¿Otra revolución mexicana en el siglo 21? por Luis Fernando Heras Portillo

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¿Otra revolución mexicana en el siglo 21? por Luis Fernando Heras Portillo

¿OTRA REVOLUCIÓN MEXICANA EN EL SIGLO 21?

Por: Luis Fernando Heras Portillo

Desarrollador de negocios turísticos, comerciales e industriales

 

El 20 de noviembre, se conmemora un aniversario más del inicio de la revolución mexicana, aquella que en 1910 gritaba, me refiero a la República, a sus pobladores, a sus habitantes, gritaban por sufragio efectivo y no reelección, fíjense que curioso, gritaban por voto libre y porque no se reeligiera quien está en el poder.

Pareciera una paradoja de la historia, pero es bien importante a veces no perder el hilo de entender que la historia está particularmente entrelazada en hechos que nos van a sonar muy comunes porque solo el hombre por su naturaleza, sobre todo el hombre político comete el mismo error una, dos o tres veces de nueva cuenta.

No quiero darle el enfoque, de que esté mal todo lo que el hombre está haciendo producto de la revolución mexicana en nuestra nación, estoy diciendo que hay circunstancias muy particulares porque hoy debatimos que el Instituto Nacional Electoral de la reforma político electoral de los cambios que el país reclama y curiosamente más de 100 años después estamos hablando de la importancia de la ciudadanía, de la gente, de los pobladores de México que quieren que se mantenga la libertad en el sufragio efectivo, es decir en las elecciones, que sean los ciudadanos los que las organicen y que se garantice el triunfo libre y democrático del que tenga mayoría. 

Obviamente, en aquel entonces se peleó por la no reelección por el hecho de que había una dictadura militar, es decir, un gobierno ejercido por los militares, y hoy se debate mucho el rol y el papel que están teniendo los militares y desde luego el hecho que no se quiere que desde el gobierno se manejan las elecciones, se organicen las elecciones y obviamente se dañe a la democracia que tanto tiempo ha tardado lograrse en México. 

Partiendo de la base de que, usted y yo sabemos, lo saben quienes están en el poder y lo saben quienes son opositores porque antes estaban en el poder, casi es el juego de todos los sabemos de que la democracia como tal en México, con la alternancia que ha habido de un partido político a otro y luego a otro y luego de vuelta y luego a otro nuevo, veala como usted la vea, la democracia ha tenido efectos positivos, es decir estamos intentando descubrir o intentando tener en el poder público nacional a quien más queramos, en quien más confiemos, dándole nosotros la confianza y el poder de ejercer todo el presupuesto y toda la toma de decisiones de la nación pero vía las urnas y el que nos falle lo quitamos. Básicamente esa es la naturaleza de una democracia y creo que si fue un propósito fundamental de la revolución mexicana, hoy en día está más vigente que nunca, sin lugar a dudas.

Y desde luego que vienen otras connotaciones y otras aristas y otros puntos de vista que son muy fáciles de visualizar desde el punto de vista histórico, pero lo quiero ver ahora en contexto de sistemas políticos comparados, es decir, comparar nuestro propio sistema político contra el mismo sistema político mexicano que había en 1910 y que fue motivo de la revolución mexicana.

Uno de los grandes detonadores de la revolución mexicana, es muy fácil decirlo que era una dictadura militar, pero no es el tema de quien ejercía el poder, sino de qué es lo que sucedía con ese poder, y el poder nos decía que había grandes terratenientes, que había los ostentadores del poder y de la riqueza nacional, poca o mucha que había en aquella época, estoy hablando en los 30 años de Porfirio Díaz, desde 1880 hasta 1910 es evidente que los que tenían el dinero, las tierras y todo eran los militares que estaban en el poder y los empresarios, los hacendados que ejercían el poder.

Si lo trasladamos ahorita, sería el poder la SEDENA, de la Marina, de la Guardia Nacional, de los grandes mandos, de los políticos que están alrededor del presidente de la república, de los partidos políticos y desde luego de los empresarios favorecidos por el gobierno en turno, en este caso no viene al sentido mencionar los nombres de los empresarios beneficiados por el actual gobierno de la república ni por los anteriores gobiernos de la república que fueron calificados como la mafia del poder y que vemos que cuando menos, más del 50% de ellos siguen siendo parte de los favoritos del poder.

Es muy curioso, pero creo que hay más cosas de fondo que finalmente son las que podemos celebrar con cierto orgullo nacional, ¿por qué?, porque se creo la jornada máxima de trabajo, surgió una constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, se empezó a hablar de la igualdad entre todos los mexicanos ante las leyes, que todos seríamos iguales, obviamente se luchó por tierras porque hay que recordar que había grandes hacendados y terratenientes, luego vino la reforma agraria la repartición de las tierras y lo que fue una política social  muy extensiva por toda la república mexicana y que hoy es producto de la revolución y de lo que tenemos en materia agraria, la existencia del ejido, las cooperativas, el sindicato, los trabajadores, la misma industria eléctrica y la misma industria petrolera nacional son producto del movimiento de la revolución mexicana y es donde se venían dando las creaciones de instituciones, llegó a tal grado el ejercicio del poder de los militares que pelearon desde luego, pero desde 1917 que entra Venustiano Carranza al poder y luego después Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Abelardo L. Rodríguez, Adolfo de la Huerta, que decirle de Lázaro Cárdenas, de Manuel Ávila Camacho, todos estos generales ejercieron el poder siendo presidentes de la República; pero llegó un momento en la maduración, en las décadas de la revolución mexicana pero ya convertida en leyes, en instituciones y con una constitución, que el poder fue a dar a mano de los civiles.

Recordemos que el primer presidente civil en México fue Miguel Alemán Valdés, el tatarabuelo de los fundadores de Televisa, y entonces el país se fue por el lado de las instituciones y por el lado de los políticos y tuvo un momento bien interesante México llamado el milagro mexicano, crecimiento económico con estabilidad política y con justicia social para los grupos sociales del país, casi una maravilla, la mezcla perfecta, cosa que perdimos la brújula, se prostituyó, esto se contaminó, agarró otros destinos y estamos donde estamos.

La actual administración ha proclamado que son una especie de nueva revolución pero pacífica y se auto bautizaron como un cuarto movimiento social en México llamado la Cuarta Transformación, lo cual hay quienes están de acuerdo, hay quienes no están de acuerdo, son puntos de vista pero eso no viene al caso en este momento porque es evidente que no estamos viviendo otra revolución mexicana, estamos viviendo toma de decisiones diferentes que en función de los resultados que se obtengan ya veremos los ciudadanos si renovamos la confianza, me refiero mayoritariamente, y entonces tendrá que haber un gobierno en el 2024 que definirá hacia dónde vamos, si más hacia la izquierda, si nos quedamos en la izquierda tibia o confusa o si nos vamos al centro o si quiere ir el país a la derecha, eso no lo sabemos.

Pero hoy debemos de conmemorar con satisfacción y con orgullo como mexicanos que la revolución mexicana es un punto de partida y no deja de ser una filosofía, una inspiración de lo que todavía hay que perfeccionar y hacer bien, educación, salud, trabajo, justicia, seguridad pública y tantas cosas más, pero particularmente bienestar del pueblo mexicano, ¿lo estamos logrando? ¿no lo estamos logrando? eso se lo dejo a usted.             

 

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