Recientemente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó el Paquete Económico para el próximo año en México, que comprende los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y la Ley de Ingresos. Sin embargo, el contenido y las proyecciones de este paquete han generado debate y preocupación.
Un punto clave es la expectativa de crecimiento económico. El gobierno espera que la economía crezca entre un 2.5% y un 3.5% en 2024, lo que significa que la producción de bienes y servicios aumentaría en ese rango. En comparación, el año pasado, la economía creció alrededor del 1.8%. En términos prácticos, esto significa que el país espera tener más empleo, más empresas prosperando y, en teoría, un nivel de vida en mejora.
Sin embargo, es importante destacar que estas previsiones de crecimiento han sido más optimistas que las del sector privado en años anteriores. En el 2023, por ejemplo, el gobierno pronosticó una inflación del 3.2%, pero distó mucho de una realidad del 4.7% y 6,08% a tasa anual subyacente.
El Paquete Económico 2024 en México presenta ganadores y perdedores en términos de asignaciones presupuestarias. Aunque se espera un aumento general del 4.3% en el presupuesto de egresos para el próximo año, este incremento no se distribuye de manera uniforme.
En el lado positivo, la Secretaría de Energía (Sener) se destaca como la gran ganadora, con un aumento del 273.2%, alcanzando los 193,179 millones de pesos en comparación con el año anterior. El Instituto Nacional Electoral (INE) ocupa el segundo lugar, con un aumento del 78.2%, llegando a 37,770 millones de pesos, en preparación para las elecciones presidenciales. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ocupa la tercera posición con un incremento del 37.7%, llegando a 14,245 millones de pesos. La Secretaría de Gobernación y la Secretaría del Bienestar también experimentan aumentos significativos, con incrementos del 31.8% y 25.2%, respectivamente.
Por otro lado, la Secretaría de Salud se enfrenta a la mayor disminución presupuestaria, con un recorte del 55.8%, reduciendo su presupuesto a 96,990 millones de pesos. Petróleos Mexicanos (Pemex) también enfrenta una disminución significativa del 35.9%, llegando a 456,021 millones de pesos. La Secretaría de Turismo (Sectur) experimenta una reducción del 24.4%, mientras que la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) también ven reducciones del 19.5% y el 11.4%, respectivamente.
El precio del petróleo, también juega un papel significativo. El gobierno estima, que el precio promedio del petróleo será de 56.7 dólares por barril en 2024. Pero en la realidad, el precio actual está por encima de los 80 dólares por barril, sumado a esto, el conflicto de Rusia y Ucrania y el avance de China como potencia mundial hacen que sea difícil tener un pronóstico certero. Esto afecta las finanzas del país, ya que México es un gran productor de petróleo y sus ingresos dependen en parte de los precios internacionales.
Un aspecto importante del paquete, es el aumento en el déficit público. En términos sencillos, esto significa que el gobierno planea gastar más dinero de lo que espera recibir en ingresos. Para 2024, se espera un déficit del 5.4% del Producto Interno Bruto (PIB), que es el valor total de todos los bienes y servicios producidos en el país. Esto es más alto de lo que el gobierno estimaba en abril y más alto que el déficit esperado para este año, que es del 3.9%.
Para financiar este déficit, el gobierno aumentará la deuda pública, que es como una hipoteca del país. En 2024, se espera que esta deuda sea equivalente al 48.8% del PIB. Aunque se espera que este aumento sea temporal debido a la finalización de proyectos de infraestructura gubernamental, el nivel de deuda es una preocupación importante, ya que podría afectar la capacidad del gobierno para gastar en otras áreas importantes, como la salud y la educación. En definitiva, a pesar del optimismo en el paquete económico, el próximo año habrá elecciones en México y en Estados Unidos, su principal socio comercial que podría tambalear toda proyección. Esperemos que nos vaya bien.
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