PILAR POLÍTICO | Álamos y la recuperación del asombro: cuando la Navidad vuelve a ser comunidad

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PILAR POLÍTICO | Álamos y la recuperación del asombro: cuando la Navidad vuelve a ser comunidad

Por Jesús Donaldo Guirado

En tiempos donde la velocidad de la vida suele devorar los pequeños gestos, el municipio de Álamos ha decidido apostar por algo tan sencillo como extraordinario: devolverle a la ciudadanía el asombro. El Ayuntamiento y el DIF Municipal han anunciado el Gran Desfile Navideño, una celebración que no sólo convoca a contemplar luces y carrozas, sino a reconstruir —aunque sea por un instante— la textura emocional que la Navidad siempre ha prometido.

La invitación es amplia y generosa. Se contará con la presencia de carros alegóricos, la estampa clásica de Santa Claus y un desfile de personajes entrañables que, para los niños y para los adultos que aún conservan un fragmento de infancia, significan algo más que entretenimiento: representan un respiro anímico en medio de un año complejo. Más que un desfile, se trata de una tregua luminosa.

Además, el Ayuntamiento precisó que el Gran Desfile Navideño se llevará a cabo el domingo 14 de diciembre a las 3:00 PM, teniendo como punto de partida el Estadio Bicentenario. Desde ahí, la caravana festiva recorrerá las principales calles de Álamos, extendiendo su estela de luces y música a lo largo de la ciudad, y convirtiendo la tarde en un recorrido de auténtica celebración comunitaria.

El Ayuntamiento también ha hecho un llamado abierto a empresas, comercios, instituciones educativas y a cualquier persona que desee participar con su propio vehículo decorado. Esta apertura no es casual; corresponde a una visión de gobierno que busca que la ciudadanía no sea mera espectadora, sino coprotagonista de sus celebraciones. La Navidad, pareciera decir la administración municipal, no se administra: se comparte.

Pero la festividad no termina ahí. Bajo el liderazgo del alcalde Samuel Borbón Lara, el municipio ha preparado otro evento que subraya la vocación social de estas fechas. El Ayuntamiento y el DIF Municipal convocan a todas las niñas y niños a la Gran Posada Navideña, que se realizará el 11 de diciembre a las 3:00 PM en la Plaza de Armas. Un espacio emblemático que, por unas horas, se transformará en territorio de alegría colectiva.

Habrá piñatas, juguetes, dulces, pastel, sorpresas y una serie de actividades pensadas para que cada niño sienta que también es destinatario de la Navidad. Más allá del festejo —y acaso esta sea la parte más relevante—, la posada busca reforzar la cohesión comunitaria en la llamada ciudad de los portales, un lugar donde la tradición no es un accesorio estético, sino una manera de reconocerse unos a otros.

En un país donde la política suele reducirse al cálculo y al enfrentamiento, resulta casi insólito que un municipio decida invertir en algo tan intangible como el espíritu navideño. Sin embargo, es precisamente en esos intangibles donde se sostiene la vida pública. Álamos lo ha entendido: la magia no es un artificio, es una herramienta civilizatoria. Y, por unos días, la Navidad será el recordatorio luminoso de que la comunidad todavía importa.

 

La juventud del Mayo y la política que sí transforma

Diciembre abrió en Sonora con un pulso distinto. No se trata sólo del ambiente festivo, sino de una energía social que comienza a consolidarse desde abajo, donde la vida ocurre de verdad. El senador Heriberto Aguilar inició el mes con una agenda que, lejos de la retórica habitual, se nutre del diálogo vivo con quienes representan el porvenir: las juventudes del Valle del Mayo.

El encuentro no fue una audiencia protocolaria ni un simple intercambio de cortesías. Los jóvenes llegaron con ideas, con visión y, sobre todo, con una convicción que sorprende por su madurez: la certeza de que la transformación —esa palabra tantas veces usada y tan pocas genuinamente entendida— empieza en sus propias comunidades. Hablaron de educación, oportunidades, cultura, identidad, territorio y de los desafíos que enfrentan cotidianamente. Temas que, cuando provienen de ellos, dejan de ser diagnósticos abstractos y se convierten en realidades palpables.

Escucharlos, dice frecuentemente el senador cuando está en su tierra, es confirmar que la energía moral de la juventud no es un discurso complaciente, sino una fuerza social que mueve a los pueblos. No sólo acompaña la transformación: la alimenta, la cuestiona y la orienta. En ese sentido, las palabras de Heriberto fueron más que un elogio: fueron una definición ética. Ser joven —señaló— es tener la entereza para no ignorar las injusticias, la imaginación para concebir un futuro más justo y la valentía de proponer sin miedo.

Ser joven también es atreverse a abrir camino. Y en esta generación del Mayo, esa audacia no es un gesto esporádico: es un rasgo identitario. Qué grato, pues, encontrarse con juventudes que no sólo desean opinar, sino participar, incidir y acompañar con convicción el rumbo público de la región.

Pero hay un matiz que hace este momento aún más relevante: la sinergia política que se está gestando entre el senador Aguilar y el alcalde del Mayo, Jorge Alberto Elías Retes. Heriberto ha demostrado una y otra vez que su vocación es la de unir, la de tejer coincidencias incluso con quienes piensan distinto, siempre que la causa sea el bienestar de Sonora. Con Elías Retes, esa disposición ha encontrado un cauce fructífero.

No se trata de alianzas circunstanciales, sino de coincidencias sustanciales. Ambas figuras han logrado establecer un diálogo respetuoso y productivo —algo poco común en la política contemporánea— y esa convergencia podría traducirse en beneficios concretos para Navojoa y para toda la región del Mayo. La ciudadanía observa con expectativa, quizá con la esperanza silenciosa de que cooperación y visión compartida no sean la excepción, sino el nuevo estándar.

Si algo deja claro este diciembre es que la transformación no es un decreto institucional ni un gesto unilateral; es, en esencia, un proceso colectivo donde jóvenes, autoridades y comunidad se encuentran para imaginar un destino común. Y cuando esa alquimia ocurre, la política deja de ser un ejercicio de poder para convertirse en un acto de construcción social.

 

Una nota personal que merece ser dicha

Rara vez introduzco asuntos personales en un espacio dedicado al análisis y la observación pública; sin embargo, hay momentos que, por su naturaleza profundamente humana, merecen ser compartidos. Desde esta columna deseo extender una cálida felicitación a Alan Castro y a su esposa Guadalupe Meza por la llegada de su hija Tessa, una pequeña que sin duda iluminará su hogar y multiplicará las bendiciones en su vida.

La maternidad y la paternidad son hitos que transforman, y hoy celebramos con alegría la dicha que acompaña al subdirector general de Nuevo Sonora y a su familia. Que esta nueva etapa llegue llena de salud, amor y esa ternura que sólo un recién nacido es capaz de despertar.

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