercanía con la gente?
Porque las personas deben conocer a quien resuelve sus asuntos. Saber que somos humanos genera confianza.
¿Qué mensaje quiere dar a la ciudadanía?
Los invito a votar este 1 de junio. Si me dan su apoyo, estaré comprometido con ustedes, trabajando con responsabilidad y cercanía.
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