López Obrador ha dejado entrever que su equipo de seguridad será el encargado de determinar si la Fiscalía General de la República (FGR) toma las riendas del “caso Camila”, que ha conmocionado a México tras el secuestro y posterior asesinato de una niña de 8 años en Taxco, Guerrero, seguido de un linchamiento hacia los presuntos captores, resultando en la muerte de uno de ellos.
El presidente, consciente de la gravedad del asunto, ha preferido no adelantar acciones este lunes, anunciando que será su gabinete de Seguridad quien informe detalladamente sobre la investigación y decida si es pertinente la intervención de la FGR. Mario Figueroa, alcalde de Taxco, ha culpado al Gobierno estatal por no haber actuado a tiempo ante el linchamiento, denunciando la falta de liberación de órdenes de detención por parte de las autoridades locales ante la presión de los vecinos.
López Obrador ha expresado su pesar por lo sucedido, describiendo el caso como una tragedia para todos los mexicanos, pero ha insistido en que se debe esperar a tener todos los datos para tomar medidas adecuadas. Figueroa, por su parte, ha defendido su actuación, afirmando haber hecho todo lo posible para abordar la situación y criticando a quienes buscan sacar provecho político de la desgracia ajena.
El presidente ha dejado claro que la investigación y las decisiones corresponden a las autoridades locales y estatales, aunque aún están evaluando si la intervención de la FGR es necesaria. Mientras tanto, Taxco, conocido como uno de los pueblos mágicos de Guerrero, continúa enfrentando una ola de violencia sin precedentes, con antecedentes de paralización debido a amenazas del crimen organizado en enero pasado. A pesar de las controversias y la escalada de violencia, el partido Movimiento Ciudadano ha anunciado su consideración de reelegir a Figueroa como alcalde, dejando la decisión en manos de la dirigencia nacional en los próximos días.
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