La violencia amenaza la democracia de México, podría inhibir considerablemente el voto
En el marco del proceso electoral de 2024 en México, la violencia política se ha convertido en un tema alarmante que amenaza la integridad del sistema democrático del país. Los incidentes recientes, que incluyen ataques, asesinatos y secuestros dirigidos a políticos y sus familiares, han generado preocupación y resaltan la fragilidad de la democracia mexicana.
Los datos recabados muestran que, desde el 4 de junio de 2023 hasta el 13 de marzo de 2024, se han registrado 112 casos de violencia relacionada con las elecciones. Además, el proyecto “Votar entre balas” de Data Cívica revela que entre 2018 y febrero de 2024, se han documentado 113 ataques a familiares de políticos, de los cuales el 78% resultaron en asesinatos.
El análisis detalla que, durante este periodo, hubo un aumento significativo en el número de familiares atacados, siendo Zacatecas uno de los estados más afectados. Ejemplos recientes incluyen el asesinato de dos familiares del senador Ricardo Monreal en Fresnillo y el homicidio de Cecilio Murillo, hermano del actual alcalde de Sombrerete.
Además de los asesinatos, también se han registrado casos de secuestros y ataques a funcionarios de seguridad pública en diferentes partes del país. El informe revela un total de 574 eventos de violencia política criminal en 2023, y 486 en 2022, lo que subraya la magnitud del problema.
Las entidades más afectadas por la violencia política en 2024 incluyen Jalisco, Guerrero, Guanajuato, Colima, Estado de México, Zacatecas, Morelos, Veracruz, Baja California, Michoacán, Chiapas, Ciudad de México, Sonora, Nuevo León, Tamaulipas y Tabasco. Prácticamente la mitad de los estados del país están en focos rojos.
La persistente violencia política en México no solo amenaza la integridad del proceso electoral y la estabilidad del país, sino que también puede tener un impacto significativo en los votantes y en la percepción de la democracia. La violencia y la intimidación pueden generar un clima de miedo entre la población, desalentando la participación en el proceso electoral y socavando la confianza en las instituciones democráticas.
En este contexto, es crucial que las autoridades tomen medidas efectivas para prevenir y combatir la violencia política, garantizando la seguridad de los actores políticos y sus familias. Además, es necesario fortalecer las instituciones encargadas de impartir justicia para llevar ante la ley a los responsables de estos crímenes.
La erradicación de la violencia política requerirá un esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad mexicana, así como un compromiso firme con los principios democráticos y el estado de derecho. Solo a través de la cooperación y el rechazo unánime a la violencia podremos construir un futuro más seguro y justo para México.
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