Por David Guirado
La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, ha designado a Omar García Harfuch como el nuevo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, confiándole una de las responsabilidades más críticas para su próximo gobierno. Este nombramiento subraya la importancia de la lealtad dentro del equipo de Sheinbaum, una cualidad que ella valora profundamente.
García Harfuch se ha convertido en una figura clave para Sheinbaum, ganándose su confianza a lo largo de su gestión en la Ciudad de México. Su trayectoria incluye el liderazgo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de 2019 a 2023, donde se destacó por su firmeza y efectividad en el combate al crimen. Aunque inicialmente enfrentó resistencia dentro de Morena, Sheinbaum lo rescató para integrarlo en su equipo de campaña y, ahora, en su próximo gabinete. García Harfuch, abogado y maestro en Seguridad Pública, ha liderado iniciativas cruciales como los Diálogos para la Transformación enfocados en la crisis de inseguridad.
La elección de Sheinbaum para encumbrar a García Harfuch en la Secretaría de Seguridad Federal refleja una estrategia basada en la creación de espacios operativos y la implementación de tácticas efectivas contra el crimen. En su llegada a la policía de la Ciudad de México a finales de 2019, Harfuch se enfrentó a una situación crítica de inseguridad con más de 1,500 homicidios, casi 300 secuestros y más de 120,000 robos registrados el año anterior. Su misión principal fue desmantelar los grupos criminales violentos que operaban en la capital.
A pesar de su origen ajeno a las familias políticas dominantes de Morena y su pasado asociado a administraciones de derecha, Harfuch ha demostrado su valía a través de su desempeño. Su gestión en la Ciudad de México, caracterizada por una notable reducción de delitos, ha fortalecido su imagen. La emboscada criminal que sufrió en 2020, donde resultó herido de gravedad, consolidó su reputación como un funcionario comprometido y valiente.
La elección de Sheinbaum de incluir a García Harfuch en su equipo no fue fortuita. Inicialmente, al asumir la jefatura de gobierno en 2018, Sheinbaum consideró varios candidatos para la jefatura de policía, optando primero por Jesús Orta. Sin embargo, tras una investigación por malversación, Orta fue reemplazado por Harfuch, quien ya había demostrado su eficacia al frente de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República.
En su gestión en la Ciudad de México, Harfuch se centró en perseguir y capturar a líderes criminales significativos, logrando arrestos importantes que disminuyeron la violencia en la capital. Su enfoque práctico y operativo, junto con su capacidad para delegar y reconocer sus propios límites, le han valido el respeto tanto dentro como fuera de las fuerzas de seguridad.
Al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, García Harfuch enfrentará el desafío de operar con recursos limitados y crear estructuras operativas eficientes. Entre las áreas que podrían fortalecerse bajo su liderazgo están la Comisión para la Atención del Delito de Homicidio Doloso y la Comisión Nacional Antisecuestro. También se considera la posibilidad de reforzar el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que actualmente cuenta con unos 5,000 agentes.
Sheinbaum ha aceptado la transferencia de la Guardia Nacional al Ejército, pero no se descarta que en el futuro se busque reestructurar algunas de sus áreas bajo la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, especialmente aquellas relacionadas con inteligencia y carreteras, una prioridad para la nueva administración.
El respaldo de García Harfuch por parte del Ejército y la Marina, ganado a través de su trabajo operativo, añade un factor de confianza adicional a su nuevo rol. Su legado familiar, con antecedentes militares significativos, también forma parte de su perfil, aunque ha intentado distanciarse de los aspectos más controvertidos.
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