Lecciones de la elección
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¿Qué lecciones nos dejó el paso proceso electoral?
La primera, al parecer a la alianza Va x Sonora no le quedó claro el reproche que la ciudadanía le hizo en 2018 sobre postular a los mismos de siempre y aunque esta vez manejaron que sería una alianza con la “ciudadanía” al final reinaron los compadrazgos, ¿el resultado?: Morena arrasó nuevamente. Ante este panorama el PRI y el PAN están obligados a incentivar la participación y el desarrollo de nuevos cuadros políticos, eso si en verdad quieren llegar al 2024 como una opción para las y los sonorenses.
La segunda lección es que la creación de nuevos partidos políticos no abona a la democracia si las reglas del juego no son parejas, los partidos pequeños no tienen la capacidad de enfrentar a las grandes fuerzas políticas, mucho menos pensar en enfrentarse a los grandes bloques bipartidistas que los partidos con mayor antigüedad pueden realizar, de este modo los partidos chicos de siempre aseguran su existencia y los nuevos no tienen posibilidades serias de mantener su registro. Si no existen condiciones de igualdad para las fuerzas políticas ¿cómo podemos hablar de una verdadera democracia?
No podemos dejar pasar lo que hizo Ricardo Bours Castelo al declinar a favor de Ernesto Gándara, tomó de manera unilateral una decisión que puso en desventaja a toda la fórmula de Movimiento Ciudadano, el discurso de sus candidatas y candidatos perdió toda credibilidad y si esto no fuera suficiente fueron las formas en que lo hizo, en una carta abierta sin tomar en cuentan a la militancia y la dirigencia del partido. Esto se replicó con otros candidatos del PT y de Fuerza por México quienes abiertamente dijeron que se unían al proyecto del Borrego sin pensar en las consecuencias para sus partidos y para el proyecto que encabezaban, renunciar a una candidatura está bien, pero declinar en nombre de todo un equipo en favor de otro debería al menos ser moralmente incorrecto y existir una normatividad que no lo permita.
Finalmente debemos reflexionar el resultado de la elección, aunque tenemos un gobernador electo quien ganó por una amplia mayoría de votos, lo que reino fue el abstencionismo, la gente no salió a votar, solamente el 44 por ciento del padrón nominal voto, es decir 814 mil 690 personas ejercieron su derecho al voto, el otro 66 por ciento ni se molestó en salir a votar. Alfonso Durazo Montaño, gobernador electo, obtuvo el 51 por ciento de la votación lo que realmente equivale al 19 por ciento de todo el padrón electoral. Sin duda Durazo Montaño tiene claro que aunque ganó con un gran margen de votación aún tiene mucho trabajo que hacer para legitimar su gobierno ante la ciudadanía, nada que otro gobierno no haya tenido que sortear anteriormente. El verdadero reto es una vez más que en aras de fortalecer la democracia debemos reivindicar el sistema político en general: la credibilidad en los gobiernos y en los partidos políticos, sólo así se puede incentivar una verdadera participación ciudadana.
¡Hasta la próxima!
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