Por Alan Castro
Formalmente culminó el periodo electoral y en los partidos políticos inicia una nueva etapa. A estas alturas, el periodo de duelo y la reflexión de lo sucedido ya están superados; sin embargo, es momento de levantar la cabeza y empezar a mirar hacia el futuro.
Es por eso que se viene una inminente reconfiguración en las fuerzas políticas en Sonora y en algunos partidos, también a nivel nacional, entre la elaboración de nuevas estrategias y, sobre todo, renovaciones y rectificaciones en las dirigencias estatales.
Morena en breve estará lanzando convocatoria para la renovación de la dirigencia estatal, ya que Julio César Navarro pasó de noche por la dirigencia y, además, en una semana se integrará al Congreso del Estado como Diputado Local Plurinominal.
Todo hace indicar que en dicha dirigencia se viene una renovación generacional y llegará Ramón Duarte; sin embargo, no hay que descartar que alguien del aparato estatal emigre del servicio público al trabajo partidista, incluso viniendo de una secretaría.
Finalmente, las bases morenistas tendrán que alinearse ante el consenso y lo que sea mejor para el partido. Obviamente, la humilde opinión y sugerencia del jefe político del movimiento en Sonora, gobernador Alfonso Durazo, debe de tener algún peso específico.
Como seguramente también lo tuvo en la próxima ratificación de Ramón Flores como Comisionado Político Nacional del Partido del Trabajo en Sonora, donde los petistas del estado y la venia de la coordinadora nacional permitieron su permanencia.
Aquí, al parecer, hubo un cambio de señales porque hace un mes aún se manejaba la idea de la llegada de René García a la dirigencia estatal y la intención de Ramón Flores, como Diputado Federal, de concentrarse en construir políticamente a nivel nacional.
Desconocemos si influyó la decisión de otorgar la primera suplencia a Pánfilo López y su probable llegada al Congreso por la vía plurinominal, pues ha sido el principal promovente de la impugnación de los acuerdos de paridad del IEE Sonora.
Ya que andamos en partidos aliados, en el Verde en Sonora, al parecer el delegado nacional Sergio Augusto López tiene los días contados en el estado. Veremos si se reactiva la pugna por el control interno entre los dos grupos, los de allá y los de casa.
Ahí se presume que Omar del Valle posiblemente podría regresar a la dirigencia estatal, aunque no sabemos si lo permitiría al tener la coordinación de la bancada Verde y, seguramente, la presidencia de la CRICP de la próxima legislatura del Congreso.
En los demás partidos de la coalición “Seguimos Haciendo Historia” no se esperan cambios, aunque ciertamente también habrá una reconfiguración interna, ya que este proceso electoral, aunque hubo importantes incorporaciones, también tuvo bajas.
Las fuerzas de oposición, ahí sí es donde se va a poner buena la cosa, principalmente en Acción Nacional, donde a finales de año se estará renovando la dirigencia nacional y estatal. Sin Damián Zepeda en carrera nacional, crecen sus bonos en Sonora.
Pues, aunque pareciera que Gildardo Real Ramírez tiene blindada su reelección en el PAN Sonora, la reciente pugna por la diputación plurinominal pone a prueba lealtades y compromisos, dando pie a que otros perfiles emergentes tomen relevancia.
Y me refiero puntualmente al joven Bruno Cházaro, quien se ha encargado de hacer política nacional y estatal. Creo que vendría bien un perfil joven si realmente en Acción Nacional quieren retomar su esencia con visión al futuro, y no depende solo del Toño.
Eso sí, no vemos al Toño Astiazarán metiéndose en las decisiones del PAN y menos en las del PRI, donde si bien han querido emboletarlo con el pleito de Alito y Beltrones, lo mejor que puede seguir haciendo el alcalde es mantenerse al margen de pleitos.
Porque hay que decirlo, si bien no hay indicios de una renovación en la dirigencia del PRI en Sonora, es innegable que existe la posibilidad de que, si sube de tono la pelea de Alito Moreno y Beltrones, podría traer repercusiones en el priismo del estado.
Por lo pronto, el regidor reelecto Onésimo Aguilera ya levantó la mano y se declaró listo para entrar al quite. Tampoco se descarta una decisión salomónica y mandar un delegado con funciones de presidente desde el CEN del PRI, como ya ha pasado antes.
En el PRD Sonora, después de la elección, habrá que seguir trabajando en la unidad entre las diferentes expresiones, pues si bien el dirigente estatal Joel Ramírez no le queda otra más que permanecer ahí, seguramente la Nueva Izquierda se fortalecerá.
Y donde se está poniendo bueno es en Movimiento Ciudadano, donde el actual dirigente Manuel Scott quiere dejar heredera; sin embargo, hay una fuerte resistencia al interior que no se va a dejar, y al parecer ya tienen gallo para hacerle frente a la gallineta.
Se habla de la posibilidad de que Gustavo Almada encabece la rebelión de las bases, apoyado por Carlos León, Rosa Elena Trujillo y Gabriela Félix, mientras que, por el lado de Natalia Rivera, estaría apoyando Ernesto De Lucas, Manuel Scott y Jorge Russo.
Los dos grupos están conscientes de que ese tipo de decisiones se toman en el centro del país, por lo cual ya se habla del compromiso y respaldo de actores nacionales. Gustavo Almada sería apoyado por Dante Delgado y Natalia Rivera por Jorge A. Maynez.
Donde no habrá cambio de dirigencia, pero sin duda se están moviendo las cosas al interior, es en el Partido Sonorense. Este reciente proceso electoral fue la prueba de ácido para la agrupación, no solo para mantener su registro estatal, sino para mantenerse unidos.
Y es que, después de la hazaña electoral, han salido a relucir múltiples acusaciones de traiciones, al grado que aún está en juego la representación del partido en el Congreso del Estado. Esperamos que decidan los tribunales, y capaz que hay un diputado independiente.
Así las cosas, en las distintas fuerzas políticas de Sonora. Habrá que esperar que el IEE también publique la convocatoria para que agrupaciones políticas inicien el extenso proceso para convertirse en nuevos partidos, pero esa ya es otra historia. ¡Ánimo!
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