Un Senado de Oposición ¿Un Verdadero Contrapeso en México?

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Un Senado de Oposición ¿Un Verdadero Contrapeso en México?

UN SENADO DE OPOSICIÓN ¿UN VERDADERO CONTRAPESO EN MÉXICO?

Por Alan Castro y Emmanuel Quintana

 

La presencia de diputados plurinominales en México responde a la intención de garantizar una representación proporcional en el Congreso de la Unión, contemplando para su selección un modelo que combina la representación proporcional con la representación por mayoría relativa.

Cabe mencionar que los legisladores plurinominales no son electos directamente por la población, sino que su designación se basa en la proporción de votos obtenidos por cada partido a nivel nacional. Esto permite corregir posibles desequilibrios que puedan surgir debido al sistema de mayoría relativa.

Algunas de las razones para tener legisladores plurinominales es garantizar la representación proporcional, es decir, la inclusión de legisladores plurinominales permite que la composición del Congreso refleje de manera más precisa la distribución de preferencias políticas a nivel nacional.

De alguna forma, los plurinominales también incentivan la participación de partidos pequeños, pues estos diputados pueden proporcionar una voz a partidos políticos que, aunque no hayan ganado en ninguna circunscripción individual, han obtenido un porcentaje significativo de votos a nivel nacional.

Una de las principales razones para tener “pluris” es evitar mayorías absolutas desproporcionadas, ya que, sin la presencia de plurinominales, podría ocurrir que un partido o coalición obtenga una mayoría absoluta en el Congreso con un porcentaje de votos menor al que representa la mayoría de la población.

En México, el diseño del sistema electoral ha tenido cambios a lo largo del tiempo, y la presencia de diputados plurinominales es una característica de la actual configuración del sistema, y su existencia se fundamenta en el objetivo de lograr una representación más equitativa y proporcional.

 

¿El Legislativo es un contrapeso natural del Ejecutivo?

En la teoría y práctica de muchos sistemas políticos, el poder legislativo actúa como un contrapeso o control al poder ejecutivo. Este principio es fundamental en el sistema de separación de poderes, que es una característica clave de las democracias modernas.

La separación de poderes implica la división de las funciones del gobierno en tres ramas independientes: el poder ejecutivo (encabezado por el presidente o primer ministro), el poder legislativo (formado por el parlamento o congreso), y el poder judicial (compuesto por los tribunales).

Cada rama tiene roles y responsabilidades distintos, y ninguna debería tener un control absoluto sobre las demás. El poder legislativo, al que comúnmente se le atribuyen funciones como la elaboración y aprobación de leyes, tiene varios mecanismos para contrarrestar el poder ejecutivo.

Elaboración y aprobación de leyes, que permite influir en las políticas y acciones del ejecutivo al establecer marcos legales y regulaciones; además de aprobación del presupuesto desde donde puede controlar los fondos es una herramienta importante para influir en las acciones del ejecutivo.

Otro papel que juega el poder legislativo es la supervisión y fiscalización, es decir, que el legislativo tiene la capacidad de supervisar las acciones del ejecutivo, realizar investigaciones y exigir rendición de cuentas. Esto incluye audiencias, interrogatorios y la posibilidad de realizar juicios políticos.

Además de la confirmación de ciertos nombramientos realizados por el ejecutivo, como algunos miembros del gabinete, jueces y otros funcionarios clave. Y, por último, si el ejecutivo puede proponer leyes, el legislativo puede tener el poder de vetar esas propuestas o de anular vetos presidenciales.

Estos mecanismos están diseñados para evitar la concentración excesiva de poder en una sola rama del gobierno y para garantizar un sistema de contrapesos que proteja los derechos y libertades de los ciudadanos. Sin embargo, la efectividad de estos mecanismos puede variar según la política de cada país.

 

¿Quiénes integrarán el próximo Senado de la República?

Teniendo en cuenta todo lo dicho, la función de los legisladores plurinominales y del poder legislativo ante el poder ejecutivo, es evidente que la configuración de la próxima legislatura del Senado de la República supone un papel preponderante como un verdadero contrapeso de la siguiente presidencia de México.

Hace unos días los partidos de oposición que conforman la coalición Fuerza y Corazón por México (PRI, PAN, PRD) presentaron ante el Instituto Nacional Electoral (INE) la lista de perfiles que llegarían al Senado de la República por la vía de la representación proporcional, es decir, de manera plurinominal.

En el caso del Partido Revolucionario Institucional, la lista se encuentra encabezada por el actual dirigente del Comité Ejecutivo Nacional del partido, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas y la Secretaria General del mismo partido, Carolina Viggiano en la segunda posición, actualmente Diputada en el Congreso de la Unión.

En tercera posición se encuentra el diputado federal Pablo Angulo, y Cristina Ruiz Sandoval ocupa el cuarto lugar en la lista. En la quinta posición aparece el licenciado Manlio Fabio Beltrones, quien de igual forma busca llegar a la cámara alta por mayoría relativa, ya que encabeza la fórmula al senado en Sonora.

Por parte del Partido Acción Nacional, la lista la encabeza Marko Cortés Mendoza, actual dirigente nacional del partido. La segunda posición le pertenece a la diputada Karen Michel González. Y la tercera a Ricardo Anaya, quien hace su regreso a la política nacional tras haber perdido en las elecciones presidenciales del 2018.

El cuarto lugar lo recibe la actual senadora por Sonora, Lilly Téllez, quien acompaña a Manlio Fabio Beltrones en la fórmula al senado por Sonora buscando la mayoría relativa. Y en quinta posición se encuentra Enrique Vargas del Villar, diputado del Congreso del Estado de México.

Por parte del Partido de la Revolución Democrática, ocupa la primera posición el actual dirigente del partido, Jesús Zambrano. El segundo lugar pertenece a la Secretaria General del partido, Adriana Díaz Contreras. La lista del PRD la cierra en una tercera posición Julio Yáñez.

 

¿Obligada negociación con la oposición?

La inclusión en las listas plurinominales de figuras como Alito Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, actuales dirigentes de sus respectivos partidos, plantea la cuestión crucial de cuál debería ser el rol de la oposición en el próximo escenario político de México: ¿compartir el poder o negociar con la oposición?

Para enfrentar al monstruo que representa la marca de Morena, la coalición Fuerza y Corazón por México apostó por traer a viejos personajes de la política nacional, perfiles con experiencia que han encabezado puestos de elección popular e incluso han figurado en posiciones que les han permitido cogobernar en algún momento.

El líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro “Alito” Moreno, ha acaparado el reparto de las candidaturas, presentando una lista en la que destacan figuras de confianza y veteranos políticos. La estrategia de consolidar a su círculo cercano refleja una posición de fortaleza interna.

Por su parte, en Acción Nacional, la inclusión de perfiles como Marko Cortés ha generado controversia, pues a pesar de haber estado envuelto en escándalos y críticas internas, Cortés se coloca como cabeza de lista para el Senado y seguramente será quien coordine la bancada panista.

En el PRD, Jesús Zambrano, líder nacional del partido, y Adriana Díaz, secretaria general, se perfilan como candidatos al Senado de la República. Sin embargo, las tensiones internas, evidenciadas por las críticas públicas de figuras como Silvano Aureoles, plantean desafíos para la unidad del partido.

La posibilidad de mantener su registro como fuerza política también está en juego para el PRD, y la lista de candidatos plurinominales podría ser determinante. La inclusión de estos líderes muestra la apuesta del partido por figuras con experiencia, pero también refleja las divisiones internas que podrían afectar.

La experiencia de estos perfiles también lleva consigo críticas y tensiones internas. Los partidos opositores deberán demostrar no solo la capacidad de cuestionar las políticas gubernamentales, sino también la voluntad de presentar soluciones concretas y actuar como agentes de cambio positivo.

El resultado de estas elecciones dependerá no solo de los perfiles en las listas, sino de la capacidad de los partidos para conectar con las demandas y aspiraciones de la ciudadanía. La llegada de perfiles conocidos puede aportar experiencia, pero también plantea desafíos en términos de renovación y representatividad.

 

¿Realmente hay políticos que ganan perdiendo?

La reciente publicación de las listas plurinominales ha traído consigo críticas severas de parte de partidos opositores e incluso dentro de la coalición que contempla PRI, PAN y PRD, pero sobre todo, las reacciones no se han dejado esperar por la ciudadanía en general.

Y es que con los nombres que encabezan las listas se cristaliza la narrativa del propio presidente Andrés Manuel López Obrador, de que estos partidos representan intereses de poder y, en función de eso, las élites toman decisiones cupulares para seguir manteniendo sus privilegios.

Por su parte, el virtual candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Maynez, manifestó que estas listas plurinominales destapan tal cual como son a los partidos de oposición, quienes sabiendo perdida la presidencia no buscan ganar, sino mantener un hueso y el fuero.

Lo cual cobra mucho sentido, pues varios nombres que integran las listas plurinominales, tanto para el senado como para la cámara de diputaciones, se han visto envueltos en señalamientos y denuncias penales, entre otros que enfrentan incluso procesos de parte de las autoridades.

La propia precandidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, sin ser muy severa en su crítica, felicitó a través de sus redes sociales a solo tres personajes que aparecen en las listas pluris, y además se declaró extrañada por la falta de presencia de perfiles ciudadanos.

Pues, a diferencia de Xóchitl Gálvez, quien ha hecho un esfuerzo extraordinario para proyectarse como una candidata ciudadana, los dirigentes de los partidos políticos no solamente han aprovechado su poder para garantizar su futuro, sino que se han encargado de tomar todas las decisiones.

Y es que pareciera que quienes lideran la coalición saben que difícilmente llegue su candidata a la presidencia de la república y todas sus acciones van en el sentido de las preferencias electorales que plantean las encuestas, es decir, que Claudia Sheinbaum será la próxima presidenta de México.

La mayoría en la próxima legislatura en la cámara alta y baja es de pronósticos reservados, por lo cual la presencia de estos personajes, independientemente del resultado final, presume un Senado de Oposición, pero ¿podría ser que estamos frente a un verdadero contrapeso en México? Ya lo veremos.

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