Las filtraciones de Alito Moreno: un reflejo de su persona
La filtración de los audios de Alejandro Moreno Cárdenas, el presidente del PRI ha sumido a la oposición política mexicana en una nueva crisis.
“Alito” Moreno no halla cómo deslindarse y por más que diga que se trata de declaraciones editadas, viciadas e ilegales, entregan una radiografía completa de su persona tal cual es: un dirigente autoritario de la escuela de la “plata o plomo” que tomó las riendas de un partido agonizante para darle el tiro de gracia.
Las pretenciosas ambiciones políticas de Alejandro Moreno, -todavía- presidente del comité ejecutivo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no solo están dividiendo lo que queda de unidad al interior del partido, sino que también dibujan un panorama incierto para la coalición Va por México, que hasta ahora había dado resultados con el PAN y el PRD.
Aunque Moreno Cárdenas nunca había sido contemplado seriamente como perfil candidateable, es uno de los que ha levantado la mano para convertirse en abanderado de una potencial alianza opositora con miras rumbo al 2024, a pesar de ser uno de los políticos más cuestionables por su desempeño en la gubernatura de Campeche.
Entre acuerdos millonarios por debajo del agua, para financiar campañas a diputaciones, Alejandro Moreno dice que “a los periodistas no hay que matarlos a balazos sino matarlos de hambre”, una frase que a final de cuentas es un fiel reflejo de su emisor.
Peor aún, considerando el contexto nacional, siendo México uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Según la organización Artículo 19, México suma más de 150 periodistas asesinados por su labor desde 2000 a la fecha. El asesinato de un periodista es la versión extremada de la censura en una sociedad.
A los periodistas no se les tiene que matar, tenemos que proteger la libertad de expresión. Un periodismo vigilante y crítico abona a la democracia y a final de cuentas le conviene al país, porque exhibe los abusos del poder, y con esto motiva a la rendición de cuentas.
El caso de Alejandro Moreno Cárdenas deja ver que los flancos débiles de los posibles candidatos opositores que levanten la mano serán atacados fieramente. De nada sirve negar lo dicho, el golpe político ya está dado.
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