Por Luis Fernando Heras Portillo
Desarrollador de negocios
Actualmente, en Perú opera un puerto con cuatro muelles completamente automatizados y de tecnología avanzada. Este puerto, llamado Chancay, cuenta con el lema “Chancay para Shanghai”, ya que es una inversión china realizada por la empresa Cosco Shipping Shanghai, en colaboración con un conglomerado de inversión privada de Perú.
Con esta infraestructura, China busca facilitar la exportación hacia Sudamérica, especialmente a Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, Perú y Colombia, todos mercados atractivos para ellos. Actualmente, la carga que China envía a estos países debe pasar primero por Long Beach y luego a Sudamérica, o ir a Manzanillo, México, para luego dirigirse al sur del continente, lo que implica demoras significativas. Este nuevo puerto reducirá el tiempo de viaje casi a la mitad, ahorrando alrededor de 20 días de transporte.
La apertura de este puerto traerá una reconfiguración en el tráfico de carga de los puertos marítimos en América, por lo cual insisto en que México debería jugar un rol estratégico, con al menos dos nuevos puertos en el Pacífico. Uno de estos puertos podría establecerse en Nayarit. Recuerdo que hace tres o cuatro años, la Secretaría de Marina, junto con el presidente López Obrador, anunció la construcción de un nuevo puerto en ese estado. Aunque el proyecto quedó en fase de planeación, representa una buena alternativa.
La segunda opción, sin duda, sería el municipio de Caborca, Sonora, en la frontera con Arizona. Allí podría construirse un puerto de altura, tanto para carga como para turismo, que permitiría que la mercancía proveniente de Asia ingrese a Estados Unidos y Canadá directamente a través de Sonora, distribuyéndose desde sus distintas fronteras.
El puerto peruano, con inversión china, será inaugurado próximamente por el presidente de China. La inversión inicial fue de 1,300 millones de dólares, y se estima que en dos años alcanzará los 3,500 millones. Este puerto podrá recibir buques de hasta 24,000 contenedores; para darse una idea, cada contenedor soporta 20 toneladas, lo cual representa una inmensa capacidad de transporte de mercancía. El puerto contará con ocho muelles, cuatro de los cuales ya están en funcionamiento, equipados con las grúas más modernas del mundo. Estas grúas, completamente automatizadas, mueven su brazo gigantesco hacia el barco, extraen la carga con imanes y la colocan en los patios de almacenamiento o directamente en los trenes y camiones que transportarán la mercancía, reduciendo significativamente los costos logísticos.
Es interesante señalar que este proyecto lleva más de 10 años en planificación y que, hace unos dos años y medio, finalmente se decidió llevarlo a cabo. Este tipo de decisiones están influenciadas por fenómenos como la geopolítica, el *nearshoring* y el aumento de la inversión extranjera directa en México.
Este puerto de tecnología avanzada es completamente automatizado y opera mediante software. Además, es un puerto ecológico: todo su equipo es eléctrico, desde las grúas hasta los transportes, eliminando el uso de combustibles fósiles y reduciendo la contaminación.
Los muelles del puerto son multipropósito, lo que significa que pueden manejar automóviles, electrodomésticos, ropa, granos, entre otros productos. A diferencia de puertos en México, donde cada uno se especializa en ciertos productos, este puerto puede manejar de todo.
Lo más interesante para China, en medio de la nueva guerra comercial con Estados Unidos, es que tendrán rutas directas a Shanghai sin pasar por Estados Unidos. Además, el puerto opera bajo un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, lo que asegura que el 100% de la carga sea escaneada con equipo norteamericano para evitar el transporte de artículos ilegales, como armas o drogas.
Este puerto ha sido construido para resistir tsunamis y terremotos de hasta 8.5 grados en la escala de Richter, lo cual es sumamente impresionante.
Tras haber visitado puertos en Italia, España, Francia y Malta en mi reciente viaje, me tomé el tiempo de investigar y documentarme sobre proyectos de este tipo. Por ello, creo que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum debería considerar la importancia de construir dos nuevos puertos de altura en México: uno en el municipio de Caborca, Sonora, para carga y cruceros, y otro en Nayarit, donde la Secretaría de Marina ya tiene proyectos ejecutivos avanzados. Estas opciones ayudarían a aliviar la saturación del puerto de Manzanillo, que no da abasto para las exportaciones hacia Asia.
Es importante aprender de experiencias exitosas, pero también de aquellas que no lo fueron, para evitar cometer errores. México tiene el potencial de aprovechar el *nearshoring* y la inversión extranjera directa. Sin embargo, el gobierno de México, en conjunto con los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, debe tener una mentalidad abierta y fomentar las asociaciones público-privadas necesarias, ya que estos proyectos requieren una gran inversión. Con acuerdos de concesión a largo plazo, estas infraestructuras podrían traer beneficios para el pueblo de México y el gobierno.
Creo que esta es la manera más inteligente de crecer en un contexto donde no hay fondos para todo. Las grandes obras de infraestructura, como los nuevos puertos marítimos, aeropuertos, tanques de almacenamiento de energía y el tren de pasajeros que se planea construir en todo el país, son los proyectos que pueden llevar a México a un siguiente nivel de modernidad. Con esto, estaríamos hablando de una verdadera transformación.
Finalmente, me alegró escuchar que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, asistirá al grupo del G20, evento al que su predecesor no acudió. México no puede quedarse aislado y debe aprovechar las oportunidades económicas, financieras e incluso geopolíticas que beneficien los intereses del país. Creo que su presencia en estos foros internacionales será fundamental para el desarrollo de México.
Gracias por leerme. Soy Luis Fernando Heras Portillo, compartiendo con ustedes mis experiencias en los muelles de Europa y reflexionando sobre lo que se está haciendo en América. Saludos.
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