SONORA STAR | DE LOS PLANES A LA ACCIÓN: MÉXICO…

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SONORA STAR | DE LOS PLANES A LA ACCIÓN: MÉXICO…


Por Luis Fernando Heras Portillo
Desarrollador de negocios

Este mes de mayo, sin duda alguna, es el mes más difícil que ha enfrentado México desde el punto de vista económico y, en particular, el gobierno de la presidenta Sheinbaum, quien ha tenido que hacer frente a muchas cosas. Factores externos, como lo que ha pasado con Estados Unidos, los hemos sorteado medianamente bien, pateando el bote, es decir, posponiendo decisiones, con una ligera buena noticia: la Suprema Corte de Estados Unidos detuvo el impulso impresionante que traía Donald Trump de imponer aranceles a diestra y siniestra.

Aunque no lo queramos ver así, eso manda una señal también a los mercados de que no puede haber un presidente todopoderoso que controle a todo el mundo y que tome decisiones ejecutivas de manera unilateral, sin respetar la división de poderes.

No digo que Trump haya violado el Congreso estadounidense, pero el Poder Judicial, ante las querellas y demandas de los grandes grupos afectados por los aranceles, finalmente rindió frutos. Ayer, la Corte le puso un alto —o al menos una pausa— a Donald Trump, y eso quiero interpretarlo como una buena noticia para México.

Honestamente, nos ha tenido sumamente estresados este tema de los aranceles que no estaban en el escenario político mexicano, ni en los planes del gobierno de la presidenta, ni en los planes de los mexicanos, quienes estamos integrándonos todos al paquete de crecimiento, estabilidad política, paz social, seguridad pública fortalecida, combate al crimen organizado, entre muchas otras cosas que nos estimulan y alientan para seguir adelante con optimismo.

Sin embargo, a pesar de todo, las malas noticias no han dejado de fluir. El Banco de México redujo a 0.1% —sí, lo leyó bien: 0.1%— la previsión de crecimiento para México en este 2025. Imagínese qué duro. Qué difícil para la presidenta, pero también para todos nosotros: para los empresarios, para los ciudadanos, para los mexicanos en general. El hecho de saber que la economía mexicana atraviesa un periodo de marcada debilidad y enfrenta desafíos, obliga al Banco de México a recortar su pronóstico a 0.1%, que es prácticamente nada.

Y esto debe motivarnos y concentrarnos en lo que sí se puede hacer. ¿Qué sigue? ¿Cuáles son las acciones que el gobierno de México debe emprender, conjuntamente con los empresarios, con la ciudadanía, y con los gobiernos estatales y municipales? Sin lugar a dudas, es momento de darle impulso y rienda suelta —a pesar de los factores exógenos y de los vaivenes en Estados Unidos— a tres elementos que hoy por hoy conforman una plataforma de progreso, de esperanza, de optimismo.

El primero es el Plan México, donde el sector financiero y empresarial deben ir de la mano. Recordemos que este plan fue elaborado principalmente por empresarios de todo el país, quienes, junto con Altagracia Gómez y Marcelo Ebrard, hicieron equipo y presentaron propuestas concretas. El Plan México plantea crecimiento, más inversión, más empleo y progreso para las comunidades, entre muchas otras cosas.

El segundo elemento es el programa “Hecho en México”, al que ya se han sumado más de 400 empresas, promoviendo no solo la marca país, sino también el valor agregado en distintos procesos para sustituir importaciones. La idea es que, en lugar de depender de productos hechos en China, se produzca aquí mismo, en nuestro país. Quizá no al mismo costo, ni al mismo precio final para el consumidor, pero con un impacto estratégico de largo plazo. Esta es una determinación de la iniciativa privada que el gobierno ha hecho suya con inteligencia y compromiso.

CIUDAD DE MÉXICO, 18 FEBRERO 2025.- Marcelo Ebrard, secretario de Economía, encabezó está mañana el lanzamiento de la marca “Hecho en México”. FOTO: DANIEL AUGUSTO/ CUARTOSCURO.COM

Y el tercer elemento —que en lo personal me apasiona— es el desarrollo inmobiliario o Real Estate Development, como se conoce globalmente. La presidenta anunció 100 polos de desarrollo en México, tipo parques industriales, con vivienda, comercios y todo lo necesario para detonar la economía en diversas regiones del país. Pues bien, arranquemos con los primeros diez. Ya hay coordinadores para eso, pero lo importante es meter infraestructura, construir naves, ubicar bien los proyectos. Por ejemplo, podríamos empezar con dos en el noroeste: uno en Sonora y otro en Baja California. Luego uno en el noreste: tal vez en Torreón, Saltillo o Tamaulipas. Otros dos en el centro del país: uno en el Estado de México, otro en Puebla. Pensar en Guadalajara. Potenciar lo que ya tenemos para darle esa fortaleza que la economía nos está pidiendo a gritos. Hay que meterle mano —en el buen sentido de la palabra— para buscar modelos de crecimiento con estabilidad.

Dejemos de lado la parte política, las elecciones, los partidos. Y enfoquémonos en lo que sí podemos construir juntos: crecimiento económico con estabilidad para México.

Muchas gracias por leerme, que tenga una excelente semana.

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