La reciente conducta de Colosio Jr., que parece ir en contra de los intereses de su propio partido, Movimiento Ciudadano (MC), ha generado preocupación entre sus filas.
En varias ocasiones, Colosio Jr. ha manifestado su interés por alinearse con la coalición PAN-PRI. En julio del año pasado, comentó que a la alianza PAN-PRI le hacía falta más de Movimiento Ciudadano. Recientemente, durante la campaña electoral, volvió a insinuar esta preferencia en una entrevista con Azucena Aresti, sugiriendo abiertamente que Jorge Álvarez Máynez debería retirarse.
La reacción de los miembros de MC no se hizo esperar. En un intento por controlar el daño, comenzaron a difundir en redes sociales un video donde Colosio Jr. presuntamente criticaba al “PRIAN”. El mismo Máynez intervino, argumentando que tal vez Colosio Jr. quiso decir que el PAN-PRI debería ceder en favor de MC.
Estas declaraciones no son un incidente aislado, sino que se suman a una serie de desplantes y confrontaciones que Colosio Jr. ha tenido con su partido.
Como alcalde de Monterrey, Colosio Jr. permitió que ciertos grupos de interés provocaran la renuncia de Laura Ballesteros como secretaria de desarrollo urbano sostenible. La salida de Ballesteros no fue un asunto menor; ella es senadora de MC y la principal vocera de la campaña de Máynez.
Además, Colosio Jr. rechazó la oportunidad de competir por la presidencia, argumentando que no quería ser el causante de una división en la oposición. Esta decisión implicaba, en la práctica, priorizar al PRI-PAN sobre su propio partido. Colosio Jr. contaba con el apoyo y el conocimiento necesarios no para unirse al PRI-PAN, sino para hacer que estos partidos se alinearan con él. Sin embargo, decidió no aprovechar esta oportunidad, evitando enfrentarse directamente con sus rivales.
El comportamiento de Colosio Jr. no ha hecho más que encender las alarmas dentro de MC. El partido lo ha cuidado y apoyado, esperando pacientemente a que madure y se convierta en su candidato presidencial. MC ha invertido en él, considerándolo un gran activo para el futuro.
No obstante, parece que Colosio Jr. tiene otros planes y se siente más cómodo ayudando a fortalecer al PRI-PAN en lugar de consolidar a MC.
Independientemente de sus intenciones, la popularidad de Colosio Jr. podría estar en declive. Para la próxima elección presidencial, muchos votantes no tendrán recuerdos significativos de Colosio padre. Si se pregunta a alguien mayor de 60 años y a alguien menor de 20 años sobre Colosio padre, es probable que el primero lo recuerde como un mártir de la democratización mexicana, mientras que el segundo apenas lo identifique como un político priista.
Desde un punto de vista mercadológico, MC enfrenta un reto con Colosio Jr., pues resulta complicado presentar como nuevo a un candidato que simboliza algo del pasado.
En este contexto, el desafío para MC, si aspira a ser la segunda fuerza opositora más importante de México, es comenzar a desarrollar nuevos perfiles y fortalecer sus propias bases en lugar de depender de figuras públicas ya establecidas. En política, no existen atajos.
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