Al menos 44 personas perdieron la vida y más de 100 resultaron heridas el domingo en un ataque suicida durante un mitin del partido islamista Jamiat Ulema-i-Islam (JUI-F) en la ciudad de Jar, en la provincia paquistaní de Jáiber Pajtunjua. El ministro provisional de Información de la región, Firoz Shah Jamal, confirmó la cifra de fallecidos y heridos en una entrevista con Geo News, una televisora paquistaní.
Hasta el momento, ningún grupo insurgente ha reivindicado la autoría del ataque, pero el jefe de la policía provincial, Ajtar Hayat, informó a Reuters que el atentado fue llevado a cabo por un terrorista suicida. “Seguimos investigando y recopilando información sobre la explosión. La investigación inicial muestra que el Estado Islámico estuvo implicado”, afirmó la policía en declaraciones recogidas por Geo TV este lunes.
El ataque ocurrió alrededor de las cuatro de la tarde, mientras cientos de personas asistían al mitin del JUI-F, un partido conservador de base religiosa con vínculos con el islamismo radical. Este partido es liderado por el clérigo Fazal ur Rehman, uno de los principales exponentes del islamismo en la política del país y socio menor en la coalición de gobierno. Entre las víctimas mortales se encuentra Maulana Ziaullah Jan, uno de los líderes locales del partido.
Testigos presenciales relataron escenas de pánico tras el atentado mientras los servicios de emergencia y ambulancias llegaban al lugar. Uno de los testigos mencionó que había más de 500 personas presentes en el mitin y describió cómo la explosión lo dejó inconsciente. Al recuperar el conocimiento, se encontró con un panorama desgarrador, con sangre por todas partes y personas gritando, incluso se escucharon disparos.
Las autoridades han puesto en alerta máxima los hospitales de la ciudad de Jar y áreas cercanas para atender a los heridos. El ejército paquistaní y otras instituciones están colaborando en las operaciones de rescate y atención médica.
En los últimos meses, Pakistán ha experimentado un aumento de la violencia armada, especialmente en las provincias fronterizas con Afganistán, luego de la llegada al poder de los talibanes en dicho país vecino. Los ataques han sido llevados a cabo por diversos grupos insurgentes, incluyendo el Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP) y el Estado Islámico. En la primera mitad de este año, el país ha sido escenario de 271 ataques que dejaron 389 muertos y 656 heridos, según un informe del Instituto de Estudios de Seguridad y Conflictos de Pakistán. Estas cifras representan un aumento significativo en comparación con el mismo período del año anterior.
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