México se encamina hacia una jornada laboral de 40 horas: Retos y expectativas | Prisma por David Omar Guirado V.

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México se encamina hacia una jornada laboral de 40 horas: Retos y expectativas | Prisma por David Omar Guirado V.

México se encamina hacia una jornada laboral de 40 horas: Retos y expectativas

México, uno de los países con una de las jornadas laborales más extensas del mundo, se encuentra en pleno proceso de transformación de su paisaje laboral, al reducir su semana laboral de 48 horas a 40 horas. Este cambio, que promete mejorar la calidad de vida de los trabajadores al permitir un mayor equilibrio entre la vida laboral y la vida personal, ha generado un debate significativo en la sociedad mexicana y en el ámbito empresarial. 

Desde el 26 de abril de 2023, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó – con 27 votos a favor y 5 abstenciones – el dictamen para modificar la Ley Federal del Trabajo. Aunque era una iniciativa que requería atención inmediata, desde aquella fecha no entró a discusión en las sesiones, dejándose de lado por más de cuatro meses, pero este primero de septiembre fue retomado en el nuevo periodo ordinario.

La reforma en cuestión se centra en la modificación del artículo 123 de la Constitución Política, específicamente en la fracción IV del Apartado A, que establece las bases para la Ley Federal del Trabajo en México. El objetivo principal de esta enmienda es reducir la jornada laboral estándar de 48 horas a 40 horas a la semana, marcando un cambio trascendental en una normativa que había permanecido sin cambios significativos desde la Revolución Mexicana en 1917.

La reducción de la jornada laboral no es el único aspecto que aborda esta reforma. También incluye otros cambios relacionados con las condiciones laborales, como la ampliación del período de descanso vacacional. Este período aumenta gradualmente en función de la antigüedad del trabajador en la empresa, llegando a un máximo de 30 días de descanso. Además, la propuesta prevé modificaciones en los días de descanso semanales, que pasarán de un día de descanso cada seis días trabajados a dos días de descanso cada cinco días laborados. Estos cambios en los descansos están directamente vinculados a la reducción de la jornada laboral y entrarán en vigor simultáneamente.

A pesar de que la nueva normativa ha avanzado en su proceso de tramitación, aún debe ser discutida en la Cámara de Diputados y posteriormente ser aprobada por el Senado de la República. Luego, la propuesta deberá ser evaluada por los 17 estados de la República Mexicana antes de entrar en vigencia. Aunque no se ha establecido una fecha exacta para la implementación de la nueva ley laboral, se espera que pueda entrar en vigor a partir de diciembre o principios de 2024.

Este cambio en la jornada laboral representa un hito importante para México, ya que abandonaría el primer lugar entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con la mayor cantidad de horas trabajadas al año. Actualmente, México lidera esta lista con 2,226 horas anuales trabajadas, seguido por Costa Rica con 2,149 horas y Chile con 1,963 horas al año. Con la implementación de la reforma, México busca priorizar la productividad sobre la cantidad de horas trabajadas, un enfoque que tiene en cuenta la eficiencia en el trabajo.

Según datos de la OCDE, de las 48 horas semanales establecidas en México, solo unas 45 horas son realmente productivas. El resto del tiempo se pierde en procesos ineficientes o en actividades que no están relacionadas con el trabajo o en una manera de hacer la mano de obra mexicana más atractiva a la inversión extranjera.

Esta ineficiencia se ve reflejada en las cifras de productividad de México en comparación con otros países. Por ejemplo, en Colombia, se trabaja una media de 47.5 horas de las 48 horas semanales, mientras que, en Costa Rica, solo se trabajan 44.5 horas de las 48 establecidas.

La reducción de la jornada laboral también plantea la cuestión de cómo se distribuirán las 40 horas a lo largo de la semana. Algunas iniciativas impulsadas por senadores abogan por mantener los cinco días laborables, pero con menos horas diarias. Esto implica una modificación de la cantidad de horas trabajadas cada día. Otros, en cambio, defienden la implementación de una semana laboral de cuatro días con jornadas más largas cada día, aplicando el modelo 4×3 que se utiliza en Chile, con cuatro días de trabajo y tres de descanso. Sin embargo, este cambio cultural y de hábitos de trabajo ha generado opiniones diversas entre los expertos.

Para muchos trabajadores, la reducción de la jornada laboral se traduce en una mayor calidad de vida y en la posibilidad de pasar más tiempo con sus seres queridos. Sin embargo, la patronal y los empresarios han expresado cautela, señalando que no todos cuentan con los recursos financieros necesarios para adaptarse a este cambio de manera inmediata.

Las largas jornadas y el estrés hacen que los trabajadores se desmotiven y aumenten el número de días de baja médica. Además de mejorar la motivación y la salud de las plantillas, la reducción de la jornada busca retener el talento en las empresas favoreciendo la satisfacción de los empleados que ya forman parte de la plantilla, y haciendo más atractivas las empresas para atraer talento externo, ya que la nueva jornada se acerca más a las de Europa y buena parte de América y Asia.

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