Por Alan Castro Parra
“Todo cambia” decía Mercedes Sosa y tenía mucha razón, pero siempre había cosas que se resistían a cambiar, sobre todo en el sistema político mexicano, de arraigadas tradiciones instauradas en la etapa del presidencialismo y del partido hegemónico en el poder.
Sin embargo en la política hoy también soplan vientos de transformación, y viejas prácticas del pasado en torno a un acontecimiento como una sucesión presidencial o estatal también están cambiando, una de ellas -muy característica- es el perverso juego del “tapado”.
Y es que antes previo a la culminación de un sexenio se susurraban posibles sucesores y claro que el jefe político barajaba sus cartas para tomar la gran decisión con su dedo elector, pero no era hasta que él diera la línea o simplemente destapara al tapado.
En esa regla no escrita de la política mexicana, hablar de un sucesor cuando todavía había gobernador era no solo una error, sino una falta de respeto y hasta un sacrilegio político, por el hecho que todavía había un gobernante ejerciendo sus funciones y sobre todo, el poder.
El perverso juego del tapado respaldado por aquella mítica frase del líder cetemista Fidel Velazque, de que “el que se mueve no sale en la foto”, se utilizaba para dos cuestiones fundamentales, no desestabilizar al gobierno y mantener el control de la transición.
Sin embargo, todo cambia, de un tiempo a la fecha se han ido rompiendo paradigmas y transformando algunas formas políticas, pasamos pues del “tapado” a las “corcholatas” destapadas del ex presidente Andrés Manuel López Obrador previo a su secesión.
Y sí, todo cambia, pero lo que más llama la atención, es que no somos los periodistas quienes estamos promoviendo este futurismo político, sino que es el propio jefe político del estado, el que ha ido adelantando estos temas y por ende, apresurando su sucesión.
Las Señales
Evidentemente este último año ha habido una serie de cambios de señales del Gobernador Alfonso Durazo al puro estilo beisbolero, primero fue la señal de “bateo libre” para que aquellos que tuviera aspiraciones electorales, iniciarán a moverse y trabajar en esa función.
Sin embargo, la siguiente señal a los pocos meses fue “para atrás los fielder”, es decir que siempre no se me muevan, y quienes tuvieran alguna aspiración personal, se concentrará en cumplir con sus responsabilidades y pausar sus intereses, “jugar pegadito a la barda”.

Alfonso Durazo y Javier Lamarque
Casi al mismo tiempo empezamos a ver algunos mensajes que venían de la presidenta Claudia Sheinbaum y del gobernador Alfonso Durazo, lo que se pudo ver es que en al parecer ya había “bateador designado” para el estado, y era Javier Lamarque Cano.
El hecho de que se hable de Javier Lamarque como el elegido con tanto tiempo de anticipación ha provocado mucho ruido, pues aunque pareciera una decisión definitiva y eso debiera generar certidumbre, lo que ha generado suspicacias y muchas dudas.
Y es que aunque los mensajes son claros y ya vemos ensayando a Lamarque Cano, desde el graderío nos preguntamos, “¿realmente él será candidato?, ¿lo están sacrificando?, ¿está simulando?, ¿hay un tapado?, o como dice un amigo, ¿frente a que estamos?
Los movimientos que plantea el estratega del estado parecieran una jugada arriesgada, adelantar los tiempos electorales y apresurar su sucesión puede generar en algún momento desestabilizador política y confusión entre los funcionarios del gobierno estatal.
Pues la distracción de la sucesión puede significar más allá de las aspiraciones electorales de cada quien, el trabajar ya no en función de sus responsabilidades, sino por la continuidad o supervivencia política entreverado con la transición del poder.
El destape
Más viendo como se dio el destape, pues si bien podríamos ver el informe de Javier Lamarque Cano como un destape, por cierto, al puro estilo priista con el apoyo de sectores y organizaciones. El verdadero destape fue hecho por el gobernador Alfonso Durazo.
En un evento del gobierno del estado el mandatario estatal les “encargó” a los asistentes apoyar a Javier Lamarque si se lo encontraban más adelante, porque era un perfil que valía la pena y como dice el clásico de la cuarta hora formación, amor con amor se paga.
Claro que el Gobernador dijo que era sin futuriar, lo cierto es que el doctor Durazo prácticamente estaba pidiendo el voto por Lamarque. Entonces cuando el propio gobernador está propiciando adelantar la sucesión estatal, o está arriesgando de más o de plano ya se va.
Es aquí donde cobra relevancia lo dicho por el gobernador en reciente entrevista, donde asegura que su formación priista si algo le dejo fue ser una persona institucional, por lo cual si la presidenta Sheinbaum lo invitara a parciales, no le diría no a la presidenta.
Lo evidente es que a pesar de que todavía faltan dos años para concluir el sexenio, la sucesión estatal ya se adelantó y podría ser el mes de marzo cuando ya tengamos un candidato o candidata oficial de Morena para la gubernatura del estado en el 2027.
La oposición
En la oposición, más que el destape de Antonio Astiazarán, es por descarte, porque no hay otro activo más importante que el alcalde de Hermosillo. Toño ha podido crear una marca propia y un sello de gobierno, que incluso se sobrepone a los propios partidos políticos de oposición.
Evidentemente si hay un trabajo de posicionamiento estatal que está emprendiendo Toño Astiazarán con estos trotes amistosos por el estado.Esto en otros tiempos se podría ver mal o incluso señalar, pero la pauta la ha puesto la autoridad estatal de gobierno.
Entonces pasamos de aquella mítica frase de que el que se mueve no sale en la foto, a el que no se mueva no sale en la boleta. Y hoy el Toño no solamente se está moviendo, sino va trotando velozmente a esa candidatura para la gubernatura del 2027. ¡Arrancan!
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