MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS: ¿UNA GUERRA SIN CUARTEL?

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MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS: ¿UNA GUERRA SIN CUARTEL?


Por Luis Fernando Heras Portillo
Negocios Internacionales

Subidas y bajadas. Pareciera que México está ante una disyuntiva crucial. No hablo de política ni de seguridad pública, sino del sector económico y de su interacción con Estados Unidos. México está viviendo algo que, probablemente, nunca antes en la historia había experimentado con esta intensidad y bajo estas condiciones.

Por ejemplo, el presidente Donald Trump afirmó recientemente que logró frenar la instalación de dos plantas automotrices en México. Según él, una de ellas ya tenía un avance significativo y ahora su construcción se detendrá para trasladarse a Estados Unidos. Esto es alarmante porque demuestra que la capacidad del gobierno estadounidense para ofrecer estímulos fiscales y apoyos directos a las empresas es considerablemente mayor que la de México. En otras palabras, tienen los recursos suficientes para convencer a cualquier compañía de relocalizarse.

En Bloomberg, hace unas semanas, el CEO de Nissan mencionó la posibilidad de trasladar sus plantas de México a Estados Unidos. Algo similar expresó General Motors, que planteó la opción de llevarse la producción de una de sus pickups ensambladas en el noreste de México hacia territorio estadounidense. Y ni qué decir de lo sucedido con Tesla.

Primero, Elon Musk parecía entusiasmado con México. Anunció la construcción de una Gigafactory en Santa Catarina, Nuevo León, con una inversión inicial de cinco mil millones de dólares, que luego se duplicaría a diez mil millones. Se hicieron grandes esfuerzos en adecuación de terrenos e infraestructura. Sin embargo, de la noche a la mañana, el proyecto quedó en el aire. Ahora, lejos de ser un promotor de inversión en México, Musk ha tomado un giro completamente distinto. Desde sus declaraciones sobre seguridad pública hasta su posición respecto al uso de drones, el empresario parece haber cambiado su estrategia.

 

 

A esto se suma que su compañía Starlink, que provee internet satelital, tenía planes de expansión en México, pero todo indica que esos proyectos también podrían modificarse. Estamos en medio de una guerra sin cuartel que nos tiene en ascuas.

Yo veía con entusiasmo las reuniones del gobernador de Sonora con Foxconn para la instalación de semiconductores. En Jalisco ya han avanzado significativamente en este sector. Sin embargo, el anuncio de Donald Trump sobre su encuentro con Tim Cook, CEO de Apple, no deja de ser inquietante. Según Trump, Cook le prometió que esta semana se haría un anuncio sobre la instalación de producción de Apple en Estados Unidos. Si eso implica el retiro de Foxconn de México, el golpe sería brutal.

 

 

Estos movimientos no son menores. Representan un gran riesgo porque evidencian que Trump tiene el poder de negociar directamente con las grandes empresas y convencerlas de relocalizarse en Estados Unidos. Si logra hacerlo con Apple, podría replicarlo con muchas más.

En mi opinión, La promoción del nearshoring por parte de Donald Trump, orientada a trasladar empresas desde Asia a Estados Unidos en lugar de México, podría tener varias repercusiones significativas para el país:

1. Impacto Económico Negativo:
-Pérdida de Inversiones: Si las empresas deciden establecerse en EE. UU. en lugar de México, el país podría enfrentar una reducción en inversiones extranjeras, lo que afectaría el crecimiento económico.
-Desempleo: La falta de nuevas inversiones podría llevar a un estancamiento en la creación de empleos, especialmente en sectores manufactureros.

2. Competitividad:
-Desigualdad de Ventajas: Estados Unidos, con su infraestructura y acceso a tecnología avanzada, puede ofrecer ventajas que México no puede igualar, lo que podría debilitar la posición competitiva de México en la región.

3. Relaciones Comerciales:
-Tensiones Comerciales: Una política de nearshoring más agresiva podría tensar las relaciones comerciales entre México y EE. UU., afectando acuerdos como el T-MEC y generando incertidumbre en el comercio bilateral.

4. Desviación de Cadenas de Suministro:
-Reconfiguración de Cadenas: La concentración de empresas en EE. UU. podría llevar a una reconfiguración de las cadenas de suministro, dificultando que México se beneficie de su proximidad geográfica.

5. Desarrollo Regional:
-Desigualdad Regional: Las regiones de México que dependen de la manufactura podrían ver un estancamiento en su desarrollo, aumentando las disparidades económicas entre diferentes áreas del país.

6. Iniciativas de Mejora:
-Inversión en Infraestructura: Para contrarrestar el impacto del nearshoring en EE. UU., México podría verse obligado a invertir más en infraestructura y educación para atraer a empresas.

7. Aumento de la Migración:
-Presión Migratoria: La falta de oportunidades económicas podría incrementar la migración de mexicanos hacia Estados Unidos en busca de mejores condiciones laborales.

México está en medio de una batalla inédita y aún no sabemos hacia dónde nos llevará. Las grandes inversiones estadounidenses en suelo mexicano existen, pero no están atadas a ideologías ni compromisos políticos. Responden únicamente a intereses económicos: acciones, activos, plantas de producción. Son capaces de moverse de un país a otro sin miramientos.

Por ello, México debe reconsiderar sus estrategias. Mientras nos enredamos en discusiones sobre soberanía, fuerzas especiales y debates diplomáticos, la realidad es que en el ámbito económico nos están desmantelando pieza por pieza.

Hoy contamos con una industria automotriz diversificada y fuerte. Tenemos un sector aeroespacial en crecimiento que abastece a las principales compañías del mundo. Pero si no actuamos con rapidez y estrategia, estos logros pueden desmoronarse en cuestión de meses.

Lo más preocupante es que aún no estamos hablando del T-MEC ni de medidas arancelarias. Esto es solo un juego de ajedrez económico donde Estados Unidos está moviendo sus fichas con precisión. Y México, hasta ahora, solo reacciona.

Para colmo, el panorama de crecimiento económico no es alentador. Tanto el Banco de México como organismos financieros nacionales e internacionales han advertido que este año nuestra economía irá a la baja. La tendencia ya está marcada.

Es momento de replantear nuestra política económica. De lo contrario, podríamos encontrarnos con un país que, en lugar de atraer inversiones, las ve alejarse sin poder hacer nada para impedirlo, y eso le preocupa a cualquiera.

Que tenga una excelente semana. Gracias por leerme.

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