PODER JUDICIAL INDEPENDIENTE DEL PODER EJECUTIVO?? DEMOCRACIA O DICTADURA?: Luis Fernando Heras Portillo
Desarrollador de negocios turísticos, comerciales e industriales
Con el sello de la casa, la propuesta del presidente de la República al Senado de una terna para sustituir al magistrado Arturo Saldívar, quien fuera el presidente de la corte y ahora colaborador de Claudia Sheinbaum y que renunció por causas graves a su encargo y lo hizo por causas graves porque así lo establece la Constitución, acto que establece la Constitución. Entendemos que existe un asunto de gravedad en la campaña de Claudia Sheinbaum, ya que está llevándose a un ministro de la corte que debe renunciar por causas graves.
Arturo Zaldívar, su voto y su presencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación no representaban imparcialidad partidista, dado que es un claro colaborador del presidente y de su partido Morena. Es evidente que Saldívar era uno de los personajes preferidos para seguir impulsando la Cuarta Transformación. Dejó su cargo, renunció y el mismo día, antes de que el Senado aprobara su renuncia, ya estaba colaborando con Claudia Sheinbaum en la Quinta Transformación, o como la llamen en el futuro, cuando López Obrador se retire.
Esperemos que no creen una figura de presidente vitalicio o algún título más. Recordemos aquel incidente metaconstitucional cuando, tras la cerrada elección entre Felipe Calderón y López Obrador, se autoproclamó como presidente constitucional legítimo y gobernó el país desde sus oficinas de campaña.
Recientemente, el presidente no anduvo con rodeos para sustituir a Arturo Saldívar. Se requiere poner a otro ministro de la corte, y la propuesta es lanzar una terna al Senado para que elija uno. Sin embargo, la oposición no está de acuerdo, ya que los tres militantes propuestos son fundadores de Morena y cercanos al presidente. Una es hermana del Jefe de Gobierno, otra es hermana de la Secretaría de Gobierno y la otra es la titular de la Consejería Jurídica
La oposición argumenta que deberían ser personas preparadas en el ámbito jurídico constitucional, pero el presidente lanza a tres militantes de Morena para ocupar el cargo. Si el Senado no logra un consenso, el presidente tiene la facultad de designar directamente a uno de ellos, lo cual levanta preocupaciones sobre la concentración del poder en el país.
En México, la democracia se nutre de diversas influencias globales, siendo la división de poderes un pilar fundamental. Sin embargo, cuando ocupas el poder ejecutivo a través de tu partido Morena y sus aliados, no puedes aspirar a que todos los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación provengan de tus filas. Esto conduciría a una administración de justicia parcial, aplicando la máxima de Benito Juárez: gracia para los aliados y una aplicación estricta de la ley para los adversarios y opositores.
Este escenario es el prólogo, la antesala a lo que sucede en regímenes dictatoriales. En tales casos, se disuelve el congreso, como ocurrió en Venezuela, y se controla exclusivamente con figuras afines, al igual que en Cuba, donde se absorbe o domina la corte al cien por ciento. La concentración excesiva del poder presidencial, fusionando los tres poderes en uno, especialmente concentrado en el ejecutivo, se considera una forma de dictadura en cualquier parte del mundo.
Es lamentable que los mexicanos estén atravesando por este momento delicado, donde lo que se dice difiere de lo que se hace. A pesar de tener una oportunidad geopolítica para fortalecer acuerdos comerciales, se está inclinando hacia convertir al país en un feudo de poder de una sola persona.
No me refiero ya al presidente López Obrador, que está en las últimas etapas de su gobierno, sino a la posible sucesora, Claudia Sheinbaum, en caso de que Morena y sus aliados ganen. Esto podría llevarnos a una suerte de régimen imperial, con una emperatriz en el Palacio Nacional.
Aún no se ha revelado si Sheinbaum seguirá la tradición de vivir en el Palacio Nacional, pero lo que sí sabemos es que ha sido reconocida no solo por su formación académica en física, sino por ser una seguidora fiel de las ideas y opiniones del presidente, repitiendo invariablemente sus posturas.
La auténtica Claudia Sheinbaum, lo que hay detrás de ella, podría ser revelado en el período previo a las elecciones. Sin embargo, la posibilidad de concentrar el poder de manera aún más intensa sería una triste eliminación de la división de poderes.
Gracias por su atención. Saludos.
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