Por Luis Fernando Heras Portillo, Desarrollador de negocios
Estados Unidos, China y Alemania son las tres economías que están por encima de la economía de tan solo un estado: California. Con un producto interno bruto de 4.1 trillones de dólares, la generación de riqueza de California es impresionante. Así lo precisó recientemente el gobernador del estado, con el fin de magnificar y dejar en claro, tanto al gobierno federal como al mundo entero, la potencia económica que representa California.
Imagínese usted la cantidad de ceros, de millones y millones de dólares que constituyen la economía de ese solo estado.
Si tuviéramos que dibujar, así en un lienzo o en una hoja de papel, las fortalezas que hacen de California un estado sumamente poderoso e importante en los Estados Unidos, tendríamos que incluir su capacidad económica y su autosuficiencia robusta, apoyadas en múltiples industrias: entretenimiento, tecnología, turismo, agricultura, y muchos otros sectores que lo convierten en un auténtico gigante. No lo digo solo en el contexto estadounidense, sino a nivel mundial.
En agricultura, por ejemplo, está el Valle Central; en tecnología, Silicon Valley; en entretenimiento, Hollywood. En turismo, encontramos una gran diversidad: San Diego, Los Ángeles, las montañas, estaciones de esquí, ranchos, cultivos vitivinícolas, producción de ganado y caballos de primer nivel mundial. Ciudades que podríamos llamar “mágicas”, como Santa Bárbara, entre muchas otras, hacen del estado un lugar sumamente interesante.
En innovación tecnológica, California alberga a gigantes como Apple, Google, Meta y Tesla. Elon Musk estaría feliz de imaginar a California como un país independiente y refugiarse ahí para evadir sus problemas con Donald Trump… pero eso es otra historia.
Además, California tiene políticas de incentivo para empresas emergentes, las llamadas startups, especialmente en tecnologías, aplicaciones, biociencia y biotecnología. Un ejemplo que he mencionado muchas veces es BIOSB, una empresa de origen mexicano, ubicada en Santa Bárbara, especializada en la detección oportuna de cáncer, entre muchas otras.
En infraestructura portuaria, no podemos olvidar que los puertos de Los Ángeles y Long Beach manejan el 40% del comercio marítimo de Estados Unidos. Eso solo ya es un dato que lo pone a uno a pensar sobre la magnitud de este estado.
Decir “ando en California” no es cualquier cosa. Se está hablando de uno de los mejores lugares del mundo. California es líder en generación de energía solar y eólica: el 50% de su electricidad ya proviene de fuentes renovables en este 2025. Esta independencia energética es atractiva para inversionistas y crucial para el tema de sostenibilidad.
En cuanto al agua, enfrenta desafíos similares a los que tenemos en Sonora o en otros estados de la Unión Americana, especialmente por las sequías. Sin embargo, cuenta con un sistema avanzado de gestión hídrica, como el California State Water Project, que le da una ventaja política y social significativa.
Desde el punto de vista político, California es considerado un estado progresista, con políticas de identidad avanzada en derechos LGBTQ+, cambio climático y salud pública. Esto se traduce en libertades amplias, incluso en el diseño de sistemas de salud universal.
Con una población de casi 40 millones de habitantes, California es un auténtico crisol cultural, con comunidades hispanas, asiáticas y afroamericanas muy fuertes. Esto le da diversidad, sí, con lo mejor de lo mejor —y también lo peor de lo peor—, pero sobre todo una riqueza en capital humano. Las mentes más brillantes del mundo buscan migrar a California no solo para hacer fortuna, sino para encontrar un lugar en el escenario mundial en ciencia, tecnología, biotecnología, inteligencia artificial y programas espaciales como los de SpaceX.
En términos de inversión extranjera, su ubicación geoestratégica en el Pacífico le da acceso directo a Asia y América Latina. Además, su seguridad es de primer nivel: marítima, terrestre y aérea. Las bases militares en San Diego, que he tenido la oportunidad de visitar, son impresionantes, al igual que los avances en tecnología armamentista, drones, misiles y más.
Si me pusiera a hablar de agricultura, pesca, producción de petróleo y otras industrias, necesitaría al menos cinco artículos en el Semanario Nuevo Sonora. Pero por ahora, solo quería compartir con usted un dato fascinante: si California fuera un país independiente, tendría una economía de 4.1 trillones de dólares, con liderazgo mundial en tecnología, agricultura y entretenimiento. Su posición estratégica en el Pacífico la convertiría en una de las naciones más poderosas del planeta.
Claro, eso no va a pasar. La Constitución de Estados Unidos no lo permite. Habría que ir a la guerra, literalmente, y la Constitución del propio estado de California tampoco lo permite. Así que no hay que darle muchas vueltas.
Lo importante es poner sobre la mesa la relevancia de California, no solo para Estados Unidos, sino para el mundo entero.
En opinión de un servidor y como conclusión puedo destacar que California es un poder económico mundial debido a su capacidad para generar riqueza comparable a la de naciones líderes.
Las actividades económicas clave incluyen la tecnología (Silicon Valley, cuna de innovación global), la industria del entretenimiento (Hollywood, líder en cine y medios), la agricultura (California produce el 40% de los productos agrícolas de EE. UU., como almendras y fresas), el comercio marítimo (puertos de Los Ángeles y Long Beach, que manejan el 40% del comercio marítimo estadounidense) y la energía renovable (líder en energía solar y eólica). Las cinco ciudades principales que concentran esta actividad son Los Ángeles (entretenimiento y comercio), San Francisco (tecnología y finanzas), San José (corazón de Silicon Valley), San Diego (biotecnología y defensa) y Sacramento (gobierno y agricultura). Estas urbes son centros de innovación y comercio, proyectando la influencia económica de California a nivel global.
Entre las empresas más poderosas con sede en California están Apple (tecnología, Cupertino), Alphabet (Google) (tecnología, Mountain View), Nvidia (semiconductores, Santa Clara), Meta (Facebook) (redes sociales, Menlo Park), Tesla (automóviles eléctricos, Palo Alto), Disney (entretenimiento, Burbank), Chevron (energía, San Ramón), Wells Fargo (finanzas, San Francisco), Intel (semiconductores, Santa Clara) y Visa (finanzas, San Francisco). Estas compañías, que representan una parte significativa de las Fortune 100 y 500, generan trillones en ingresos y lideran sectores clave, consolidando a California como un hub de innovación y riqueza.
A pesar de desafíos como un déficit presupuestal de 12 mil millones de dólares en 2025 y tensiones por aranceles federales, California mantiene su posición como motor económico gracias a su adaptabilidad y liderazgo en innovación. Su diversidad económica, infraestructura intelectual y cultural, y su rol como puerta de entrada al mercado asiático aseguran su influencia global.
La declaración de Newsom sobre el PIB de 4.1 trillones de dólares subraya el dinamismo del estado, aunque debe enfrentar retos como el alto costo de vida y la desigualdad regional para sostener su crecimiento.
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