PILAR POLÍTICO | Cambios en Álamos: rumbo a una administración sólida y cercana a la gente

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PILAR POLÍTICO | Cambios en Álamos: rumbo a una administración sólida y cercana a la gente

Por Jesús Donaldo Guirado

Samuel Borbón – Cambios que refuerzan

En política, los cambios suelen interpretarse como un síntoma de falencia; sin embargo, en Álamos la coyuntura es distinta. No se trata de un viraje motivado por la defenestración de funcionarios, sino de un reacomodo pensado para fecundar mejores resultados.

El presidente municipal, Samuel Borbón Lara, ha decidido robustecer su administración mediante nombramientos estratégicos. Con el beneplácito del Cabildo, el Lic. Enrique Valdez Cárdenas asume como Oficial Mayor, mientras que el Lic. Alejandro Palomares Rosas, hombre de absoluta confianza del edil, encabeza la Dirección de Planeación, Programación y Presupuesto. Ambos arriban con la encomienda de permear eficiencia en la estructura gubernamental y resguardar, con pulcritud, las arcas municipales.

La designación de Palomares Rosas no es menor. Su cercanía con el alcalde configura una sinergia que, si se administra con tino, puede traducirse en una administración más sólida y menos vulnerable a la vorágine de intereses que, otrora, han lacerado la estabilidad de las finanzas públicas.

No obstante, el nombramiento que más animadversión despierta es el de Valentín Gámez Granados al frente de Seguridad Pública. Oriundo de las filas policiales de Navojoa, su pretérita gestión dejó un historial manchado que hoy, inevitablemente, se coloca en el centro de la discusión política. Aunque la designación fue aprobada por unanimidad, la sombra del encono permanece latente.

El reto, en consecuencia, recae en el liderazgo del alcalde Borbón Lara. Será su capacidad magnánima —y no el recuerdo de errores ajenos— la que determine si Gámez Granados logra instaurar un mando férreo, libre de espurios intereses y, sobre todo, confiable para la ciudadanía.

La administración municipal, con sus recientes movimientos, busca demostrar que la política no siempre debe ser un campo de vendettas ni un artificio de coyuntura. La verdadera legitimidad se fincará en resultados palpables. Y en Álamos, más que nunca, el tiempo apremia.

Con estas designaciones, Álamos se proyecta hacia una etapa de consolidación administrativa donde las decisiones no responden al capricho, sino al menester de mejorar la gobernanza local. Los nuevos funcionarios no sólo representan nombres en un organigrama, sino la posibilidad de cimentar un servicio público más cercano, eficiente y transparente.

La ciudadanía, que ha sido testigo de los aciertos y desventuras de pretéritas gestiones, tiene ahora la oportunidad de ver cómo su municipio se fortalece desde adentro, con estrategias que buscan trascender la inmediatez y colocar a Álamos en la cúspide de un desarrollo ordenado.

Si los cambios logran permear con la pulcritud esperada, Álamos no solo consolidará su administración, sino que podrá convertirse en referente de cómo una comunidad pequeña, pero con vocación grande, puede avanzar con paso firme hacia un futuro halagüeño.

Navojoa y el desafío del pavimento: la otra cara de la gestión municipal

Alberto Elías Retes – Pavimentación

Navojoa atraviesa una etapa de recuperación que, sin duda, le ha devuelto un aire halagüeño. Hay avances palpables en áreas que no siempre son visibles a primera vista, pero que inciden de manera directa en la calidad de vida de la ciudadanía. Sin embargo, en este trayecto hacia la consolidación, el tema del bacheo se ha convertido en una laceración constante para la imagen pública del gobierno municipal.

El alcalde Jorge Alberto Elías emprendió un programa de rehabilitación con concreto hidráulico, un material pensado para trascender en el tiempo y evitar el ciclo pernicioso de obras efímeras. La intención es indubitablemente positiva, pero la realidad que enfrentan las rúas de la ciudad habla de un desafío colosal: calles deterioradas, avenidas intransitables y obras que, al prolongarse, trastocan el día a día de los ciudadanos.

La calle Morelos, arteria que conduce al corazón político del municipio, es hoy casi intransitable, un símbolo de cómo la falta de mantenimiento puede convertirse en afrenta para la administración. La Mariano Jiménez, con tres meses de trabajos inconclusos, evidencia la lentitud de procesos que debieran ser expeditos. Vecinos de la zona advierten que la precariedad del asfalto se suma a los constantes cortes de agua, un binomio que exaspera a quienes habitan esa demarcación.

La avenida Benito Juárez, mejor conocida como la “cuchilla”, es quizá el ejemplo más estridente del malestar ciudadano: de inicio a fin se encuentra agrietada, llena de cráteres que parecen perpetuar la desidia. Aunque se ha comenzado a rehabilitar un pequeño tramo, el esfuerzo resulta aún insuficiente ante la magnitud del problema.

No obstante, sería injusto soslayar los avances logrados en otras áreas de la administración. El edil ha demostrado un liderazgo magnánimo y ha instaurado proyectos de impacto que, con pulcritud, buscan reposicionar a Navojoa en la senda del progreso. Por ello, la expectativa ciudadana es clara: que el mismo ímpetu con el que se han impulsado programas sociales y financieros se traslade ahora a la rehabilitación integral de las calles.

La política es, al final, una suma de percepciones. Y en la percepción del ciudadano, el bache no es un simple hueco en el pavimento: es un símbolo de desatención. En este contexto, el reto del alcalde Jorge Alberto Elías será transformar la actual animadversión en confianza renovada, demostrando que la recuperación de Navojoa no es un discurso, sino un hecho tangible en cada calle transitada.

El porvenir del municipio, si logra superar este escollo, puede ser asaz venturoso. La ciudadanía espera y confía; ahora, es momento de que la administración municipal demuestre que los baches de hoy no serán los tropiezos de mañana.

Concluida la temporada de lluvias, ya no existen excusas para posponer el arreglo de las calles. El reto es arduo, pues las administraciones pretéritas dejaron una herencia de abandono que hoy pesa como un yugo sobre la ciudad. Sin embargo, culpar al pasado no resuelve el presente. El rezago es herencia de malas administraciones, pero culpar al pasado no llenará los baches de hoy. Lo que corresponde ahora es trabajar, con la misma pulcritud y empeño que el alcalde Jorge Alberto Elías ha demostrado en otras áreas, para que Navojoa recupere el terreno perdido. La ciudadanía no espera justificaciones, sino resultados, y este es el momento propicio para demostrar que, con esfuerzo sostenido, los baches pueden convertirse en símbolo de transformación y no de rezago.

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