Por Jesús Donaldo Guirado
En el tapiz siempre cambiante de la política sonorense, el municipio de Huatabampo se erige como un bastión imponente del Partido del Trabajo (PT). La reciente toma de protesta de Aldo Rafael Martínez Ayala como dirigente municipal no es un mero trámite burocrático, sino una jugada meticulosamente orquestada dentro de una maquinaria política que avanza con ímpetu y determinación.
Huatabampo, cuna de generales y tierra de arraigadas convicciones, no ha sido la excepción en esta incesante reconfiguración de liderazgos. La hiperactividad con la que el PT ha venido ocupando espacios estratégicos en la entidad—desde la designación de coordinadores distritales hasta la consolidación de estructuras locales—denota no solo una táctica de fortalecimiento interno, sino una intención clara de posicionarse como un actor preponderante en el escenario estatal.
El caso de Martínez Ayala no es fortuito. Su trayectoria dentro del partido y su afinidad ideológica con la izquierda lo convierten en una pieza clave dentro del engranaje petista. La sinergia con Carmelo Vázquez Valencia, coordinador del Distrito 07 y hermano del alcalde Alberto “Beto” Vázquez Valencia, refuerza la idea de que en Huatabampo el PT no solo gobierna, sino que articula un entramado político donde la cohesión y la estrategia caminan de la mano.
No es casualidad que el eslogan partidista “Todo el poder al pueblo” resuene con fuerza en este contexto. La conjunción de Martínez Ayala y los Vázquez Valencia sugiere un entramado de alianzas que promete consolidar un gobierno de continuidad y expansión. Como excoordinador distrital, Aldo Rafael no llega a ciegas, sino con la experiencia y el conocimiento de las entrañas del partido, lo que le permitirá operar con astucia en un municipio donde el PT no solo es fuerte, sino que funge como columna vertebral del gobierno local.
Pero Martínez Ayala no es un político de perfil complaciente. Su historial de inconformidades lo respalda como un personaje con voz y criterio propios. Su desacuerdo con la candidatura de Shirley Vázquez, a quien tildó de desleal y oportunista, no solo evidenció las fisuras internas del partido en su momento, sino que dejó en claro su disposición a anteponer principios sobre conveniencias. Este rasgo, lejos de debilitar su posición, le ha conferido un aura de autenticidad que lo distingue en la arena política huatabampense.
Con este nuevo nombramiento, el PT en Huatabampo reafirma su hegemonía, pero también se enfrenta al reto de mantener la cohesión y la eficacia en su estructura. La mancuerna entre Martínez Ayala y los Vázquez Valencia podría convertirse en un modelo de coordinación partidista o en un campo minado de intereses en pugna. El tiempo lo dirá.
Por ahora, la pregunta no es si el PT seguirá gobernando Huatabampo, sino cómo y con qué nivel de eficiencia. Lo cierto es que, con Aldo Rafael Martínez Ayala al frente, la izquierda en este rincón de Sonora ha encontrado un nuevo estandarte.
Navojoa y su nuevo faro de salud: el HGZ del IMSS
En el horizonte de la infraestructura sanitaria en Sonora, Navojoa se alista para recibir uno de los proyectos más ambiciosos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS): el nuevo Hospital General de Zona (HGZ), cuya inauguración está programada para septiembre de este año. Esta obra, anunciada por el director general del IMSS, Zoé Robledo Aburto, no es solo un edificio más en el catálogo de la expansión hospitalaria del país, sino un hito para la región sur del estado, que históricamente ha demandado mejores y más accesibles servicios médicos.
Con 225 médicos especialistas en 29 áreas, un equipo de 1,297 trabajadores de la salud, 90 camas de hospitalización, 14 consultorios, tres quirófanos, y equipamiento de vanguardia, el nuevo HGZ de Navojoa promete transformar el panorama de la atención médica en la región. Además, contará con 12 máquinas de hemodiálisis, una clínica de mama, cuatro salas de endoscopia, una unidad de terapia intensiva para adultos, tecnología de telecirugía y un robusto equipo de imagenología, consolidándolo como un centro hospitalario de referencia.
Este hospital forma parte de un plan nacional de expansión que contempla seis nuevas Unidades de Medicina Familiar (UMF) y nueve hospitales del IMSS, además de 19 hospitales del IMSS-Bienestar y cinco del ISSSTE que abrirán sus puertas en 2025. Con ello, el gobierno federal busca ampliar la cobertura médica y reducir la saturación hospitalaria, garantizando que el derecho a la salud sea una realidad palpable para millones de mexicanos.
El HGZ de Navojoa no solo aliviará la carga de hospitales cercanos, sino que también posicionará a la ciudad como un epicentro médico en el sur de Sonora. La incorporación de tecnología de punta y especialistas en diversas disciplinas médicas no solo beneficiará a los derechohabientes del IMSS, sino que elevará el nivel de atención para toda la comunidad.
En un contexto donde el acceso a servicios médicos oportunos y de calidad sigue siendo un desafío en muchas regiones del país, la llegada de este hospital representa una bocanada de aire fresco para los habitantes de Navojoa y municipios aledaños. La verdadera prueba, sin embargo, será su operatividad: la dotación constante de insumos, la eficiencia en su administración y la garantía de que su personal cuente con las condiciones óptimas para desempeñar su labor sin trabas burocráticas ni déficits estructurales.
Por ahora, la cuenta regresiva ha comenzado. Si el IMSS cumple con su promesa, en septiembre Navojoa no solo estrenará hospital, sino también una nueva era en su sistema de salud.
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