Norma Piña, ha asumido un papel relevante en poco tiempo como la primera mujer al frente del Poder Judicial en México. Como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), su llegada al cargo ha generado expectativas y ha despertado el interés de la opinión pública debido a sus posturas progresistas y su independencia frente al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Piña, se ha caracterizado por su defensa del derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, su compromiso con la igualdad de género, la protección de los derechos de la comunidad LGBTQ++ y su apoyo al uso recreativo de la marihuana.
Estas posiciones, han generado tensiones con el Gobierno actual que en el discurso y campaña promovía esta agenda progresista y que ahora estando en el poder, se han inclinado hacia una postura conservadora y tradicionalista que ha prevalecido. Irónicamente, el calificativo favorito del Presidente para denostar a sus adversarios es el de ‘conservadores’.
Además, Norma Piña ha sido una de las voces más críticas y disidentes dentro de la SCJN en los últimos años. Se ha manifestado en contra de proyectos que favorecían al Ejecutivo, lo que la ha convertido en una figura incómoda para López Obrador y su administración.
Recientemente, la ministra Piña se ha visto envuelta en una polémica relacionada con supuestos mensajes intimidantes hacia el senador Alejandro Armenta Mier. Aunque, Norma Piña admitió haber enviado los mensajes, aclaró que no se trataba de amenazas, sino de una expresión frontal y directa de su opinión. Según ella, no se retracta de lo que dijo, tanto en privado como en público.
El morenista, acompañó su denuncia con capturas de pantalla de la presunta conversación, en las que podía leer como la persona que se identificó como Norma Piña le preguntó al senador si podía “ver a los ojos” a sus hijos después de sus declaraciones, además de frases como “la vida nos juzgará”.
Esta situación, ha avivado las críticas hacia Norma Piña por parte de los simpatizantes de la 4T y ha dado pie a movilizaciones en su contra. Se ha convocado a una manifestación en la Ciudad de México, liderada por seguidores de Morena, en la que exigen la destitución de los “pseudo ministros corruptos” y la elección de nuevos miembros para la SCJN.
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García y el Frente Internacional Obradorista encabezan esta iniciativa, aunque han surgido cuestionamientos sobre la reputación de algunos de sus líderes, como Armando Monter Jacinto, quien ha estado involucrado en actividades delictivas.
Fuera de whatsapp, existe un mensaje que cala todavía más al presidente del ejecutivo: la SCJN será estricta en vigilar que las reformas del Gobierno cumplan con el trámite legislativo establecido en la propia ley. A AMLO le incomoda la Suprema Corte como contrapeso a su poder, sin ella, la 4T podría tener la capacidad de manipular las leyes para sus propios intereses (los del Presidente), y perseguir a sus oponentes políticos.
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