La presidenta Claudia Sheinbaum ha puesto en marcha un esfuerzo estratégico para afianzar su influencia política, apoyándose en una red de alianzas que comenzó a gestarse durante su campaña electoral. Este entramado, denominado ‘Construyamos el Segundo Piso’, busca mantener el respaldo de cerca de 150 organizaciones provenientes de diversos sectores, como sindicatos, colectivos indígenas, líderes comunitarios y grupos empresariales. Con un enfoque discreto, el objetivo es fortalecer su marca política más allá del legado de Andrés Manuel López Obrador y posicionarla de cara a desafíos futuros, como la consulta de revocación de mandato y las elecciones intermedias.
La iniciativa opera en paralelo a la dirigencia de Morena, liderada por Luisa María Alcalde y Andrés López Beltrán. Aunque sus promotores insisten en que no es un movimiento alternativo al partido, sí representa un enfoque complementario que enfatiza la cercanía con la ciudadanía. “Las organizaciones y liderazgos pueden reactivar su trabajo, pero la ruta está marcada por el Comité Ejecutivo Nacional de Morena”, señaló un miembro de la dirigencia bajo anonimato. Sin embargo, esta estrategia parece distanciarse de figuras relevantes dentro del partido, como Adán Augusto López y Ricardo Monreal, quienes mantienen una relación más distante con Sheinbaum.
Entre los actores clave en esta red están Napoleón Gómez Urrutia, líder sindical; Citlalli Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres; y senadores como Raúl Morón y Guadalupe Chavira. También destaca Lupita Juárez, líder de Mujeres Morena República, quien podría asumir un papel relevante en la dirigencia de Morena en la Ciudad de México. Según Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de Morena en la Cámara de Diputados, la red es “horizontal e inclusiva”, integrando a personas de diversos orígenes políticos, sociales y religiosos.
La red ha evolucionado desde 2022, cuando fue diseñada para impulsar la candidatura de Sheinbaum. Desde entonces, ha tejido alianzas con organizaciones indígenas, agrícolas, empresariales, universitarias y religiosas. Uno de los proyectos clave, ‘Mujeres Tejiendo Historias’, liderado por Guadalupe Chavira, ha consolidado un movimiento de apoyo femenino en todo el país.
Sheinbaum ha insistido en mantener un vínculo cercano con la ciudadanía y no confiarse. Según legisladores, el objetivo inmediato es agradecer el apoyo recibido en las urnas y organizar a sus aliados en torno a las políticas públicas que marcarán su gobierno. Además, se trabaja en la integración de más de 15 millones de trabajadores no sindicalizados a sus proyectos.
Aunque faltan tres años para la consulta de revocación de mandato, la mandataria ya busca garantizar una participación masiva, similar a la alcanzada en las elecciones de 2024. También se prepara para seleccionar los perfiles más competitivos que puedan asegurar el éxito de Morena en las elecciones intermedias. Según Ramírez Cuéllar, la meta es clara: “Alcanzar más de 30 millones de votos en la ratificación de mandato”. Con estas maniobras políticas, Claudia Sheinbaum no solo busca consolidar su liderazgo, sino también marcar un estilo propio que trascienda el legado de López Obrador. La creación de una red tan diversa e inclusiva le permite acercarse a diferentes sectores de la sociedad, cimentando una base sólida para los desafíos venideros. A través de alianzas estratégicas y una operación política discreta pero efectiva, la presidenta apuesta por construir una identidad política independiente que refuerce su mandato y asegure su lugar en el futuro político de México.
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