Antes de hablar de la prospectiva del Congreso del Estado, quisiera hacer un ejercicio de retrospectiva de lo que ha sido esta legislatura. Si algo podemos asegurar es que ha sido una legislatura productiva.
Y no porque haya legislado a vapor o de urgente y obvia resolución, sino porque realmente ha sacado al Congreso de una parálisis que se encontraba desde 2018.
Recordarán el paquete de reformas constitucionales al inicio del período ordinario, solo para poner un ejemplo. Podemos resumir que la actual legislatura en tres meses ha hecho más de lo que hizo la pasada en tres años.
Es importante hablar del pasado inmediato porque la proyección legislativa que se tiene para este año va ligada a lo que ya se ha legislado. Es decir, desde el Congreso se ha ido adecuando el marco normativo para la implementación del nuevo gobierno del estado. Dicho en buen romance, desde el Congreso se sentaron las bases para la instauración de la cuarta transformación.
Hemos visto en el Congreso como han pasado temas progresistas, como el matrimonio igualitario. Reestructuración de los poderes del estado con perfiles ligados a la 4T e incluso reformando sus leyes orgánicas. Y por último, en la elaboración de un presupuesto muy social, afín a la política federal.
¿Qué viene para este año?
Hay que decir que actualmente está la diputación permanente, que no es más que una especie de guardia legislativa, esta se llevará a cabo este mes de enero y continuará la misma mesa directiva. Y el segundo período ordinario de sesiones del primero de febrero al 30 de abril.
Por lo cual, sin duda, seguirá un trabajo coordinado entre el Ejecutivo y Legislativo este 2022. Jacobo Mendoza es el presidente del Congreso y antes lo fue de Morena. Ahí no hay mucho que decir en cuanto al respeto y autonomía de los poderes, las cosas están más claras que el agua.
Se viene primero retomar la reforma fallida a la ley orgánica del gobierno del estado que comprendía: la fusión, modificación y movimiento de algunas dependencias; la creación de oficialía mayor y el protagonismo que tendrá; y finalmente el fortalecimiento de la Secretaría de la Consultoría Jurídica.
Dudo mucho, que esta reforma continúe en su propuesta original. Y no descarto que, si no se inicia con este tema el segundo período de sesiones, se pueda convocar a una sesión extraordinaria durante este período de la Diputación Permanente.
Segundo, también veremos que todas las reformas propuestas tendrán su etapa de socialización y discusión en comisiones para votarse en pleno. Destaco dos, en especial, la ley de movilidad y seguridad vial, de Rosa Elena Trujillo; la ley de desarrollo regional sustentable, de Rafa Ramírez.
Tercero, cada una de las fracciones parlamentarias aparte de impulsar sus agendas legislativas, creo que ya empezarán a sacar las uñas. Me refiero a que podrán estar calentando el brazo en cuanto al tema político, pues regularmente la luna de miel ya va menguando a finales del primer año legislativo.
Hay tres factores que podrían influir también en este primer trimestre o mitad del año: la llegada de la ex gobernadora Pavlovich como cónsul del gobierno federal en Barcelona, los priistas tendrán que desmarcarse de ella o de Morena; la revocación de mandato del Presidente de la República. Es un tema que divide opiniones y el congreso al ser un foro natural de debate podría retomar el tema; y habrá elecciones y se votará por seis gubernaturas en el país.
Y cuarto, considero que el Congreso no debe bajar el ritmo en cuanto a su productividad y empezar a demostrar que a pesar de la reducción presupuestal están haciendo un trabajo digno y a la altura de las expectativas de la ciudadanía. Esperemos pues, un buen año para todos y sobre todo un buen año legislativo. Es cuanto.
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