Por David Guirado
El panorama político de México se encuentra en una etapa crucial tras las elecciones del 2 de junio, donde el partido oficialista Morena y sus aliados han quedado a solo dos escaños de obtener la mayoría calificada en el Senado. Con el 94% de las actas escrutadas por el Instituto Nacional Electoral (INE), los resultados preliminares indican que la coalición oficialista ha asegurado 83 puestos en la Cámara alta, aproximándose al quórum necesario para realizar reformas constitucionales.
Paralelamente, en la Cámara de Diputados, Morena y sus aliados han consolidado una mayoría calificada. La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, anunció que el bloque oficialista “Sigamos Haciendo Historia” ha obtenido 365 escaños, superando con creces los 334 necesarios para garantizar dicha mayoría. Este avance en ambas cámaras refuerza la capacidad del oficialismo para impulsar su agenda legislativa.
La distribución de escaños en el Senado muestra a Morena y sus aliados, el Partido Verde (PV) y el Partido del Trabajo (PT), con 83 puestos, quedando a dos de los 85 necesarios para la mayoría calificada. Los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) destacan que la coalición oficialista obtuvo la mayoría de votos en todos los estados, excepto Querétaro y Aguascalientes.
El Partido Acción Nacional (PAN) se consolida como la segunda fuerza en el Senado con 22 escaños, seguido del Partido Revolucionario Institucional (PRI) con 17. En total, los partidos de oposición suman 45 de los 128 senadores. En la Cámara de Diputados, según estimaciones de Gobernación, la oposición obtendría 135 escaños, mientras que el aliado PV podría convertirse en la segunda fuerza.
La nueva Legislatura comenzará un mes antes de que Claudia Sheinbaum asuma la presidencia, lo cual podría facilitar al presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, la aprobación de reformas pendientes, como la iniciativa de reforma judicial conocida como el “Plan C”. La sorpresa del triunfo oficialista en la Legislatura ha generado una reacción negativa en los mercados financieros, con una depreciación del peso mexicano frente al dólar, alcanzando una cotización de 17,80 pesos por dólar, una caída de más del 4% desde el viernes antes de las elecciones.
El resultado electoral también ha desencadenado una controversia sobre la asignación de curules a los diputados plurinominales. Críticos argumentan que el sistema beneficia indebidamente al oficialismo, generando una sobrerrepresentación que podría contravenir la Constitución. Una cláusula constitucional establece un límite del 8% para la sobrerrepresentación de los diputados plurinominales, pero este límite se aplica a los partidos políticos y no a las coaliciones, según la interpretación del INE.
Este punto ha sido objeto de debate, con voces críticas como la del exconsejero del INE, Ciro Murayama, quien acusa al gobierno de usar una “lectura jurídica tramposa” para aumentar su representación. Murayama sostiene que esta interpretación podría otorgar a Morena y sus aliados un poder excesivo, permitiéndoles realizar reformas constitucionales sin los contrapesos necesarios.
Por otro lado, el consejero del INE, Uuc-kib Espadas, ha defendido la aplicación de la fórmula actual, subrayando que la Constitución establece límites de sobrerrepresentación solo para partidos y no para coaliciones. Esta interpretación podría beneficiar al bloque oficialista en la distribución de escaños plurinominales.
A medida que se finalizan los resultados y se confirman los datos, se espera que la oposición presente impugnaciones, lo que podría llevar el asunto a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial. Este tribunal tendrá la última palabra en caso de disputas, determinando así la conformación final del Congreso y el equilibrio de poder en la política mexicana.
En definitiva, el avance de Morena y sus aliados hacia la mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso marca un punto de inflexión en la política mexicana. Con una sólida mayoría en la Cámara de Diputados y a solo dos escaños de la mayoría calificada en el Senado, el partido oficialista se encuentra en una posición estratégica para impulsar su agenda legislativa, a pesar de las controversias y desafíos que puedan surgir.
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