El día de ayer la cámara baja de la legislatura de Oklahoma aprobó una ley que prohíbe el aborto, convirtiéndolo en un delito punible con hasta 10 años de cárcel.
La cámara controlada por los republicanos aprobó la ley con 70 votos a favor y 14 en contra; el siguiente paso de la ley es con el gobernador republicano Kevin Stitt, quien ya había asegurado que la firmara. Dicha ley permite interrumpir el embarazo sólo en caso de que la madre corra peligro.
La ley, acuerda hasta 10 años de cárcel y multas de hasta 10 mil dólares para quienes realicen un aborto, siendo la penalidad para el medico, no a la mujer.
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