Por Alan Castro
Ya estamos en la recta final de la contienda federal donde estará en juego no solamente la Presidencia, sino en gran medida el futuro de Sonora, ya que el Senado representa la antesala de la próxima gubernatura.
Y es que a veinte días de la jornada electoral ha habido modificaciones en las preferencias electorales, pues antes del primero de marzo se pronosticaba una contienda totalmente diferente.
Previo al inicio de la campaña se veían solo tres fórmulas, la coalición Sigamos Haciendo Historia, la alianza Fuerza y Corazón por México y la de Movimiento Ciudadano, donde se esperaba que esta última fórmula pudiera dar la sorpresa.
Sin embargo hubo dos factores que cambiaron totalmente la ecuación, primero el Plan C, la estrategia de disolver la coalición y tener fórmulas de Morena, PT y Verde, para generar la mayor cantidad de votos y lograr más posiciones plurinominales.
En esa nueva contienda el PT con una fórmula integrada por dos personas con gran potencial electoral vinieron a replantear la estrategia de fórmula del PRI, PAN, PRD, que seguro no esperaban tanta hostilidad.
Y es que una de las principales encomiendas de de la fórmula petista al margen de lograr una buena votación, ha sido el contrastar y confrontar la fórmula de Beltrones y Lilly Tellez, quienes tampoco están mancos.
Esto le permitió a Celida y Froylan tener un crecimiento exponencial en la primera semana de campaña, y conforme ha transcurrido la contienda han ido avanzando paulatinamente sin comprometer la ventaja de Morena.
Ese es un punto a considerar, pues la coalición se han fragmentado en tres fórmulas de la cuarta transformación, Morena sigue siendo la marca fuerte de la casa con el 35% de intención del voto.
Y si bien se veía como soberbia y un exceso de confianza el pretender repartirse el motín electoral entre los aliados, además de un riesgo, ya que el crecimiento del PT tendrá una repercusión a Morena, no ha sido lo suficiente para preocupar.
Lo que si debe preocupar y es un riesgo latente para las fórmulas de Morena y el Partido del Trabajo es el tema de los votos nulos, pues a diferencia de la papeleta electoral de la presidencia, no se puede votar por dos partidos en la misma boleta.
En una elección terciada como se pronostica la del senado, el margen de votos nulos pueden significar la diferencia entre las fórmulas ganadoras y las fórmulas perdedoras.
Dicho esto debe ser un reto importante no solamente para el PT, sino para Morena, el no permitir que los votos nulos sean determinante en la elección, pues sería lo único que pudiera distorsionar la fotografía electoral del momento.
Y es que el Plan B, de Beltrones, si vino a mover el tapete, pero no necesariamente a mover significativamente las gráficas de las preferencias electorales en la entidad, donde insisto, Morena sigue estando fuerte.
Sin duda la llegada de Beltrones llenó un vacío de liderazgo en la oposición y su campaña ha impuesto la agenda mediática y política de la campaña en la entidad, lo cual ha generado algunas reacciones.
Pues es evidente que el “Efecto Beltrones” está activando una serie de personajes que se han encargado de recordarle a la ciudadanía todo lo que se dice y se piensa de Manlio Fabio, digo hasta enemigos del pasado.
Es el caso del ex gobernador Eduardo Bours que aprovechando el raite, no solo le tundió a Beltrones, sino a uno que otro que anda en la campaña electoral.
Pero bueno, esa es la estrategia que ha empleado Morena y si bien su Plan C tiene varias vertientes, una de ellas ha sido pegarle a la fórmula de la alianza, sin embargo no se que tanto genere votos, pues quieran o no, ambos llegaran al Senado.
Aquí sí puede entrar la máxima de que se puede ganar la campaña pero no la elección, y no solo lo digo por la alianza, sino por el PT y hasta Movimiento Ciudadano, que lamentablemente es uno de los damnificados con estos Planes B y C.
La elección al senado si se terció pero no con las fórmulas previstas, aun así podemos hablar de que llegaran tres opciones con posibilidades a la jornada electoral.
Por cierto, el fantasma del abstencionismo acecha por Sonora y esperemos que en estas elecciones salga a votar por quienes quieran, pero que salgan a votar, pues venimos de un proceso donde lamentablemente solo participó el 43%.
¡A votar!
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