En un evento reciente, el Presidente mexicano sugirió que los ciudadanos mexicanos que viven en Estados Unidos no deberían votar por el Partido Republicano, en respuesta a una propuesta de los legisladores republicanos de utilizar las fuerzas armadas estadounidenses para luchar contra los cárteles de la droga en México.
AMLO se refirió a la actitud del Partido Republicano como “propagandística” y “electorera”; afirmó que “no permitirá que intervenga un gobierno extranjero en asuntos que solo competen al pueblo y al gobierno de México”.
El mandatario nacional ya había advertido en el pasado que si uno de los dos partidos, Demócrata o Republicano, vota en contra o no apoya una reforma migratoria en Estados Unidos para regularizar la situación de migrantes mexicanos y de otros países, se manifestaría para que los paisanos no respalden a ese partido en las urnas. Además, instó a los latinos en Estados Unidos a no votar en las elecciones intermedias de noviembre por políticos que los han “maltratado”.
El senador republicano Lindsey Graham calificó a México de “narcoestado dominado por terroristas” y pidió a los votantes mexicanos que recuerden que “viven en un infierno”. El senador, autor de una iniciativa que busca declarar terroristas a los cárteles y permitir que militares de EU actúen contra narcotraficantes, dijo que en su país han llegado a un punto de inflexión y que el modelo adoptado por el presidente López Obrador “no está funcionando. No más abrazos”, subrayó.
En el mismo tenor, el representante republicano Dan Crenshaw, de Texas, dijo que el presidente mexicano debería hacer campaña contra los cárteles de la droga y no contra los estadounidenses que quieren ayudar a erradicarlos. Crenshaw es el autor de una iniciativa presentada en el Comité de Exteriores de la Cámara Baja que busca avalar el uso de las fuerzas armadas de Estados Unidos contra nueve cárteles señalados por la violencia que han causado y por traficar fentanilo a suelo estadounidense.
El Jefe del Ejecutivo federal arremetió contra el Partido Republicano al calificarlo de “intervencionista, inhumano, hipócrita y corrupto”. López Obrador afirmó que México es un país libre, independiente y soberano que no recibe órdenes de nadie. También afirmó que México no permitirá que intervenga un gobierno extranjero en asuntos que solo competen al pueblo y al gobierno de México.
Un número cada vez mayor de políticos estadounidenses están pidiendo que los carteles de la droga mexicanos sean considerados organizaciones terroristas. Si esto sucede, el gobierno de Estados Unidos podría tomar medidas enérgicas contra ellos, así como contra cualquier persona u organización que haga negocios con ellos. Las medidas podrían incluir multas, capturas, encarcelamientos y la destrucción de los narcos y sus cómplices. Los fiscales generales de 21 estados y los legisladores republicanos están trabajando juntos para que los cárteles sean designados como organizaciones terroristas. Entre tanto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha rechazado las afirmaciones y ha optado por antagonizar a los políticos estadounidenses. En miras a las elecciones de los Estados Unidos, este representa el primer round de declaraciones polémicas entre la política con nuestros vecinos del norte, donde México juega un importante papel electoral.
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