El 2022 se abre paso con muchas esperanzas y propósitos que van de la mano con nuevos desafíos de toda índole para el país, principalmente para esas figuras políticas que buscan hacer su “año bueno”, el año en el que se cumplirán sus anheladas pretensiones.
El presidente no es la excepción, Andrés Manuel López Obrador tiene grandes propósitos de año nuevo: continuar con el proceso de vacunación contra el COVID-19 que ha lastimado al país desde febrero del 2020, mitigar la adversidad económica y refrendar las preferencias del electorado con la revocación del mandato.
En el país hay 129 millones de mexicanos, las estimaciones oficiales nos indican que actualmente hay 66.2 millones de personas completamente vacunadas, lo que representa un 51.4 % de la población. Ahora, la aparición de la nueva variante Ómicron implica que el proceso de vacunación se extenderá a una tercera o incluso cuarta dosis.
A menos de dos semanas de que concluya este 2021, las expectativas del anhelado repunte económico del país han disminuido, principalmente por dos de los indicadores de mayor relevancia: el Producto Interno Bruto y la inflación.
La reasignación de presupuesto que favorece a los programas de subsidios sociales y a proyectos como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, los nulos estímulos fiscales a la pequeña y mediana empresa, la desaparición de fideicomisos, la inversión en PEMEX, nos hacen vaticinar un panorama complicado para 2022 en materia económica.
Así mismo, la llegada de T-MEC implica aprovechar el reacomodo industrial a nivel mundial, pero para hacer esto posible, primero se tiene que garantizar certidumbre a los inversionistas.
Este 2021 implicó el gran reto electoral que ha enfrentado el gobierno de López Obrador desde su asunción en 2018 con las elecciones intermedias más grandes en la historia de México, se eligieron 500 diputados federales, se renovaron 15 gubernaturas y las alcaldías de las ciudades más importantes del país.
En esta campaña se vivió una réplica del efecto tsunami en 2018 donde Morena arrasó con la mayoría de las candidaturas. Ahora, queda refrendar esa confianza del electorado en el proyecto de AMLO, en miras hacia la revocación de mandato. El 2022 servirá como un termómetro electoral con rumbo a las elecciones de 2024.
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