¿Por qué nadie cree en las encuestas? | Monitor por Alan Castro Parra

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¿Por qué nadie cree en las encuestas? | Monitor por Alan Castro Parra

¿Por qué nadie cree en las encuestas?

Recientemente, un diario nacional publicó el resultado de una encuesta donde se presenta una ventaja apabullante de la Doctora Claudia Sheinbaum de treinta puntos sobre su más cercana competidora Xóchitl Gálvez.

Los resultados causaron varias interpretaciones en torno a la próxima sucesión presidencial; que si Claudia se legitimó luego de su proceso interno, que si Xóchitl se desinfló y ya no es un fenómeno electoral, entre otros.

Pero sin lugar a dudas, el común denominador de las opiniones fue en el sentido de la veracidad del estudio demoscópico, y es que el tema de las encuestas se ha ido desvirtuando al grado de que ya nadie cree en ellas.

Quienes hemos tenido la oportunidad de participar en algunos estudios de opinión podemos entender que una encuesta no es un simple número estadístico, sino que tiene que ver con toda una metodología científica.

Pero no nos vamos a poner técnicos que si lo cualitativo y cuantitativo, ni mucho menos hablar del universo total y la muestra representativa, sino vamos a analizar ¿por qué ya no se cree en las encuestas?

Primeramente, hay que diferenciar entre las encuestas que se publican y las que no se publican, pues evidentemente cuando los números no favorecen a quien mandó a hacer la encuesta, no hay nada que presumir.

De hecho, en este caso “no favorable” la encuesta se convierte en una herramienta sumamente importante para tomar decisiones en torno a algún proyecto, en este caso estamos hablando de un tema electoral.

Mientras que las encuestas que sí favorecen a algún proyecto por lo regular se publican en medios de comunicación y redes sociales con una doble intención, generar cierta percepción e invitar a la acción.

Es decir, estas encuestas tienden a causar un efecto en algunos sectores, por ejemplo, con los indecisos que no han tomado una decisión de voto, estos números pueden llevar a que se suban al carro ganador.

Ahora, estamos hablando de encuestas que son hechas con una metodología confiable y que realmente representan una fotografía del momento, porque sin duda hay otro tipo de estudios que distan mucho de la realidad.

Me refiero a las famosas “encuestas cuchareadas”, donde evidentemente hay una manipulación de los resultados e incluso muchas veces las gráficas no vienen respaldadas de un levantamiento o estudio de opinión.

Claro que dudo mucho que alguna casa encuestadora que se diga seria y profesional se preste para ello, más bien este tipo de estrategias muchas veces provienen de asesores o políticos con malas intenciones.

Lamentablemente también algunas encuestadoras han caído en la tentación de manipular los resultados para favorecer a sus clientes, pues si el contratante está satisfecho es probable que siga requiriendo de sus servicios.

Es precisamente estos factores los que han influido para que hoy la gente no confíe en las encuestas, que si bien siempre hay que tener suspicacias y verificar muy bien la metodología, tampoco hay que satanizarlas.

Sin duda los tiempos electorales se han adelantado y la “encuestitis” se irá incrementando conforme se acerque la elección, por lo cual será muy común que se encuentre encuestas en todas partes de aquí a la elección.

Por eso es pertinente contemplar algunos factores a la hora de ver los resultados de una encuesta, primeramente, verificar la casa encuestadora y su metodología empleada, asimismo si su publicación lleva una intención.

Y por supuesto, más allá de la veracidad de la misma, entender que una encuesta es una fotografía del momento, pues, así como las cosas cambian, la opinión de la gente y sus preferencias electorales pueden variar.

Faltan un poco más de seis meses para la elección y aunque habrá algunas tendencias, las encuestas tampoco son garantía en el tema electoral, ya que muchos se guardan e incluso deciden el mismo día por quién votar.

No queda más que esperar a la madre de todas las encuestas, y no, no me refiero a las que realiza Morena para definir sus candidaturas, sino a la elección del próximo junio del 2024, la cual finalmente será la fotografía final.

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