La nueva política: la sinergia de Fernando Rojo de la Vega y Alfonso Durazo Montaño | Pilar Político

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La nueva política: la sinergia de Fernando Rojo de la Vega y Alfonso Durazo Montaño | Pilar Político

En el vasto universo de la política sonorense, donde los liderazgos a menudo oscilan entre el desconcierto y la esperanza, emerge una mancuerna que sorprende incluso a los más escépticos: la alianza entre Fernando Rojo de la Vega y el gobernador Alfonso Durazo Montaño. Lo que podría haber sido una relación protocolaria, se ha transformado en una colaboración magistral que, sin exageración, perfila un futuro prometedor para la entidad.

Fernando Rojo de la Vega, un joven que se mueve con la agilidad de un veterano y la audacia de un visionario, ha demostrado ser mucho más que una promesa política. Su presencia constante al lado de Durazo no solo subraya su relevancia, sino que lo posiciona como el pilar de una nueva generación de liderazgos. Como bien ha señalado el gobernador, Rojo de la Vega domina la política “a ras de suelo”, ese terreno agreste donde se construyen los lazos más genuinos con la ciudadanía.

Durante la reciente gira por el sur de Sonora, este joven titán recibió un aluvión de elogios por parte de Durazo. Y no es para menos. Fernando despliega un equilibrio singular entre la proximidad con el pueblo y una agenda que raya en lo extenuante. Su capacidad para escuchar, proponer y ejecutar no solo es notable, sino extraordinaria.

El joven Fernando es el pasado, es el presente y sin duda será el futuro, quien cuestione que él será el futuro político de él es porque tiene poco razonamiento de la política, Pero no está solo. En su esfuerzo por revitalizar el panorama político del sur de Sonora, Rojo de la Vega ha tejido alianzas estratégicas con líderes emergentes que comparten su visión. 

José Alonso Castro, líder de Wake Up Navojoa, representa el activismo social en su máxima expresión, movilizando a los jóvenes hacia un modelo de participación comunitaria con un impacto tangible. Por su parte, María Eugenia Cortez, con su incansable labor desde la asociación Pilastra, demuestra que la política puede y debe ir de la mano con el cuidado ambiental y la recuperación de espacios públicos. Ambos, desde trincheras distintas, han manifestado su respaldo incondicional a Rojo de la Vega, consolidando una red de talentos locales que refuerza su influencia en la región.

La trayectoria de Fernando Rojo de la Vega es un testimonio de la política bien ejecutada, esa que no se limita a discursos grandilocuentes, sino que se traduce en acciones concretas. Su capacidad para liderar, inspirar y movilizar a sectores clave de la población lo sitúa como un fenómeno político en ascenso, un hombre que encarna el pasado, el presente y, sin lugar a dudas, el futuro de Sonora.

Cuestionar su protagonismo en el horizonte político sería un acto de ceguera estratégica. Los resultados hablan por sí solos, y su compromiso inquebrantable con el bienestar común le augura un lugar preeminente en la historia contemporánea del estado. Fernando Rojo de la Vega no solo está escribiendo su propia narrativa; está redefiniendo el guión político de toda una generación.

Otro evento al que fue partícipe el joven prodigio Fernando Vega fue llevado a cabo en Etchojoa, municipio conocido como el corazón del pueblo Mayo, vivió una jornada memorable con la visita del gobernador Alfonso Durazo Montaño, quien llegó acompañado de acciones concretas que marcan un antes y un después en la vida de cientos de familias. En un evento cargado de simbolismo y logros palpables, se anunciaron y entregaron proyectos que transforman el entorno urbano y fortalecen el tejido social de esta región emblemática del sur de Sonora.

El evento principal tuvo lugar en la renovada Plaza Pública de Etchojoa, que ahora cuenta con un Domo Tradicional construido con una inversión de 10 millones de pesos. Este espacio, más que una obra de infraestructura, se erige como un símbolo de identidad comunitaria, un punto de reunión para las tradiciones y eventos que dan vida al pueblo Mayo.

Durante su intervención, el alcalde de Etchojoa agradeció efusivamente al gobernador por su constante respaldo. Subrayó que estas acciones, especialmente en beneficio de los pueblos originarios, representan un compromiso real con quienes han sido históricamente guardianes de esta tierra. “Es un honor recibir a nuestro gobernador aquí, en el corazón del Mayo, y ser testigos de su apoyo en proyectos que dignifican a nuestra gente”, expresó el edil.

Entre los logros anunciados, destacan las 400 acciones de vivienda realizadas bajo el programa Casa Propia, con una inversión de 12 millones de pesos. Estas viviendas no solo ofrecen un techo digno, sino una nueva oportunidad de estabilidad para las familias que más lo necesitan. A ello se suman las obras de rehabilitación de 19 vialidades en la Comisaría de Bacobampo y la cabecera municipal, con una inversión conjunta de 40 millones de pesos del Estado y 20 millones del Gobierno Municipal, mejorando significativamente la movilidad y conectividad de estas comunidades.

Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la entrega de 695 becas universitarias del programa Sonora de Oportunidades. Este esfuerzo, que representó un respaldo directo a jóvenes de la Universidad Tecnológica de Etchojoa (UTE) y de la Escuela Normal Rural General Plutarco Elías Calles ‘El Quinto’, es un testimonio de la visión de futuro del gobierno estatal. Estas becas no solo alivian la carga económica de las familias, sino que abren camino a nuevas generaciones que forjarán el futuro de Etchojoa y de Sonora.

En su discurso, el gobernador Durazo destacó que estas acciones no son solo números o cifras en un presupuesto, sino gestos tangibles de un gobierno que escucha y actúa. “Hoy, más que obras, entregamos oportunidades y herramientas para construir un mejor futuro. Esto es solo el principio; Etchojoa seguirá siendo prioridad en nuestra agenda de trabajo”, afirmó.

Con cada entrega y obra inaugurada, Etchojoa se fortalece como un punto clave en el desarrollo del sur de Sonora. Las acciones realizadas no solo transforman el paisaje urbano, sino que reivindican el papel de los pueblos originarios y de la juventud en la construcción de un futuro más justo y prometedor. La jornada dejó claro que, con voluntad política y trabajo coordinado, el corazón del Mayo late más fuerte que nunca.

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