De cara al próximo proceso electoral es evidente que la candidatura más peleada será la de la gubernatura de Sonora, sobre todo en Morena, ya que en la oposición solamente hay un perfil que tiene posibilidades de competir, y ese es el alcalde Toño Astiazarán.
Por el lado oficialista hay varios perfiles naturales y otros que se están moviendo por aquello de que “no te entumas”, sin embargo dependerá de la decisión que tomen en su momento el ex presidente López Obrado, la presidenta Sheinbaum y el gobernador Durazo.
Lo cuestionable es que al haber tantos tiradores para la gubernatura de Sonora, se corre el riesgo que se vea a Hermosillo como un premio de consolación para aquellos que no les alcance para la grande, poniendo a la capital sonorense como plato de segunda mesa.
Si bien es natural en la política que se aspire a algo grande para luego negociar algo que quede en la justa dimensión de sus posibilidades, considero que debiera funcionar al revés, es decir que se defina primero Hermosillo antes de la gubernatura del estado.
Esto no solamente por el porcentaje electoral que representa Hermosillo en el total del padrón estatal, sino por la importancia de ir construyendo un proyecto sólido desde la capital, que será la plataforma para ganar en 2027 y la antesala a la gubernatura del 2030.
El mandar a algún perfil al “cuarto para la doce” por Hermosillo, no solamente es despreciar la importancia del municipio, sino es arriesgar la elección estatal, pues aunque Morena y aliado tenga hoy el ánimo social, en política la soberbia es muy mala consejera.
Y aunque usted me podría argumentar que Morena en Hermosillo está tan fuerte que con cualquier candidato o candidata gana, habría que preguntarle a Dolores del Río, si realmente se puede dar por hecho la victoria electoral sin haber realizado la votación.
Quien quiere Hermosillo que lo trabaje desde ahora, definir una ruta y una estrategia traerá una mejor organización y por supuesto, un mejor resultado; en cambio si hay incertidumbre y se esperan a usar esa candidata para calmar a la gente, están pecando de ingenuos.
Viejos conocidos de la capital sonorense
El exceso de confianza puede traer severas consecuencias, reitero, pues aunque en este momento podríamos decir que no hay nadie de la oposición para competir por Hermosillo, no hay que descartar el resurgimiento de viejos conocidos de la capital sonorense.
Y no, no me refiero a Maloro Acosta quien se tomó una controversial selfie hace poco con el diputado del PT, René García, quien no negó a su amigo; sin embargo las autoridades del partido tuvieron que salir a descartar cualquier acercamiento con el ex alcalde priista.
Me refiero más bien a Alejandro López Caballero quien anduvo apoyando la campaña de Toño Astiazarán y al parecer ya acordó su futuro político con su partido, puntualmente con Gildardo Real Ramírez, quien seguramente no puso alguna tarifa de por medio.
López Caballero si bien no fue el mejor de los alcaldes, es verdad que tampoco hay una mala percepción ciudadanía hacia su gobierno municipal, al contrario es una personaje que sabía manejar muy bien la cercanía con la sociedad y sobre todo la tenebra política.
Además tiene dos cualidades fundamentales para poder competir a Morena en Hermosillo el 2024, una de ellas es la estructura que podría reactivar luego de algunos años de ausencia, y otra sería el dinero para precisamente hacer funcionar esa estructura.
No descarto otros perfiles de la oposición para Hermosillo, como es el caso de la regidora Natalia Rivera quien podría ir por la revancha a la alcaldía, sobre todo si le favorece una posible alianza de Movimiento Ciudadano y Acción Nacional por la alcaldía naranja.
Selfie del Maloro, ¿casualidad o causalidad?
Por cierto pudimos ver otro destape a la alcaldía de Hermosillo para el 2027 de parte de la diputada federal del PT, Diana Karina Barreras, quien aseguró que tiene ya ganada la mitad del municipio al ser la diputada federal del 03 distrito, y la verdad no suena nada mal.
Ahora cobra sentido que después de que René García estuvo en reunión con el Maloro Acosta, ahora venga con Diana Karina Barreras y logre embonar de nueva cuenta aquella alianza del cabildo municipal que trajo la concesión del alumbrado público en Hermosillo.
Por cierto se habla mucho que ese voto en el cabildo fue crucial para que el entonces Secretario de Gobierno, Miguel Ernesto Pompa Corella, negociara un supuesto pacto de impunidad a favor de Sergio Gutiérrez Luna, hoy presidente de la Cámara de Diputados.
Vaya casualidad que hoy la vida vuelve a juntar a todos estos personajes pero en un mismo proyecto político, aunque conociendo como son de mal pensados, solo falta que digan que en política no hay casualidades, y que la famosa selfie fue más bien una “causalidad”.
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