El caso de Mario Aburto, el asesino confeso de Luis Donaldo Colosio, ha vuelto a la atención pública mientras la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) posterga su decisión sobre su liberación. Con solo dos semanas para la posible excarcelación de Aburto, el alto tribunal aplazó su veredicto para analizar un recurso presentado por la Fiscalía General de la República (FGR), que busca evitar su salida de prisión.
Aburto, condenado a 45 años de cárcel en 1994 por el asesinato de Colosio, cumpliría 30 años el 23 de marzo, fecha que marca un hito crucial en su posible liberación. Sin embargo, la FGR ha presentado un recurso contra la decisión de un tribunal colegiado que ordenó la revisión de su sentencia, reduciendo su pena a 30 años según el Código Penal de Baja California, donde se cometió el crimen.
El proyecto 805/2023, que llegó a la SCJN tras un largo proceso legal, ha generado expectativas sobre el destino de Aburto. La defensa argumentó que la pena debería ajustarse a la legislación estatal, lo que permitiría su liberación anticipada. Sin embargo, la FGR impugnó esta decisión, argumentando nuevas teorías sobre el caso que implican la participación de más personas en el asesinato de Colosio.
El presidente de la primera sala de la SCJN, el ministro Jorge Pardo Rebolledo, se ha declarado impedido para analizar el caso debido a su participación previa en investigaciones relacionadas. Los ministros acordaron posponer la votación por dos semanas para examinar el asunto con mayor profundidad, lo que sugiere un escrutinio detallado de las nuevas alegaciones presentadas por la FGR.
El caso de Colosio ha cobrado relevancia política en el contexto del próximo proceso electoral presidencial en México. La FGR ha reabierto la investigación y ha revivido la teoría del segundo tirador, implicando a nuevas personas en el asesinato. Estas nuevas acusaciones han suscitado un renovado interés en el caso, así como un debate público sobre la verdadera naturaleza del crimen que conmocionó a México hace casi tres décadas.
La prolongación de la decisión de la SCJN sobre la liberación de Aburto indica que el caso está lejos de resolverse. Mientras tanto, la incertidumbre persiste sobre el destino del hombre que ha estado tras las rejas por más de un cuarto de siglo por el asesinato de un líder político que prometía un cambio para México.
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