La desaceleración de la economía mexicana se había manifestado previamente a través de la disminución de las tasas de crecimiento anual en la actividad económica y en la creación de empleos formales. Estos indicadores, ligados a las fases del ciclo económico, sugerían una reducción en las estimaciones de crecimiento para este año. Recientemente, el Fondo Monetario Internacional ajustó su pronóstico de crecimiento para México en 2024 a un 2,2%, seguido por una reducción a 1,9% por parte de los analistas encuestados por Citibanamex. Sin embargo, estas cifras aún podrían ser optimistas, ya que el ritmo actual de actividad económica en México no parece compatible con un crecimiento anual superior al 1,5%.
En este análisis, se examinan los factores detrás de esta desaceleración. El indicador más útil es el de la creación de empleo formal, que se refiere a los trabajos registrados ante el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS). Este indicador mensual, disponible dos semanas después de cada mes, ofrece una visión detallada a nivel estatal, permitiendo identificar las regiones más afectadas por la desaceleración.
A nivel nacional, la tasa de crecimiento de los empleos formales alcanzó su máximo reciente en mayo de 2023 con un 4,1% anual. Sin embargo, para junio de este año, esta tasa había disminuido a un 2% anual. La desaceleración se concentra principalmente en la frontera norte y el sureste del país.
En la frontera norte, el empleo formal en los cinco estados fronterizos está prácticamente estancado, creciendo solo un 0,1% anual. En Baja California y Chihuahua, el empleo formal en junio de 2024 es inferior al del año anterior, mientras que en Sonora y Tamaulipas se ha mantenido estable, y en Coahuila ha crecido un 2,5%.
En el sureste (Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo), la desaceleración es notable. Mientras que en mayo de 2023 el empleo formal en esta región crecía a tasas superiores al 7% anual, en junio de 2024 solo crecía un 0,5% anual. Tabasco ha sido el principal contribuyente a esta desaceleración, con una reducción del 11% en el empleo formal en comparación con el año anterior.
Identificados los focos rojos, se pueden considerar tres factores explicativos:
- La desaceleración de la actividad industrial en Estados Unidos, estancada por más de un año.
- La apreciación real del peso, que ha afectado la competitividad de los productos mexicanos, influenciada en parte por el diferencial en las tasas de interés entre México y Estados Unidos y una política monetaria restrictiva.
- La conclusión de proyectos prioritarios del gobierno, como la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.
El primer factor es exógeno y difícil de controlar. El segundo está parcialmente bajo el control de la política monetaria, y el tercero es consecuencia de decisiones de gasto y del ciclo político-económico. El riesgo más significativo está en el último punto, ya que el cambio de gobierno y la consolidación fiscal podrían agravar la situación. Es crucial considerar estos elementos en el diseño y ejecución del presupuesto de 2025.
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