La próxima semana se celebra la Cumbre de Líderes de América del Norte en la Ciudad de México, y el presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene motivos para presentar un mejor panorama de seguridad a sus homólogos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Después de tres años, dos meses y cinco días, el gobierno de López Obrador logró recapturar al narcotraficante Ovidio Guzmán, hijo menor del famoso narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán. Durante este tiempo, Ovidio se movió impunemente en Culiacán y se convirtió en el líder de una de las tres facciones del Cártel de Sinaloa quedando al frente de “los chapitos”.
“El Ratón” representaba una figura emblemática del narco mexicano e internacional, en buena medida por el bochornoso fracaso que resultó la decisión presidencial de liberarlo, aquel jueves negro en un lejano 2019 y que ahora es un paso importante hacia la construcción de un estado de derecho en México.
El fantasma del “Culiacanazo” perseguía a la Cuarta Transformación como símbolo de derrota y sumisión. El fiasco del operativo fue el origen de diversas especulaciones entre políticos de la oposición e intelectuales críticos de que el Gobierno mantenía un pacto con los generadores de violencia.
A la liberación de Ovidio, se sumaron la visita del presidente a la madre de “el Chapo” Guzmán en marzo de 2020 y las facilidades que le dio a familiares del narcotraficante para que lo visitaran en Estados Unidos, donde se encuentra preso.
Ahora, su detención parecía cicatrizar la herida abierta que dejó su liberación tres años atrás y es una señal de que el gobierno cuando quiere tiene el poder de hacer cumplir la ley y de luchar contra el narcotráfico. Aunque hay que mencionar las bajas militares y de presuntos criminales durante el operativo, también es importante destacar que no hubo víctimas civiles.
Sin duda, la captura de Ovidio Guzmán servirá al presidente López Obrador para demostrar, la semana entrante, la voluntad y determinación del gobierno mexicano, ante los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, para continuar trabajando a favor de la seguridad región, uno de los puntos que se contemplan serán abordados en la próxima Cumbre de los Líderes de América del Norte.
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